13 de septiembre.
Me desperté más tarde de lo habitual. Me vestí y arreglé con mi nueva indumentaria. Desayuné rápidamente. Estaba nerviosa. Cuando me ponía nerviosa me daba por hacer todo más rápido de lo normal. Fui al baño a lavarme los dientes y refrescarme un poco la cara. Me miré en el espejo y me costó reconocerme. ¿Esa era yo? ¿Nerea seguía ahí? Demasiadas cosas en tan poco tiempo.
Fui a limpiar y ordenar la cocina. Estaba terminando de fregar el plato del desayuno cuando me llegó un mensaje. Lo lavé rápidamente, me sequé las manos y tomé el móvil.
“En 20 minutos llegará tu paquete”
Parece que sí era verdad. Mi mente no se había inventado toda esa historia. Por un momento pensé que había sido una ilusión, un sueño y que mi apariencia había cambiado por algún arrebato que me había dado, pero no. Todo eso era real.
20 minutos. Eso es lo que quedaba para saber qué iba a pasar a partir de ese momento. Decidí ponerme a ordenar el salón y el dormitorio. Había tantas cosas nuevas por colocar en él para que nadie las pudiera ver de un vistazo. Quien sabe si iba a entrar alguien de mi familia y ver que tengo todas esas cosas impropias de mi. Terminé de colocar mis nuevas prendas en la parte trasera del armario y me senté en el sofá. Unos minutos después sonó el timbre.
Era el mismo chico del otro día. Traía un paquete más grande que el anterior.
-Nerea Gómez, ¿no? -preguntó.
Asentí con la cabeza.
-Bien. Firme aquí, por favor -dijo entregándome el papel y bolígrafo.
Firmé y me entregó ese nuevo paquete misterioso. Me dirigí de nuevo al sofá, preparándome para vaya dios a saber qué había en ese paquete.
Levanté las solapas superiores encontrándome con un sobre. Lo cogí y lo dejé sobre la mesa. Volví la vista a la caja y encontré una pistola, balas y un pequeño bote que parecía un cuentagotas a simple vista.
Dejé la caja a un lado y tomé el sobre. De él salió un papel y una tarjeta de crédito. Tomé el papel y lo leí:
“Hola Nerea. ¿Te gusta mi regalo? Sé que sabes disparar, tu padre te enseñó. No te preocupes. Aun no tienes que usarla.
Quiero que cuando estés con tu familia o algún conocido tuyo, luzcas tal y como eras antes; por eso, compra una peluca.
¿Ves el bote que te he mandado? Es veneno.
Tu primera misión es que compres un vestido de fiesta. Usa la tarjeta para ello y para cualquier otro gasto.
Esta noche irás a la fiesta que se celebra en el Hotel Paradise. Dí que te llamas Rebeca Carter, así te dejarán pasar.
Tu objetivo es Jake Steele, uno de los invitados. Supongo que sabrás quién es. Haz que te invite a una copa y echa el veneno. Basta con dos gotas. Nadie sabrá nada. Es indetectable.
Espera a que lo asistan y vete. Esto es todo por ahora.
T.R.M.”Es cierto que sé disparar. Mi padre era policía y como a los 12 años o así quiso enseñarme a hacerlo. Respecto a Jake Steele, por supuesto que sabía quién era, de hecho, ¿había alguien que no?
Guardé la pistola y las balas en el cajón del mueble de la entrada. Metí el veneno y la tarjeta de crédito en mi bolso. La caja la tiré a la basura y la carta la quemé. Me dirigí al centro comercial a comprar la peluca y el vestido idóneo para esa noche.
Ahora sí que empezaba el juego. Solo esperaba que no fuera muy largo.
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Instinto Psicópata
Action¿Qué hacer cuando te llega un paquete con fotografías de tu familia y una nota amenazante?