Capítulo 5: Libertad

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— ¡Anda, Zane! —le alenté. — ¡Vamos, te perderás de toda la acción, deprisa, tortuga! — le grité

Hacía un muy buen clima para ir de salida con mis hermanos mayores. Estamos a unos cuantos kilómetros de nuestra casa, ahora debíamos salir más en busca de nuestros animales habituales para nuestra carne y sangre, porque sin la tía Desirée por aquí, no habría por un tiempo recipientes llenos de sangre y la carne comprada ya no nos controlaba el apetito de carne y la sed, que teníamos de vez en cuando, así que debíamos salir más. Hoy nos tocó a nosotros, bueno...sin nuestros padres o tíos presentes; nos fuimos solos los tres. Nos aventuramos muy temprano; apenas empezaba salir el sol por detrás de las montañas y la lúgubre y fría madrugada se fue esfumando del bosque pero aun así un viento helado y sutil se nos presentó, en el rostro.

—Ufff, qué viento más frío... ¿no creen, chicas? — dijo mi hermano, a nuestras espaldas

— ¡Brrrrr! ¡Ay sí! —gritó Carly. — ¡Se me han espelucado todos mis hermosos cabellos, chicos! ¡Qué horror! — vociferó espantada y arreglándose rápidamente los cabellos al viento

>>> O por favor, Carly. Qué bebé eres, madura por Dios<<< pensé fastidiada

—Y bien, Maddy, ¿por dónde vamos? — preguntó Zane. —Ya llevamos hora y media en esto, y además ya ¡amaneció! — comentó enojado

Yo iba al frente, Carly conmigo y nuestro hermano atrás de nosotras; aunque ya el sol se había empezado a mostrar en frente de nuestras caras, la caminata se había hecho un poco aburrida, aunque ya teníamos nuestros estómagos llenos de carne fresca de un ciervo grande y joven de las cercanías y un león de montaña, que nos había estado acechando desde nos introducimos al bosque. Nuestras ropas de pantalones de mezclilla —descolorados y viejos—, y camisetas ya estaban un poco sucias después de tanta acción

— ¡Oh, bueno! — grité de repente, poniéndome las manos detrás de la cabeza. — ¿Quieren continuar? — les pregunté a mis hermanos, volteándome hacia a ellos

—Mmm...bueno...yo— empezó a decir Carly, haciendo un gesto con sus labios y mirando hacia arriba. —Ya...quiero regresar a casa, chicos...Y ustedes... ¿quieren regresar? —nos preguntó, mirándonos a los dos

Hubo un pequeño silencio antes de que alguien dijera algo al respecto. Rápidamente, Carly cambió la expresión de su rostro, frunciendo el ceño y cruzando los brazos con un pequeño pero molesto zapateo a la tierra. Creo que estaba cansada y fastidiada

— ¿Y bien? —pregunté en un ligero tono de molestia. — ¿Quieres ir a casa, Zane? — le pregunté a nuestro hermano, volteando su rostro hacia atrás

Y del mismo modo, Zane también cambió la expresión de su rostro. Pasó de estar molesto a confundido. Parecía que sabía que decir, y solo se dignó a encoger los hombros y a guardar silencio. Luego de un momento, mi hermana se cansó de un esperar la respuesta de Zane y volvió a mirar

— ¿Y tú, Madison? — pidió mi hermana mayor. — ¿Nos regresamos o seguimos?— inquirí ella, frunciéndome el ceño aún más

—Nosotros...deberíamos...— hice una pausa

—Regresarnos —dijo Zane

—Continuar...—murmuré yo

Cuando escuchamos esa respuesta me quedé atónita. Zane había pedido que regresáramos a la casa. No podía creerlo

— ¡Ves, Zane si me apoya, hermana! —exclamó Carly, en mi cara. Se volteó rápidamente y se fue de regreso. —Vamos, Zane— le ordenó ella

Mientras Carly se iba nuevamente de regreso, yo fui la única que me quedé ahí parada, mirando como mis hermanos me dejaban sola. Pero cuando ambos estaban listos para correr, Zane me miró y volvió hacia mí; tal vez para decirme que no volviera después del mediodía. Lo miré a centímetros de mi cara

— ¿Olvidas algo? — pregunté en un tono amargo

Suspiró y arregló su cabello.

— ¿Qué te ocurre, Maddy? —me preguntó en un tono muy familiar. Y al darme cuenta de su voz, podía notar aún más la semejanza que tenía Zane con papá. En cien por ciento eran como dos gotas de agua

Muy bien; tenía que aceptarlo mi hermano era muy guapo, para los ojos de cualquier chica de por aquí. A veces me preguntaba, ¿por qué mi hermano mayor aún no tenía una novia?, pero siendo lo que somos; creo que tener un relación sentimental era muy difícil de forjar; aquí en White Rose

—Uhm...nada, Zane —le dije. —Pero si quieren irse y dejarme aquí en el abandono, adelante; pueden irse. Yo estaré bien...sola, no se preocupen por mí, por solo ser la pequeña— le expliqué con un poco de sarcasmo, mientras me pasaba la mano por el cabello

Suspiró y volví mirarme, pero esta vez un poco más serio

—Y vuelvo a preguntarte, Madison...—pronunció con un gélido tono al decir en sus labios, mi nombre. — ¿Qué te ocurre? — volvió a preguntar

—Solo...quiero caminar y andar...por ahí— le mentí.

Yo lo que quería realmente era irme un poco más lejos de nuestra zona, para ir un poco más hacia el centro y llegar un poco hacia la zona de los lobos del señor Corbett. Aunque sabía que esa zona estaba prohibida para nosotros, aunque solo podíamos atravesarla con el permiso del señor Michael, de los chicos o ir con nuestros tíos o padres, para allá. Yo deseaba poder salir un poco de la rutina que habitualmente teníamos acostumbrada por nuestros padres. Igualmente, la "situación" tan delicada como estaba, para mí era preferible escaparme por lo menos algunas horas, lejos de la casa y de todo. Solo quería estar sola yo. Nada más. Me había vuelto muy egoísta estos últimos meses

Mi hermano bajó la cabeza, suspiró y luego me volvió a mirarme

—Oh, de acuerdo. Haz lo que te dé la gana, Maddy— me dijo con algo de molestia. —Le diremos a papá y a mamá que te fuiste un rato sola por ahí..., pero espero que no te metas en problemas, ¿está bien? — me dijo sereno y con una mirada fría pero profundo en sus ojos zafiro

—Oye, Zane...—llamó mi hermana. — ¡Vamos, ya!, no te preocupes por Madison; ella sabe cuidarse sola —le sugirió Carly, ya impaciente por irse

Zane, volteo un momento para ver a Carly, y ver en sus rostro la impaciencia con completa por su poros

—Ya voy, ¿quieres? Además la casa no esta tan lejos— replicó mi hermano como orden

Lentamente, mi hermano se acercó a mí. Y se preparaba para decirme algo en el oído

—Ves, porque no me gusta que me dejes solo con Carly, ah, Madison— masculló

Discretamente me reí un poco, no quería que Carly supiera que era lo que estamos hablando. Carly era muy delicada con las conversaciones que se trataban sobre ella, además era como tener de vez en cuando a la tía Jenn con nosotros. Mi hermana era como su clon, pero un poco más joven y bajita

—Muy bien. Andando, Carly— le ordenó Zane

Y de un instante... ¡Swash!

Los dos salieron como flechas disparadas hacia la profundidad del bosque, mientras yo veía cómo iban desapareciendo entre el frondoso follaje de arbustos y helechos caídos. Corriendo como depredadores listos para la caza, desplazándose con rapidez.

>>> Creo que ser semi vampira tiene sus ventajas en ocasiones, tan necesarias <<<, pensé

La luz del hermoso y cálido amanecer se alzaba en el horizonte como sus rayos de un nuevo día. Contemplar el paisaje de la mañana era hermoso y divino. A mis hermanos no les gusta mucho pero a mí sí e igualmente mi madre, ella se encantaba ver como el día se hacía oscuridad y la noche en una espléndida alborada; amaba la naturaleza y creo que era uno de los muchos gustos que ella y yo compartimos.

—Ay, mamá— dije en un suspiró

Ligero y veloz me prepare, afloje las piernas y salí disparada hacia lo más interno del bosque espeso y oscuro de la zona "prohibida". Me mofe al pensar en la palabra "prohibida"; yo no le tenía miedo a los hombres lobos, ni una pizca. Además, está entusiasmada yo nunca había visto a un hombre lobo ni de cerca ni de lejos. De la emoción estaba corriendo como una maniática; y creo que era por la agitación viva en mi cuerpo.

Luz y Oscuridad © ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora