Beautiful lies

Capítulo 7: La oscuridad de sus ojos

Mis pies rozaron el suelo de nuevo, sin motivo aparente, pero no estaba aún libre. Un empujón chocó mi espalda bruscamente contra la pared. Las sucias manos de él agarrando mis finas muñecas contra la pared, una mueca de dolor reflejada en mi rostro cuando apretó aún más su agarre.

"Ahora pagaras no haberte portado bien gatita" Su fría voz susurró en mi oído, mis ojos bañados en repugnancia le fulminaron, a él no pareció importarle. Sus labios se hundieron en mi cuello, mi cuerpo intentando resistirse en vano, estaba perdida.

Una lágrima rodó por mi mejilla, desesperada, pensé en mis padres, en mis amigas, en mi familia. La mayoría una farsa, pero no podía evitar dedicar un pensamiento a todos ellos, mi mente se detuvo en la imagen de Harry, su valentía y fortaleza la habían sacado de incontables problemas de pequeña. Deseaba volver a sentir aquella seguridad en sus brazos, anhelaba sentir su protección.

Una de las manos del hombre divagó segura por mi cuerpo, contorneándolo, deteniéndose en mi muslo, cada vez más cerca de mi intimidad. Un escalofrío recorrió mi cuerpo. Por primera vez en mucho tiempo, tuvo realmente miedo. Sabía que allí se acababa todo, la batalla estaba perdida...

Un fuerte portazo retumbó en el lugar, mis labios se abrieron con valentía en un intento por pedir ayuda, pero aquel hombre los tapó uniéndolos con los suyos con fiereza.

A los pocos segundos sin embargo, se retiró desapareciendo de mi lado. Alcé la mirada cohibida, temerosa. Mis ojos se toparon con unos verdes esmeralda, oscurecidos, encendidos en pura rabia.

Todos los músculos de Harry tensados, hirviendo con furia. Su mirada fría e indiferente a mí, con el único objetivo de acabar con la figura que recaía en el suelo, segundos antes pegado a mi cuerpo.

Acaricié mis muñecas, una mueca de dolor surcó mi rostro. Mis pensamientos no tuvieron demasiado tiempo para fluir, el cuerpo de Harry se abalanzó sobre el horrible hombre. Los golpes comenzaron a repartirse, sangre corriendo a través de sus cuerpos, manchando sus ropas.

El pánico recorriéndome, la impotencia reflejada en mi rostro.

"¡Harry!" grité con desesperación "¡Harry para!" su puño ensangrentado se levanto para volver a la carga de nuevo, golpeando su rostro destrozado una vez más "te lo suplico" espeté. Harry parecía no escucharme, de hecho, en ese momento no parecía Harry. Su mirada perdida en un pozo de oscuridad, la vena de su frente violentamente marcada, cubierto de sangre por todas partes, sus ojos fríos como el hielo, mirándome, sin parecer reconocerme, la sed de sangre bombeando su sangre.

Se detuvo sin embargo, su cuerpo se alzó ahora tomándome como objetivo. Su cuerpo acercándose a una velocidad peligrosa debido a sus largas piernas. Retrocedí varios pasos hacia atrás, dejando evidente mi temor hacia esa parte de Harry. Eso no pareció detenerle, caminó hasta que su nariz se encontró casi rozando la mía. Mi cuerpo de nuevo contra la pared.

Su respiración agitada haciendo a su pecho chocar contra mí con violencia cada pocos segundos. Inmóvil frente a mí, esperando una respuesta por mi parte. La situación me podía, lágrimas rodaron por mis mejillas.

Tan solo eso pareció despertar a Harry de su extraño trance, su dedo ensangrentado retiró mi lágrima, para después agarrar suavemente mi muñeca, acercándose a la puerta.

Me resistí a acompañarle, permaneciendo inmóvil en mi posición, el se giró para mirarme extrañado, mi mirada vagó débilmente sobre Jenny, que permanecía en un rincón, con uno de esos hombre abusando de su cuerpo. Harry asintió y sin más fue donde ella. Apartó al hombre sin delicadeza alguna y tomo el cuerpo de Jenny entre sus brazos. Caminó a paso tranquilo junto a mí, su expresión indicaba que no temía algún tipo de reacción por parte de aquellos hombres. Yo agarré al chico de la barra, le zarandeé brevemente haciéndolo volver en sí, para luego pasar su brazo por mi cuello y caminar en silencio hacia la puerta