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Capítulo 27: Cumpleaños

Octubre estaba por finalizar, y en noviembre seria el parto de mi madre. Cleo estaba ansiosa con la llegada de los gemelos a nuestra casa y el deseo de tenerlos en sus brazos se hacía cada vez más grande al paso de los días. Zane parecía enojado con el asunto de la motocicleta. Mi hermano y padre se estaban molestando por ello. Y al final mi padre no quería que Zeke usara la moto. Además, no sabía de Luke, y eso me molestaba, aunque se comunicaba conmigo y su familia. Sus hermanos no habían sabido mucho de él y hasta su padre, se sentía preocupado por su hijo. ¿Es que no pueden soportar la ausencia de su hijo sin su cordón umbilical? Me parecía raro. Rápidamente faltaba una semana para acabarse el mes de octubre, y a mis hermanos y a mí nos encantaba; porque el último día de octubre, era la mejor fiesta que se podía festejar: Halloween.

Noche de Brujas, era una de las muchas festividades que a mi familia le encantaba festejar, junto a Navidad y Año Nuevo. Pero el treinta y uno de octubre, tenía otro significado; era el cumpleaños de mamá. A Carly le gustaban muchos los dulces, pero en especial los chocolates, a Zeke los especiales de películas de terror; Alex y a Carter les gustaba ir a las fiestas que hacía el pueblo esa noche, a Jenn y Desirée los disfraces y a Sofía igualmente los caramelos. A Cleo le gustaba su cumpleaños, no solo por las especiales de horror, los trajes aterradores o los dulces, sino porque estaba su familia. Y en estos momentos para ella, tenernos a nosotros era el mejor regalo que Cleo pudiera recibir. Simplemente...lo adoraba; nada más que eso.

***

Había un aire gélido en el ambiente del exterior. La noche estaba despejada con una luna llena fantasmagórica y sobrecogedora, nada en el cielo le hacía competencia a la luna. Estos eran días de otoño en White Rose. Estaba en mi alcoba, mientras Carly se preparaba para salir al pueblo para la fiesta anual de Noche De Brujas de White Rose. A mi parecía algo estúpido que ella fuera al pueblo, no solo por la fiesta; sino por los dulces. Y aunque habías dejado era vieja tradición de pedir caramelos de niños, a Carly y Zane seguían gustándoles ir para ver y gozar las festividades. Y no eran los únicos, antes Troy, Alex, Rick, Chad, Will y el resto de los lobos iban a pedir dulces o solo a divertirse por ahí. Me costaba creer que mis hermanos siguieran con los disfraces y trajes para eso. Al menos sabían hasta dónde parar...creo yo. Al cabo de unos minutos salió mi fastidiosa hermana. Para mí fue un asombro ver lo que tenía puesto. Llevaba la ropa que normalmente siempre se ponía. Unos leggings negras, unos Converse, una camiseta de mangas largas y debajo de esta, una camiseta de tiras; ambas con franjas negras y anaranjadas, los colores típicos para esta fecha, y una diadema con una calabaza terrorífica, como adorno para esta.

En un instante, estaba junto al lado de mi hermana y bajamos, juntas, hacia abajo. Para mí fue una conmoción ver a Alex, Rick, mi hermano y Carter, disfrazados. Los cuatros eran unos hombres lobo. Sofía, Cleo y Desirée se estaban riendo, y mi padre los observaba divertido, mientras los muchachos les hacían los últimos retoques a sus atuendos. Los cuatro tenía disfraces de hombres lobos, bastante nuevos, eran trajes completos de los pies hasta el cuello, usaron guantes para cubrir sus manos, y estas estaban cubiertas con pelo, mucho pelo y unas zarpas falsas, de color amarillento. Los trajes tenían una musculatura pésima y parecían de las películas de los ochentas. Carly también terminó por reírse al verlos, yo solo suspiré