Capítulo 10

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Clarissa

Abrí los ojos y casi llego al techo al ver a Daniel a mi lado. Dormía pacíficamente. Intenté no moverme demasiado para no despertarlo, lucía cansado. No pude evitar rozar su mejilla con mis dedos, inmediatamente buscó mi toque. Sonreí.

Aún no sabía qué era lo que iba mal, pero esperaría a que despertara y hablaría con él. Ambos habíamos prometido que lucharíamos por esta relación, por el amor que nos unía.

De pronto su teléfono comenzó a sonar, miré en todas direcciones tratando de ubicar el sonido. Casualmente estaba a su lado, en la cama. Lo tomé, esperando que él no se molestara por esto y sin mirar ni siquiera de quién se trataba, contesté.

—¿Hola? —dije murmurando y tratando de salir de la cama sin molestar a Daniel.

—¿Clarissa?

Al escuchar esa voz me quedé quieta, alejé el aparato de mi oído y miré el nombre en el celular: Jess.

—¿Necesitas algo de Daniel?

Jessica tuvo la osadía de reír. Cerré los ojos y traté de calmarme.

—Para que te encuentres tan temprano con él, solo puede significar una cosa... ¿ya lo consiguió verdad?

—No sé de qué diantres hablas —dije entre dientes.

—¿Qué dirán tus padres de ti cuando se enteren Sor Clarissa?

Inhalé y exhalé un par de veces, pero nada podía serenarme. Pensé en colgar, pero mi vena masoquista no estaba conforme, sabía que escuchar a Jessica no traería nada bueno, pero mi morbo fue más fuerte.

—¿Qué quieres con Daniel?

Las carcajadas de Jessica eran como dagas clavándose en mi cuerpo, pero no la dejaría hasta que me diera una respuesta. Si no la conseguía por teléfono, iría a conseguirla de frente.

Me giré a ver a Daniel, todavía dormía.

—Jessica, ¿qué quieres con Daniel?

—Mira rarita, él fue el que me buscó ayer y estuvimos hablando toda la noche...así que como ayer no me dejó dormir quería pagarle con la misma moneda hoy —dijo sin rastro de burla en su voz.

Suspiré porque no supe qué más hacer. Apreté los labios porque, la verdad, no quería hacer la pregunta que seguía a eso. Pero la Clarissa idiota volvió y la boca se abrió.

—¿Cuál era el tema?

—De lo que pasó entre nosotros, seguro mañana te habla a ti también para rememorar todo lo que hicieron hoy —dijo ella en voz baja y malévola—. Y entonces, no te dejará dormir otra vez...pero debes tener algo muy claro rarita, todo lo que te haya hecho, como te tocó, el modo de besarte y lo que te hizo sentir...

Cerré los ojos porque supe lo que seguía, colgué porque no podía escuchar más. Dejé el celular en una mesa y tomando mi chaqueta, salí corriendo de esa habitación. Ni siquiera vi la hora, no me importó.

Sólo debía salir de ahí y volver a casa.

Corrí hasta que vislumbre mi puerta, no recuerdo si cerré la puerta de la casa de Daniel, no recuerdo si me topé con alguien, solo podía recordar las palabras de Jessica y la verdad en ellas.

¿Para qué luchar si en la batalla estaba sola?


Quédate a mi lado (Y te vi...3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora