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Capítulo 14: Frente a la verdad

Toda mi mente y cuerpo sabían, que ya era junio y el embarazo de mellizos, está casi por acabarse. Toda mi mente y cuerpo sabían, que ya era junio y el embarazo de mellizos, está casi por acabarse. Todo el mundo estaba deseoso de saber quiénes eran los bebés, en el interior de Cleo y tener en cuenta, cuánto había que gastar para comprar las cosas de los bebés. Jesse y Vanessa también estaban en la feliz espera de su pequeño adoptivo. Durante varios meses habían estado preparando y organizando todo para eso pero también era extraño. Habían notado que salían mucho y duraban algunas horas hasta días en regresar. ¿Tendría que ver con el bebé?, tal vez porque sinceramente su proceso había sido muy rápido.

Pero no quise imaginarme lo peor, del asunto del bebé. ¡Mierda!

***

Cuatro días después, por fin mi pregunta tuvo respuesta.

Descansa sin preocuparme de nada. Había estado durmiendo casi toda la mañana de ese día, además creo que era jueves, pero no me importaba mucho eso, aunque tenía ganas de salir al pueblo, pero había estado sintiendo la extraña sensación de tal vez, y solo por casualidades del "destino", de encontrarme con Lucas allá y en tan solo pensar en esa gran posibilidad, hacía que me diera escalofríos en el cuerpo. Pero ¿no sería un cobarde, una gallina?, pues claro si; porque si no le hacía frente a este sentimiento, me atormentará por toda la eternidad y no podría sacarme a Lucas Corbett de la cabeza. Tenía que hacerle frente, pero ¿cuándo y cómo la haría ese posible, sin tener miedo...de no quererlo?

En tan solo imaginarme la cara de Lucas, hacía que me fue irrealizable dormir más esa mañana. Daba tantas vueltas, pero tantas en mi cama, que había sacado todas las fundas y el cobertor de sus respectivos sitios y las almohadas y Mr. Pidy también estaban todos revueltos sobre el colchón, todos estaban enredados encima de mí. Estaba toda cubierta con ellos, y poco lograr para zafarme de ese nido y de paso estaba semi dormida, para poder conseguir liberarme de la maraña; no tenía salida...hasta que por fin, logré zafarme y poder ver la escasa claridad de la habitación. Me limpie bien mis ojos, y fue para mi sorpresa no ver a mi hermana dormida en su respectivo lugar de descanso y solo observar sus vacías mantas, pero revueltas y desordenadas.

Carly jamás se levantaba temprano; yo de vez en cuando, pero ¿ella?, ninguna vez en su vida lo haría. Salí de la cama y cuando me disponía a cambiarme el pijama, oí un gritó horrendo y parecía provenir desde afuera de mi ventana. Otra voz gritó enfurecida también y alguien soltó una maldición.

— ¡Zane, espera...!— gimió una voz femenina, asustada y desesperada, y me parecía saber de quién era esa voz. Era Jennifer. — ¡No, no! ¡No! ¡Por favor! ¿Qué haces? ¡Para, por favor!— suplicó con lloriqueos

— ¡Zane, detente, hombre! —gritó Carter

En ese instante, reaccioné fugazmente y fui directo hacia el vitral de nuestra habitación. Moví rápidamente las cortinas y me quedé atónita ante la escena, que estaba presenciando. Mi padre estaba enfurecido y casi con los ojos completamente escarlatas, Troy estaba sobre el pasto, tirado y con la nariz sangrando un líquido plateado, pasaba sus manos por debajo de su nariz y resoplaba. Mi papá estaba a varios pasos de él, mientras que los demás eran los testigos del espantoso espectáculo. Resoplé. Creo que obvio—para mí solamente—, lo que estaba pasando ahí afuera; Cleo le había contado a Zane sobre el beso, y al parecer este lo había tomo muy mal. Una gota del reluciente líquido también se deslizaba por la boca de mi papá y sus ojos parecían llenarse de vileza y perversidad sádica; me asustaba la manera en que miraba a Troy. Parecía, estuviese a punto de sacar su segunda boca y matarlo.

Rápidamente, salí disparada de mi habitación; salté desde la segunda planta y ahí se encontraban, Richard y Cleo. Mi madre parecía estar angustiada y llorando, mi tío trataba de calmarla, pero era inútil.