“Alexia, ¿A dónde te fuiste?” La ronca risa de Harry chocó contra mi frente, devolviéndome a la realidad. Suspiré recordando donde había decidido detener todo por lo que tan solo fueron breves segundos. Harry había desplazado ágilmente su cuerpo, ahora a apenas centímetros de mí. Su altura notablemente superior a la mía obligándome a alzar la mirada para poder encontrarme con sus ojos esmeralda, confusos. Su ceño permanecía tiernamente fruncido, esperando comprender aquel silencio. De repente su cercanía tensaba mi cuerpo, nervioso al sentir su respiración profunda.
“Tan solo…recordaba” aseguré creando de nuevo cierta distancia entre nuestros cuerpos
“¿Vamos a jugar o puedo dormir?” La suplica era evidente en sus palabras
“Sera un juego rápido, siéntate” Lancé mi cuerpo sobre la colcha despreocupadamente, Harry no tardó en recostarse a mi lado, dejando sus músculos minutos de descanso.
“Harry…” mis labios probaron llamar su atención en un susurró, su respuesta fue bañada de silencio, pero era consciente de que él me escuchaba. “¿Recuerdas cuando hermanos niños?” me tambaleé ahora de cara a su hermoso perfil, fui testigo de aquel cambio en su expresión, ahora endurecida.
“A duras penas” bufó dándome la espalda de nuevo, por alguna razón que desconocía, Harry odiaba hablar sobre su infancia.
“Eres muy reservado…” repetí las palabras que horas antes había corrido a través de mis labios “Lo arreglaremos con un juego divertido” su atención regresó a mis ojos, ahora cara a cara
“Explícate” exigió con dureza reflejada en su voz
“Sé que no eres muy de agradecimientos y palabras de afecto…pero eso podemos solucionarlo, al menos entre tú y yo. Crearemos un idioma de gestos que sustituirá las palabras que eres incapaz de decir” incité a su entusiasmo a aflorar, para mi desgracia su expresión permaneció impasible, en un intento desenfrenado por no bufar y retomar el camino de vuelta a su descanso. “Por ejemplo, cuando quieras decir gracias, simplemente mírame profundamente a los ojos y sonríe” Su ceja derecha ahora se alzaba frente a mi sugerente, sin poder esperar más el momento en que revelara la burla de aquel juego. Tan solo permanecí en silencio, mis ojos vidriosos apedrearon los suyos suplicantes, esperando sacar a flote aquel recuerdo que sin duda se hallaba perdido en su memoria.
Nada, permanecía indiferente a mis súplicas internas
“¿Cuando quiera decir perdón?” observé sus labios en movimiento, incapaz de creer las palabras que brotaban de ellos.
“Un beso en la frete” admití consciente del tono rojizo que ahora bañaba mis mejillas, la sonrisa de Harry llamó mi curiosa atención
“Una caricia en la mejillas para perdonar” acompañé su sonrisa con una pequeña exclamación, no creía en las coincidencias, él recordaba aquel momento
“¿Lo recuerdas?” me aventuré a preguntar calmadamente, de nuevo la frialdad bañó la, hasta escasos cinco segundos, amistosa expresión de Harry
“¿Recordar el que?” sus ojos ignorantes me fulminaban masivamente, tal vez era cierto, tal vez no lo recordaba después de todo.
“Ya habíamos jugado a este juego…” vacilé breves segundos antes de devolver mi mirada a Harry, mantenía el ceño ligeramente fruncido, pese a todo probando dedicarme una débil sonrisa. “Guiñar el ojo significaba –Estas preciosa- “mi risa destensó ligeramente el ambiente, invitando de nuevo a Harry a cooperar
“¿Un beso en la mejilla?” La casi inexistente luz de la habitación dificultaba mi visión sobre Harry, demasiado débil como para apreciar con detenimiento sus rasgos. Pese a todo, podría jurar que en aquel momento, sus mejillas estaban bañadas en una ligera capa color rosada
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Beautiful lies
Novela JuvenilPor esa parte de nosotros que anhela la oscuridad fervientemente, por esos momentos en los que la sangre hierve en nuestras venas y tan solo deseamos dar rienda suelta a nuestra furia, pese a todos y contra todo. Por esa necesidad que la invitaba a...
