"Survive"-The walking dead. Carl Grimes.

Capítulo 11

Al final Carl no vino con nosotros. Eso facilitaba claramente las cosas. Quería mucho a Carl, pero no tenía mucha experiencia saliendo a expediciones, entre otras cosas, así que era mejor que se quedara en la prisión con los demás. Fuimos en un auto, éramos Rick, Daryl, Michonne y yo. Lo sé, no éramos muchos pero solamente iríamos y rescataríamos a nuestros amigos, si es que las cosas no se complicaban.
Cuando nos alistamos todos, nos subimos al auto. Manejaba Rick, al lado iba Daryl y yo iba atrás con Michonne. Las dos no hablábamos. En realidad nadie lo hacía, yo estaba muy nerviosa y no sabía por que.
-¿Mary tienes una botella de agua?-me preguntó Daryl mirando en mi dirección. Yo asentí y abrí mi mochila para buscar una. Lo primero que vi al abrirla fue la foto de mi padre que no recordaba haberla puesto ahí.
La tomé entre mis dedos tratando de recordar algún buen momento con el pero fue interrumpida por Michonne.
-¿Como lo conoces?-me preguntó seriamente. Yo la miré sin comprender. Parecía muy enojada conmigo y no sabía porque. Daryl y Rick miraban a la mujer extrañados igual que yo.
-¡Respóndeme!-me gritó. Rick paró el auto de repente e hizo que todos nos bajáramos para ver que le pasaba a Michonne.
-Michonne tranquilízate.-le dije tratando de calmarla pero parecía imposible. Ella tenía su katana afilada puesta contra mi cuello. Yo no tenía miedo, es más estaba intrigada.
-¿Que relación tienes con el?-me preguntó. Miré a Rick y luego al cazador preguntándoles con la mirada si tenía que responder. Ellos asintieron y no me quedó otra que hacerlo.
-Es mi padre.-dije en un susurro tratando de no derrumbarme en lágrimas ahí mismo.
La mujer abrió los ojos y presionó el cuchillo más contra mi piel lo que me hizo estremecer.
-¿El Gobernador es tu padre?-me preguntó sorprendida. ¿Ese era el Gobernador? Rick y Daryl me miraron sorprendidos también y creo que algo decepcionados conmigo. ¿Ellos no estarán pensando que yo...
-No sabía que era el. Enserio, Daryl cuando me encontraste estaba sola ¿Recuerdas?-traté de que creyeran mis palabras pero era inútil.
-María, no podemos traerte de nuevo a la prisión. Nos decepcionaste a todos. Creímos en vos.-me dijo Rick subiendo al auto. El pensaba en dejarme sola devuelta. Esto estaba mal, muy mal. Entendieron todo al revés.
Daryl no podía permitir esto pero el cazador solamente me miró con desconfianza, como si no me conociera.
No me creían. Ellos preferían creerle a alguien que apenas conocían antes que en mi.
Vi como el auto se alejaba dejándome en la carretera sola como en un principio.
Empecé a caminar por el bosque, ya que creía que iba a ser más seguro que ir por la ruta.

Narrador omnisciente.

Rick y Daryl iban en el auto callados con Michonne atrás. De repente Daryl mira a Rick confundido, pensando en si dejar a Maria atrás fue lo correcto.
-¿Estas seguro en confiar en esta mujer?-le preguntó el cazador al shérif en un susurro casi audible para que Michonne no escuchara.
-Daryl, ella lo reconoció. Cuando Mary llegó a la granja me contó el papá la abandonó. No creo que sea cierto ahora.
Daryl asintió, no muy convencido de la dolorosa respuesta que le había dado su amigo.

Narra Maria.

Caminaba a lo largo de una hora tratando de llegar a Woodbury guiándome por los recuerdos que venían a mi cabeza sobre el mapa que nos había dibujado Michonne.
Iba a ir al supuesto pueblo a rescatar a mis amigos aunque Rick y Daryl no quisieran. Maggie y Glenn no dejaban de ser mis amigos y yo los quería mucho. Por parte de los dos me sentía dolida al dejarme así como así y creer en una mujer que apenas conocían antes que en mi. Al parecer no eran una familia y en este mundo apocalíptico estaba sola.
Llegué a una estructura grande como si fuera de metal. Supuse que ahí sería Woodbury.
Rodeé todo eso, que era un muro que separaba el mundo. Miré al cielo. Ya estaba anocheciendo, si quería actuar tendría que ser rápida.
Lo que más me intrigaba era ver a mi padre. Si el estaría ahí o no. Por ahí era mentira y Michonne solamente estaba confundida.
Escuché gritos, aplausos y algunos gemidos de caminantes. Empecé a correr más rápido contra el muro para que nadie me viera.
Justo vi una pequeña separación de las maderas que conformaban ese muro lo que me permitió ver que sucedía adentro.
Pude ver cuatro caminantes amarrados con cadenas al suelo formando un cuadrado y tribunas con gente al rededor de ellos.
Ahí fue cuando lo vi. Daryl estaba en el medio de los caminantes peleando con un hombre que no conocía.
Busqué algún espacio para poder pasar del otro lado pero me fue imposible. Pensé en trepar pero me iban a descubrir. Pero justo en ese momento encontré un espacio de unos 30 cm. Valla que son cuidadosos en este lugar, cualquier caminante podría entrar.
Pasé por ahí y pude ver todo con más claridad, escondida por supuesto. Vi que Daryl estaba peleando rodeado de cuatro caminantes.
También vi a una persona, una mujer rubia que miraba seriamente como si estuviera en desacuerdo toda la situación, al contrario de todos los demás que gritaban desesperados, aplaudiendo de felicidad. Me fijé más en esa mujer que estaba allí, me resultaba muy familiar ¿de donde...
-¡Andrea!-grité sin querer, por suerte nadie me escuchó pero ella si, porque dirigió su mirada hacia mi y se sorprendió.
Corrí escondiéndome hacia ella.
Y ahí fue cuando me di cuenta con quien estaba. Mi padre se encontraba sentado al lado de ella. Pero estaba distinto. Tenía un parche en donde se supone que debía ir el ojo.
Andrea me vio negando con la cabeza, indicándome que no me acerque. Pero luego de eso todo pasó muy rápido. Fuego, gente corriendo desesperada, Andrea viniendo hacia mi, disparos.
Me acerqué hasta la rubia corriendo y tratando de mantenerme de pie, por que toda la multitud corría y gritaba por el fuego que había.
La abracé cuando la tuve cerca y ella depositó un beso en mi frente.
-¿Donde tienen a Maggie y a Glenn?-le pregunté rápidamente. No había tiempo para protocolos de segunda mano. Ella no entendió.
-No sabía que estaban aquí.-gritó ya que no se escuchaba nada y eso que estábamos a centímetros de distancia.
-¿Y la oficina del Gobernador?-tengo que admitir que me costó pronunciar esas palabras pero mis amigos podrían estar muertos. Estaba segura que el querría vigilarlos de cerca así que los tenía que tener en algún cuarto cerca de esta.
-Por allí.-me dijo señalándome una casa. Yo asentí y salí disparada hacía donde ella me dijo.
Encontré una habitación que tenía una puerta de metal grande. Perfecta para tener secuestrado a alguien.
Intenté abrirla pero estaba cerrada así que le di un tiro a la cerradura y luego la empujé para abrirla.
Vi a una silla en el medio de la habitación y a un hombre sentado en ella. Estaba golpeado e incluso creo que inconsciente.
-¡Glenn!-dije y corrí a desatarlo y a ayudarlo. El me miró mientras tosía y puedo jurar que estaba contento de que viniese.
-Maggie...Está al lado...-dijo como pudo, tosiendo. Sus ojos le pesaban y se notaba que estaba verdaderamente destruido por dentro pero le importaba más su novia. Yo asentí y fui corriendo a donde me dijo.
Rompí la cerradura como antes y pateé la puerta. En esta en cambio había una mesa y atrás de ella una mujer. Esa era Maggie pero estaba desnuda de la cintura para arriba y tenía los brazos cruzados por el pecho mientras lloraba desconsoladamente.
-Mags...-solamente pude decir eso al ver a mi amiga en ese estado.-Vas a estar bien. Ven.-dije tratando de no llorar yo también y tendiéndole la camisa que estaba a un lado.
Ella asintió, todavía llorando y me abrazó.
Luego de eso la llevé con Glenn y los tres salimos de ese horrible lugar para irnos de allí.
Estábamos escondiéndonos cuando yo choco contra un hombre. Era Rick que me miraba serio pero no había tiempo para esto, tenía que sacar a Glenn y a Maggie a salvos.
-Rick luego lo podemos discutir pero mira como están.-le dije señalando q los dos.-Confía en mi y déjame sacarlos. Luego me voy te lo prometo.
El me miró sorprendido pero después de unos segundos me tendió las llaves de auto y me dijo en donde estaba. Yo le agradecí y salimos corriendo hacia el agujero que había en el muro.
Con cuidado pasamos los tres y buscamos el auto por donde nos dijo el shérif.