Capítulo 18: Cualquier cosa por una mejor amiga

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“¡Espera!” – las suplicas de mi madre detuvieron mis pasos, de nuevo de espaldas a su silueta, incapaz de encararla.

Los sollozos de mi madre retumbaron en mis oídos en un breve silencio, cegándolos, haciéndome suplicar morir antes que girarme para observar su sufrimiento. Ver el dolor reflejado en los ojos de mi madre era una tortura incluso peor que sentir el hierro ardiendo en contacto con mi piel.

“¿Qué?” – frialdad ocultando el dolor de mis palabras, dirigidas solo para ella

“Yo…” meditó su siguiente frase, tratando de encontrar un motivo para retenerme “Te lo suplico, no te vallas…” Un sollozo que culminó en el tan esperado llanto. Todo en mi me rogaba ir por ella, tomar de su sufrimiento, aliviarlo. Pero mi propio dolor acobardaba la idea.

“Me quedaré” sentencié, un nudo pareció adueñarse de la garganta de mi madre, que contuvo el aliento temerosa de que un solo suspiro la devolviera a la realidad “Solo hasta que me espliques lo de papa” aclaré tomando algo de la frialdad con la que había aprendido a convivir y de la que empezaba a adquirir ciertas manías.

Ella asintió levemente, aceptando una dolorosa realidad que hasta el momento la envolvía, a ella, a mí. A todo ser involucrado en la historia. En un leve gesto me invitó a seguir sus pasos que frenaron sobre el frío mármol de la cocina. Tomé asiento sobre la que acostumbraba a ser mi silla, en la que cada mañana había tomado mi desayuno acompañado de las divertidas conversaciones de mis padres, tantos almuerzos en compañía de Johanna, tantas cenas en familia sobre aquella mesa.

“¿Te preparo algo de comer?” me apresuré a negar rotundamente, segura de mis actos. Su cuerpo se desplomó cansado frente a mí, tomando el silencio como iniciativa para comenzar con mis preguntas

“Mam…” Cesé el sonido de mi voz durante un breve silencio, incapaz de culminar aquella mentira oculta tras una simple palabra, sin fuerzas para pronunciar su verdadero nombre “¿Puedo preguntar algo?” me atreví a decir al fín

“Lo que quieras” Fruncí el entrecejo, pensativa. Demasiadas preguntas ansiosas por obtener respuesta

“¿Por qué no llamasteis?” Fui testigo de cómo su expresión era bañada por la incredulidad, sin comprender aún el significado de mis palabras “Cuando me marche de casa…ni siquiera llamasteis, intentar arreglarlo, al menos aseguraros de que estaba bien…¿Tan poco os importo?” Su triste expresión no ayudo a contener las lágrimas que se acumulaban en mis ojos, retando a mi fuerza de voluntad que una vez más resultó ser más fuerte.

“Cariño, no digas eso, saber que lo eres todo para nosotros, ¿Crees que te habríamos dejado marchar si no supiéramos que estabas en buenas manos? La misma tarde que dejaste la casa recibimos una llamada. Harry nos avisó de que estabas con él y tan solo nos suplicó tiempo” Fruncí el ceño evidenciando mi enfado. Tan solo le pedí guardar silencio, pero era de esperar de él, mi primo, el primer interesado en joderme la existencia.

“¿Tiempo?” replanteé sin comprender

“Tiempo” repitió tomando una profunda bocanada de aire “Aseguró que necesitarías tiempo, para asimilarlo, para decidir qué hacer al respecto. Tiempo sin saber de nosotros, tiempo para aprender a valerte por ti misma, tomar tus propias decisiones. Él prometió cuidarte” Prolongué el silencio unos segundos, no muy segura de cómo reaccionar a aquello. Él había mirado por mí, por una vez en su vida, se había preocupado por mis intereses antes que por los suyos propios, eso significaba mucho viniendo de él, o tal vez debería significar poco, pero por alguna razón, para mí lo significaba todo.

“Cuéntame que pasó con papá” Un suspiro roto arañó su garganta dolorosamente, sus ojos reflejaban claros el dolor que en su interior parecía corroerla en silencio

“Cuando te marchaste…, las cosas empezaron a ir mal. Al principio todo se sumió en silencio. Ninguno quería hablar sobre lo que había pasado, pero el resentimiento mutuo finalmente nos pudo. Él comenzó a culparme por tu marcha, y yo le reproché no habértelo confesado antes, simples peleas que pensé que se quedarían en eso, hasta que un día sin más, cogió sus cosas y salió por esa puerta sin dar una sola explicación. No he vuelto a verlo, él…se ha ido” Su voz se quebró junto a mi corazón, roto en mil pedazos bajo mi pecho.

“Te abandonó” susurré tratando de creer mis propias palabras, bañadas en un rencor que ahora me carcomía silenciosamente

“No, Alexia no quiero que pienses que fue su culpa, ambos guiamos nuestros pasos a esto, aunque sin quererlo, es culpa de ambos” Las lágrimas, incapaces de permanecer más escondidas en sus ojos, ahora bañaban sus mejillas sin reparo. Aquello acabó con la poca fuerza de voluntad que me quedaba.

Pese a todo, sintiéndome incapaz de ir a su lado y abrazarla en aquel momento tan vital para ambas, observé en silencio como derramaba su sufrimiento.

Por voluntad propia alcé mi mano, temblorosos dedos corriendo a atrapar su mano, acariciándola con cariño, transmitiéndole mi apoyo.

“No llores, todo estará bien” Una diminuta sonrisa iluminó su mirada, mientras sus ojos me observaban, suplicantes del tan necesitado abrazo.

Ambas permanecimos inmóviles, mi dedo índice acariciaba sus nudillos como único movimiento, nerviosismo evidente en ambiente, no muy seguras de dar el siguiente paso, ambas deseando hacerlo, pero temerosas de equivocarnos

“Tengo que pedirte un favor” Retiré mi mirada, rompiendo todo contacto con ella

“Dime, cariño” Aquella palabra en sus labios dolió más de lo que creí que dolería. Retomé la compostura finalmente saliendo de aquel trance emotivo en que ambas nos habíamos sumergido

“Quiero encontrar a mi madre biológica” Observé su reacción expectante, siendo testigo de cómo en cuestión de segundos todo en ella palidecía, pareciendo romperse en su interior

“Oh” susurró centrando su vista en sus manos, que jugaban entre ellas nerviosamente

“Entiende que quiera saber de ella, he tratado de buscar información en internet, pero algo me dice que fue adopción cerrada” Una risa sarcástica corrió por mis labios fugazmente

“Es más complicado de lo que crees” De nuevo sus palabras se vieron rebajadas a no más que un susurro

“Tengo tiempo, explícate” exigí duramente

“Veras” Un silencio se adueñó de la estancia, mientras mi madre adoptiva parecía buscar las palabras adecuadas para dar comienzo con la que sería la explicación clave para todas mis dudas. “La tuya no fue una adopción corriente Alexia, más que nada porque yo conocía a la madre, ella era…, era mi mejor amiga” Pestañeé varias veces, incrédula.

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Seee que es suuuuperrrr cortitoooo pero esque así se mantiene mejor la intriga y pues no lo podía cortar en ninguna otra parte la historia, ya saben que esta escrita completa en un documento de work jujujujujuju

 Espero que les haya gustadoo POR FAVOR COMENTEN Y VOTEN que no mata ni engorda y yo sería muyyy felisss

pasense por mis otras historias please, que las noto un poco abandonaillas:´((

Y PUESS! cumentarles que ahora tengo una semana de vacaciones aqui en irlanda, HALLOWEEN! wajajaja voy a ser una vampiresaxD

y pues haré un especial halloween aunque no se en que día de la semana porque mi mami viene tres días a visitarme, y tengo que preparar muuchas cosas, pero tengan por seguro qur continuare todas mis historias, para elegir cual primero, dejen un comentario en la historia que quieran que continue primero;))

KISSESSS LAS AMOOO <33

Beautiful liesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora