Capítulo 9

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Nos encontrábamos Maggie y yo recorriendo los secos pastos que estaban en el jardín de la prisión. Estos daban contra las rejas, las cuales del otro lado había caminantes y nosotras controlábamos que ninguna estuviese  abierta ni nada parecido.
-¿Me querías decir algo, Mag?-pregunté recordando el momento de hacía pocas horas.
-Quería hablarte de Carl. El es un chico y tu eres una chica...-me dijo haciendo señas raras con las manos y los brazos.
-La verdad no se a donde quieres llegar.-admití con bastante curiosidad. Ella suspiró de cansancio. Estaba claro que le costaba explicarme aquello pero se iba a tener que esforzar.
-Lo que quiero decir es que seguramente nadie te habló del tema, y bueno ya que somos tan unidas me gustaría a mi explicarte...-dijo con la mayor rapidez posible antes de que yo la interrumpiera.
-Maggie, tengo en claro "eso"-le dije un poco incómoda con la situación.
-¿Si? ¿Entonces se van a cuidar no?-me dijo alzando las cejas.
-¡Maggie! Tengo 15 años. Y además Carl es un amigo nada más.
-Nunca se sabe. ¿Pero me prometes que van a ir con cuidado?
-Si, si nunca mas tenemos esta conversación.-dije ofreciéndole mi dedo meñique como haciendo un juramento.
-Por supuesto.-me dijo contenta entrelazando nuestros dedos.
Seguimos caminando por la reja hablando de cosas tontas del pasado y vimos que todo estaba en orden. Ningún alambre cortado, ni ningún caminante atrapado, ni nada que nos pueda perjudicar. Extrañaba la vida de esta manera.

Al día siguiente todo estaba en orden. La noche anterior todos los mas grandes, cumplieron el trato que habían hecho con las personas que habían encontrado en la cárcel. Al parecer ellos no sabían que el mundo se había ido a la mierda entonces Rick se ofreció para enseñarles a matar caminantes. Cuando hacían eso un par murieron, uno escapó por la prisión y los otros dos, los más débiles, se rindieron y suplicaron al shérif que los dejara unirse al grupo y este a duras penas lo aceptó.
Estábamos todos afuera conversando cuando vimos  salir a Herschel con muletas. Caminaba bastante bien con Beth.
-¡Así se hace Herschel!-gritó Glenn a mi lado. Todos reímos y entonces fue cuando los vimos.
10 caminantes salieron de una puerta y empezaron a perseguir a Carl, Maggie y Lori. Estos tres se fueron adentro de la Prisión y empezó a sonar una sirena muy fuerte que no paraba.
-¿Que es eso?-gritó Rick tapándose sus oídos con las manos al igual que todos.
-Debe venir del sótano.-gritó Tiny, una de las personas que habían quedado en la prisión.-Creo que se como apagarlo.
El corrió para entrar y todos lo seguimos. Encontrábamos caminantes por todos lados alterados por el insoportable ruido.
Lo seguimos hasta una habitación que tenía todas máquinas enormes que no sabía para que servían.
-Solo tengo que cortar estos cables...-dijo Tiny pero fue interrumpido.
-¡No!-gritó un hombre de piel oscura de estatura baja que saltaba de detrás de una máquina.-Ustedes mataron a mi amigo.
Estaba apuntando con una pistola a Rick. Yo no entendía nada, así que supuse que era una de las personas que había encontrado Rick.
-Cálmate.-le dijo Tiny.
-¿No lo ves Ti? Son malas personas matan a la gente.-dijo el hombre mas enojado. Ahí entendí todo. El había sido el que había prendido las sirenas para que Rick venga acá y así poder matarlo. Rick miró a Tiny para ver que hacía, si se quedaba con nosotros o iba con el otro. Este agarró una pistola y le dio un tiro en la frente al chico. Rick lo miró sorprendido pero yo lo entendía, el quería sobrevivir.
-Vamos rápido Tiny.-lo apuró Rick que ya estaba perdiendo la paciencia por el ruido como todos.
-Listo.-dijo cuando el insoportable ruido paraba.
Todos largamos un suspiro de alivio y nos retumbaba la cabeza.
Volvimos afuera en donde nos habíamos separado y vimos que no había nadie pero apareció Carl con la mirada seria y dirigida a sus pies. Detrás de el vino Maggie que lloraba desesperadamente con una bebé ensangrentada en brazos. No. No podía haber pasado esto. Rick se acercó preocupado a ellos y con una mirada entendió todo.
-¿Lori?-dijo casi susurrando. Maggie siguió llorando, pero esta vez en los brazos de Glenn que estaba muy apenado también. Ella me dio la bebé a mi ya que no podía cargarla por tanta desesperación.-No,no.
Rick se acercó y miró a Carl mientras lloraba y repetía: No. El chico se quedó serio pero yo estaba segura de que en cualquier momento se derrumbaría igual que su padre.
Rick empezó a correr desesperado hacia la prisión. Maggie intentó detenerlo, pero Glenn la detuvo con razón. Rick había perdido algo muy especial para el y necesitaba enfrentar sus problemas a su manera y si correr por la cárcel matando caminantes ayudaba que así sea.
Estábamos todos en silencio mirando a Carl que estaba serio y lo único que escuchábamos era el llanto de Maggie. Cuando todo se calmó un poco, Daryl me hizo una seña para que fuera con el.
Me acerqué a donde estaba lentamente.
-Voy a salir a buscar cosas para la bebé. Su padre no está nada bien...
-La cuidaré, Daryl.-le dije con una sonrisa. El me imitó y fuimos a buscar un bolso para poner las cosas.
Escuchamos unos pasos atrás nuestro y nos alarmamos, pero nos calmamos cuando vimos que todo el grupo estaba a nuestras espaldas.
-Rick no está bien. Estoy a cargo del grupo por ahora. Glenn, acompáñame a buscar leche.
-Quisiera ir yo.-dijo Maggie dando un paso adelante. Todos la miramos extraños ya que ella no estaba nada bien tampoco.-Se lo debo a Lori.
Daryl asintió y cuando ya tuvieron todo listo partieron en la moto del cazador a buscar la leche.

Estaba en mi celda armando con algunos harapos alguna prenda que le quedara bien a la pequeña bebé.
Beth estaba conmigo. Las dos no hablábamos, creíamos que era mejor de esa manera. Cada una sufría en silencio. Puede que no haya conocido a Lori por bastante tiempo, pero se había vuelto una persona muy importante para mi.
Carl entró bruscamente a la celda lo que hizo alarmar a Beth. Yo la miré haciéndole una seña con los ojos para que nos dejara solos. Ella asintió y salió con la bebé dejándonos solos a mi y a Carl.
-¿Ya pensaste un nombre?-dije sacando algún tema de conversación y haciendo lo mismo que antes.
-Eso no es lo que más me preocupa ahora.-dijo en tono frío.
-Si quieres hablar del tema sabes que siempre puedes contar conmigo.-dije acercándome un poco a el.
-Si, como sea.-dijo serio y algo agresor. Me hubiese enojado por lo cortante que estaba, y tengo que admitirlo que por ahí estaba un poco molesta con el por la forma en la que me trató, pero en el fondo lo comprendía. El había perdido a su madre y si quería enfrentarlo de esa manera yo no lo podía juzgar.
Pero también no me iba a dar por vencida con el. Quería ayudarlo de alguna manera, o transmitirle lo que yo había pasado con la mía cuando ella murió.
El salió dela celda en donde nos encontrábamos y fue al "comedor" si es que se podía llamar de esa manera, por que no era más que una mesa y varios bancos al rededor.
-Te juro, Carl, que comprendo lo que estás pasando ya que yo también lo viví de cierta manera.-dije siguiéndolo.
-No creo que lo sepas. ¡No la tuviste que matar vos para que no se convierta en un caminante! ¡Por lo menos la tuya tuvo el valor de matarse sola!-gritó con todas sus fuerzas mirándome con los ojos rojos que confirmaban que además de gritar, lloraba. Me quedé plasmada ante esa confesión.
Se quedó parado frente a mi y luego en su mirada pude notar que el sabía como se sentía en ese momento.
Yo quería llorar también, no solo por lo que me había dicho ya que a eso lo consideraba muy cruel, sino por que era verdad.
Sentía todo ese dolor que sentí cuando mi hermana entró llorando a mi habitación a mitad de la noche para darme la horrible noticia. Y lo peor era que en ese momento odié a Carl. Lo odié por la forma en la que me trató. Lo odié por la infancia feliz que había pasado junto con sus padres. Y sobre todo porque lo quería. Odiaba quererlo, si me encariñaba con el iba a terminar mal. Como todo, hoy en día. Creo que odiar es una distracción del querer. Odiar es más fácil, sobre todo para ocultar el amor.

"Survive"-The walking dead. Carl Grimes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora