Beautiful lies

Capítulo 20: El final del cuento de hadas

Antes de comenzar con el capitulo, deciros que siento muchisimo todo este tiempo que he pasado sin continuar.

Volvi de irlanda y se me acumulo todo, sobre todo la alegria de ver a mis amigas. De modo que decidí que por ese mes me dedicaria a ponerme al dia en todos los sentidos. Esta navidad he estado escribiendo muuucho esta historia de modo que:

FELIZ AÑO NUEVOOOOO!! Como regalo os prometo un cap diario. Puede que algun dia no suba por examenes o algo pero tengo UN MONTON de caps en borradores. Quiero agradeceros todo el apoyo que me disteis en 2013 y espero que este 2014 sea maravilloso para todas vosotras. Porque no necesito conoceros para deciros que ya os quiero<3

Ahora si, les dejo con el cap jejejejje no olviden please COMENTAR y VOTAR.

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Empuñé la llave en la cerradura, evitando bruscos movimientos que resonaran por toda la casa.

“Maldita sea” Siseé al corroborar que la llave no abría, pareciendo haberse propuesto torturar mi colapsado cerebro.

Probé de nuevo, esta vez acentuando la fuerza en mis movimientos. Nada, la impecable cerradura se negaba a dar paso a mi cuerpo hacia la que sería una tarde incómoda.

Desenredé mi cabello, retirando con dificultad una de las horquillas de entre mis rizos, tratando de sustituir la llave defectuosa por esta. Segundos antes de que consiguiera introducirla la puerta quedó abrierta, dando paso a la seria figura de Harry.

Mi cuerpo se inmovilizó, alzando tan solo la vista para corroborar que el ceño de Harry ahora se hallaba fruncido.

Mis labios quedaron entreabiertos, dispuestos a encubrir mis movimientos, tratando desesperadamente de encontrar una escusa para mi comportamiento

“Entra” ordenó retirando su cuerpo, dando permiso a mi cuerpo a adentrarse en el calor que impregnaba la estancia

“¿Dónde estabas?” la dureza permaneció intacta, los músculos de su mandíbula tensos como cada vez que trataba de controlar su furia

“Yo…con mi madre” retiré el abrigo que cubría mi cuerpo, sin correr mi mirada ni un solo segundo, observando cautelosamente cada uno de los movimientos de Harry

“Debiste haberme avisado” la inquebrantable oscuridad de sus ojos acobardó por unos segundos mis movimientos, no atreviéndome a tomar asiento como de costumbre

“No fui yo la que desapareció esta mañana” reproché siendo yo ahora la que endurecía su expresión

“Tenía cosas que hacer” restó importancia suavizando sus gestos. El silencio baño la estancia, tenso.

“Harry” aclamé su atención, ganando su dura mirada sobre mí. De nuevo, silencio, todo el valor que había requerido aclamar su atención, había volado lejos de mis labios, inmóviles, sin saber que decir.

La profunda vibración de mi móvil dentro del bolsillo trasero de mi vaquero acudió a mi rescate, obligándome a detener la conversación para contestar a la llamada.

Mi mirada vagó débilmente por la pantalla antes de descolgar el teléfono, situándolo sobre mi oído

“¿Si?” Susurré ante el número desconocido

“Bebé” Simulando un flaschback, aquella voz aclamó innumerables recuerdos en mi memoria. Mis labios ahora se tensaban en una estúpida sonrisa, presa del encanto que en ese instante me encadenaba “¿Me echabas de menos?” Aquel ápice de picardía permanecía intacto, tal y como lo recordaba, recobrando su esencia, marcándolo como alguien único