Capítulo 6: El encuentro

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Estaba en la zona de los lobos y yo solo me había metido en esto por engreída. No me gustaba nada esto, ni en lo más mínimo. Corriendo hacia acá, vi a lo lejos una señal de advertencia extrañamente pintada con colores brillantes; que se habían vuelto un poco opacos y el dibujo de una calavera. Por el estado desgastado y poco lustroso de la señal, supuse que debió haber estado mucho tiempo a la intemperie; y quien quiera que haya sido el que había pintado ese letrero...no estaba realmente preocupado por mantenerlo. Pero sabía que era una estupidez y aun así me arriesgué. Y sentía que alguien o algo me estaban vigilando desde lejos o cerca, y rápidamente esa sensación empezó a acogerme poco a poco.

Siseé y salí entre el follaje en forma de ráfaga, siendo un animal rápido. Entonces, me detuve y miré a mí alrededor, moví mi cabeza rápidamente hacia todos los lados posibles; y ahí tuve la ligera sensación...de que no estaba del todo sola. Estaba por ahí.

— Sé que estás ahí— dije en voz alta.

Y de repente...un gruñido. Miré con el reojo de mi espalda, tratando al menos de poder identificar a la criatura que se escondía, y que usaba el bosque como su ocultamiento, para no ser visto por nada. Mis ojos trataban de identificar cualquier figura fuera de lo normal; algo que no fuese lo usual en un bosque, una figura oscura y desigual que estuviese oculta, pero aun así...mis ojos no pudieron verlo. Pero aunque mis ojos no pudieron verlo, mis oídos si podían, había escuchado como algunas ramas se rompían, como algunos animales chillaban por algo que los estaba asustando y la sensación constante de acecho, de emboscada...y peligro, pero más constante era el riesgo. Supuse que él estaba también pendiente de mis movimientos, mirando con detenimiento cada insignificante agitación que mi delgado y poco formado cuerpo pudiera hacer. Esperando latente, que uno de mis movidas fuese su estimuló hacia el ataque; entonces tuve una idea.

Formulé rápido un pequeño plan, para saber quién era mi espía. Sabía que él era más astuto que yo, pero él no sabía mis pensamientos, no me los podía leer. Afloje las piernas, las puse un poco hacia atrás e hice mis manos puños; apretándome las articulaciones de los dedos, se oyeron tres chasquidos y un leve gruñido se hizo, fue mi señal. ¡Swash! Me contuvo al momento de mi partida, solo la sensación de persecución, mientras corría hacia cualquier parte, me dispuse a mirar hacia atrás y ver entre los árboles; las ramas y los arbustos se estaban moviendo...junto a mi lado derecho. Y en efecto estaba funcionando, el lobo me estaba persiguiendo. Dure un buen rato para trazar un vía de escape a esta corrida tan...estúpida, yo no era la presa, pero al parecer quien quiera que era ese tipo cubierto de pelo de perro, me quería fuera.

¡Swish!

Aceleré mi ritmo, usé toda la energía que tenía. ¡Swish! Corrí como en un túnel hecho de árboles y durante un rato eso fue lo único que captó mi campo visual. Nuevamente me cercioré de que mi "perseguidor" me estuviera siguiendo, y en efecto, seguía a la misma velocidad que yo; no se daba por vencido, pronto pude visualizar un pequeño claro al final lleno de luz. Una luz centelleante de mañana, pero al acercarme más pude ver que no era una claro; y el olor a sal de mar me vino a la nariz. Me había alejado tanto de la casa, que había llegado a la costa, al puerto pesquero de White Rose. Pronto me percate que está en problemas...estaba cerca de un acantilado, y con miedo en mi corazón miré hacia abajo, casi cerca del borde; y para mi sorpresa, debajo había una juego de rocas picudas, afiladas como dientes de Seivia esperándome allá abajo. Se me llenó el cuerpo de pánico. Me quedé ahí parada como estatua, paralizada del miedo y...de pronto sentí un fuerte, embravecido y encolerizado gruñido detrás de mí. ¡Grrrrrrr!

Tuve miedo de voltear, pero no tuve otra opción que hacerlo, no podía seguir hacia el desfiladero costero. Temblando de miedo y horror me voltee lento y pausadamente; no sabiendo que esperaba ver. Y para mí fue un shock.

Luz y Oscuridad © ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora