Capítulo 15

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Daniel

Supe en seguida que lo que me había dicho era mentira, ella no lo tomaría paso a paso. Esperaba que pensara durante la noche. No podía terminar con lo que sentimos así como así, ¿cierto?

Mientras miraba el techo de mi habitación, me daba cuenta de que Clarissa podría hacer lo que ella quisiera. El que falló fui yo. No entendía por qué caí en esas cuestiones con Jessica, pero es que necesitaba hablar con alguien sobre lo que sentía. No es que quisiera repetir esa noche con ella, si tuviera que dormir con alguien, seguramente elegiría a Clarissa, obviamente. Pero ella me mandaría directo a la China y sin escalas.

Una vez, hace algunos meses, escuché que hablaba con Christian. Era sobre su novio en ese momento, Ian deseaba dormir con ella y la pelirroja no quería ni hablar de ese tema. Supe que no quería tener relaciones antes de casarse, también que no cambiaría de idea por nadie. Christian le preguntó que si yo podría hacerla cambiar de opinión, ella contestó que no y eso me agradó.

Cada noche me preguntaba cuál había sido mi motivación para caer en la cama de Jessica y cada vez me quedaba sin respuesta. Ni siquiera hablar con ella me hizo conocer esa respuesta. Había sido un completo idiota, sí, eso fui. Recién estaba en paz con Clarissa y tuve que ir y meter las patas por no poder controlar mi sentido de culpa.

¿Ese sentido de culpa estaría conmigo hasta que muriera? Seguramente sí, otra cosa habría pasado si hubiera transcurrido mucho tiempo entre el sexo con Jessica y mi vuelta con Clarissa. Al menos eso creo.

¿Cómo es que hay hombres que no sienten nada de haberle fallado a la persona que aman o dicen amar? ¿Cómo es que siguen con sus vidas?

En ese momento me levanté de la cama, si existían tantas preguntas... ¿el sexo con Jessica significó más para mí de lo que pensaba? Y si era así, ¿qué significaba?

Sé que amo a Clarissa, no podría vivir sin ella...pero al parecer deseaba una relación física con Jessica.

Definitivamente era un completo idiota.

En cuanto me di cuenta de esto, supe que si Clarissa se alejaba, lo mejor sería que la dejara libre. No podría entregarle un Daniel incompleto a la mujer que se lo merece todo.

¿Cobardía? Tal vez, pero quería pensar que lo hacía por el bien de ella y de nadie más. Era mejor que el que sufriera fuera yo y no ella que ya había pasado por tanto.

La decisión estaba tomada, no lucharía por ella. Sería mejor dejarle todo esto al destino. Si mi vida era a lado de ella, así sería y si no, pues...lo mejor será dejarla buscar a su alma gemela. No quiero que pierda el tiempo con un hombre que no sabe ni siquiera lo que quiere o lo que le conviene. No lo merece.

Mientras llegaba a esta conclusión, no pude evitar lanzar una plegaria, porque mi corazón obtuviera lo que se mereciera y para que el de Clarissa no sufriera demasiado por mis estupideces.

Cerré los ojos, el sueño llegó rápidamente.

Y como siempre, desde que entregué mi corazón, mis sueños estuvieron llenos de ella. Siempre de ella.


Quédate a mi lado (Y te vi...3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora