Capítulo 20: ¿Enserio, tan perra?

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Falta corregir 

Abro los ojos enormes y veo al doctor con espanto e intento creer que es solo una broma o algo parecido ¿Pero quién hace bromas en un hospital?

-Esto debe de ser un error- digo incrédula mirando la puerta de la habitación de Ian y luego a todos los presentes.- Sabe mi nombre y se supone que hace cuatro años atrás no nos conocíamos-pero luego caigo en la cuanta que podría ser los primeros meses, en los que él era completamente invisible y solo era el chico de buenas calificaciones, el mismo chico que me miraba con algo de indiferencia o con aborrecimiento cuando lo apartaba de mi camino para pasar. En ese entonces no lo conocía en lo más mínimo, se podía ver que la timidez la llevaba como su segunda piel pero en ese entonces nadie le hacía bowling, solo era un chico al que nadie registraba hasta que comenzaron los insultos dirigidos a su persona y no hizo nada para apartarlos ya que la primera vez que lo intento se llevó un ojo morado a su casa.

-Lo siento- se disculpa el doctor con un asentimiento de cabeza en modo de permiso para luego retirarse a alguna parte. Intento no explotar por tal barbaridad, nunca imagine que algo así llegaría a pasar. Es como lidiar con alguien desconocido, completamente diferente.

Escucho la puerta de la habitación de Ian abrirse y luego cerrarse. Los ojos negros frustrados de Adam hacen presencia y se lo puede ver algo cabizbajo.

-Ni me recuerda- dice algo decepcionado desacomodando su cabello. Suspiro con pesadez teniendo la opción de no poder volver a hablar con Ian hasta que se recupere.

Nunca pensé que Ian en un pasado pensaba todas esas cosas de mí, creyendo que yo solo fingía preocupación para provecho propio y que solo me importa la fama más que a otra cosa. No voy a negar que en algún momento fuera de aquella forma, pero esa etapa está superada; en cambio él, no la superara aún.

Admito que intento mantener mi reputación, pero eso no significa que menosprecie a lo demás.

¿Qué se supone que debo hacer? ¿Hablar con él o solo apartarme hasta que recupere la memoria?

-¿Entras? Quizás si pasamos tiempo con él nos recuerde- salgo de mis pensamientos con suma confusión y algo desencajada por las palabras de mi mejor amigo que me mira interrogante. Es como si me hubiera leído la mente y preguntado lo mismo.

-¿Para qué quieres que entre? Me trato de la peor forma y me mira como si fuera una completa desconocida o su peor pesadilla. Me dijo miles de cos...

-¿Desde cuándo te importa lo que digan los demás?- me interrumpe. Cierro la boca guardándome las palabras y observo la puerta de la habitación 112.- Puede que pasar tiempo con él, le ayude mucho.

-¿Y cómo se supone que vamos a lograr eso si él se niega a verme y cree que solo vengo por lastima?- alzo una ceja esperando una respuesta, se escoge de hombros.

-Solo has que cambie de opinión.- ruedo los ojos y me cruzo de brazos.- El de alguna manera dejo de ser de aquella forma y ahora lo podrá hacer, como antes. Peor es que no te conozca- dice con media sonrisa refiriéndose a él mismo.

-Yo prefiero que no lo haga- me fulmina.- Ok, ok, está bien, si eso es lo que quieres, entremos a la cueva- tomo su brazo tironeando de él hacia la puerta.

-Eso deberías querer vos también considerando que estas perdidamente enamorado de él- abro la boca aturdida y dejo su brazo con brusquedad.

-¡¿Pero qué dices?!

Bueno, no soy buena cuando se debe a mentir o fingir y yo creo que mi voz sonó insegura o algo así, porque la mirada picara del idiota de cabello moreno no deja sus labios.

Take Off The Glasses!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora