Capítulo 21: Esto te ayudara.

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Aprieto mi mandíbula con irritación e intento aligerar mi enojo respirando profundamente y dejando ir todo el aire.

1...2...3...4...5...6...7... Tranquilidad.

Si llego a armar un alboroto con esto, las posibilidades de que le crea a ella seria mayor y no ganaría nada. Por lo tanto decido tocar la puerta como si nada de lo que dijo Lisa lo haya escuchado; también con la intención de que esa pelirroja deje de decir mentiras tras mentiras. Esto no lo va a ayudar para nada con respecto a recuperar la memoria.

-Pase- accede Ian al escuchar mi llamado. Al momento que abro la puerta dejando al descubierto mi rostro, la mirada de Ian se hace oscura dejando sus ojos grises de un color más intenso.-¿Que haces aquí?- sus palabras son duras y su mirada ya no es tímida como en ocasiones anteriores, si no que se puede percibir la firmeza y precisión sin vacilar sobre su seguridad.

-¿Porque sigues...- al momento en el que la pelirroja abre la boca yo me adelanto para cortarle el habla.

-Venía a traerte un desayuno para comenzar el día; pero al parecer se adelantaron- observo los papeles de panadería y vasos descartables encima de la cómoda.

Decepción

Eso es lo primero que pienso al ver que no fui la única que pensó en ello y alguien como Lisa, una chica desagradable, mentirosa y manipuladora, pudo obtener confianza de Ian antes que yo.

-Como verás ya he desayunado, así que ya no hay oportunidad para una excusa que inventar- frunzo el ceño.

-Ya lo has escuchado, no hay nada que hacer aquí- me cruzo de brazos mirando a la chica sentada en la cama con sumo odio.

-Lo he escuchado perfectamente, corazón. Pero quisiera al menos hablar con Ian a solas- sonrío falsamente que ella me devuelve.

-No hay nada de que hablar- interviene el castaño. Vuelvo la vista hacia Ian, quien me mira con una ceja alzada que se pudiera definir como un "Ahora puedes irte". Aprieto mis puños clavando mis uñas en la piel de mi palma.

-Vendré en otro momento, quizás comparta esto con alguien más- me resigno por primera vez y me giro sobre mis talones con la intención de irme.

-Quizás quieras compartirlo con Adam, de seguro que será un honor para él-me detengo a medio camino de girar el pomo.

-¿Que has dicho?-pregunto confundida. Escuche perfectamente lo que dijo, pero estoy confundida entre si son celos o es por lo que le dijo Lisa.

-Dije que quizás quieras compartirlo con tu aliado, tal vez el sí tenga todas las definiciones que describes como una persona de tu estatus- bajo la mano que mantenía elevada y me giro fijándome en el castaño.

-¿Acaso estas juzgándome?- niega e ignoro la sonrisa divertida de Lisa.- ¿Prefieres quedarte con las palabras sin pruebas de alguien más sin ni siquiera averiguarlo por ti mismo? ¿Creerle a una persona que viene a decirte algo incierto?- suspiro ya cansada de todo esto.

-No sé de que hablas, pero no hace falta averiguarlo si ya he visto algo parecido anteriormente- río sin gracia.

-Sabes muy bien a que me refiero. Más allá que hayas visto algo antes, eso no quiere decir que mis palabras fueran mentira cuando te dije que en unos años he cambiado. No puedes creerle a una persona desconocida. No te pido que confíes en mi, pero tampoco creo que deberías confiar en alguien al azar y tomar palabras que no tienen prueba alguna.- mira de reojo a Lisa.

-Ella es mucho más confiable que tu. No demostró lo desagradable y mala persona que si has demostrado.

-Sabes que... desde este instante ya dejare de intentarlo y ya no me verás más si es lo que deseas. Solo hay una cosa... vas arrepentirte cuando recuerdes todo y veas que está de aquí- señalo a la pelirroja con total desagrado- no es lo creíste que era. No esperes que luego de todo lo que dijiste vas a obtener mi disculpas fácilmente. Un gusto...- dicho esto salgo de allí.

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