Capítulo 5

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Era de noche y Rick y Glenn no llegaban, Lori y Maggie se desesperaban y no había cosa que las calmara.
Estábamos todo dentro de la galería de la casa por el frío que hacía cuando escuchamos el motor de un auto.
Salimos todos rápidamente y vimos que era el auto de Shane el que se acercaba, Lori y Maggie emitieron un largo suspiro de alivio.
Los tres bajaron del auto y Maggie fue al encuentro de Herschel, Lori y Carl al de Rick, Shane se fue enojado para otro lugar y yo fui a saludar a Glenn ya que le había agarrado mucho cariño.
-¿Por que tardaron tanto?-preguntó Lori muy preocupada y casi se podría decir que con algo de reproche para Rick.
-Nos topamos con dos chicos que nos intentaron matar pero nosotros lo hicimos.-llegó Glenn de repente pronunciando esas palabras.
Todos lo miramos sorprendidos con la esperanza de que fuera una broma pero parecía todo lo contrario. Su mirada estaba seria y algo sombría y en su cabeza resplandecía la luz de la luna.
Nadie dijo más nada por que era lo correcto. Hay que matar o morir en estas épocas y bueno, ellos decidieron matar.
-¡Ayúdenme! ¡Por favor! ¡Es Dale!-gritaba una mujer a la que reconocimos como Andrea. Todo corrimos para el campo que estaba antes del bosque ya que de ahí venían los gritos.
Daryl agarró varias linternas y nos pasó unas a Carl y a mi.
Llegamos donde estaba Andrea tirada en el piso junto a un moribundo Dale.
Un caminante le había abierto el estómago sacando así todos sus órganos para afuera.
Maté al caminante que estaba detrás de Andrea y me arrodillé a su lado. Esto no podía estar pasando.
-Dale, quédate con nosotros, por favor. ¡Herschel! ¡Tienes que hacer algo! ¡Hay que operarlo!-gritaba Rick desesperado.
-No resistirá el viaje a la casa.
-Entonces opera aquí. Lori, vendas. Carol...
-¡Rick! No...-dijo Herschel poniendo una mano en el hombro del descontrolado sheriff. El viejo bajó la mirada hacia Dale que tenía los ojos abiertos del miedo y del dolor.
-¡No! ¡Dale!-gritaban Andrea y Rick enojado.
Carl lloraba y tengo que decir que a mi se me escapó una que otra lágrima.
Daryl sacó la pistola que tenía en un bolsillo y apuntó a la cabeza de Dale.
-Adiós, amigo.-dijo apretando el gatillo. El estruendoso ruido del disparo fue lo último que se escuchó durante varios segundos donde supongo que todos estaban recordando sus mejores momentos con el.

Una semana había pasado después de la muerte de Dale. Todos hacían sus cosas sin decir una palabra porque todos lo extrañábamos.
Antes de morir el no para de repetir que este grupo estaba roto. Y tenía razón. Con lo de Sophia y lo de Dale todos se alejaban de todos cuando en realidad no se daban cuenta que tendríamos que estar más unidos que nunca.
Yo por mi parte ya era una mas del grupo. Rick no paraba de repetirme eso constantemente aunque creo que por la actitud de Daryl hacia mi no creo que fuera muy así. Ya no me hablaba y si lo hacía era para cosas muy puntuales, como por ejemplo que le diga a Rick algo.
A Carl se lo veía muy distraído y enojado. Trataba mal a todo el mundo y cuando yo le quería hablar ni se me acercaba. Se ve que con esto de hacer amigos en el Apocalipsis no era muy buena.
Estaba afilando unos cuchillos que me había dado T-Dog cuando siento unos pasos atrás mío. Me doy vuelta apuntando hacia delante con un cuchillo en forma de protección cuando me doy cuenta de quien es.
Carl.
-¿Pasó algo?-le dije por que por su cara y el venir a hablarme de la nada tendría que haber pasado algo muy grave.
Miró para abajo lentamente. Estaba nervioso y con miedo.
-¿Carl estás bien?-pregunté preocupada.
El tardó unos segundos en contestar y ni siquiera se movió de su posición.
-Yo...yo maté a Dale.
¿Vieron cuando reciben noticias inesperadas que cuando las oyen se quieren pegar un tiro? Bueno este era uno de esos momentos.
-Carl, a Dale lo mordió un caminante...-dije todavía dolida por ese feo momento y con miedo a mencionarlo porque nadie más lo hizo por un largo tiempo.
-No, yo vi al caminante y no lo maté. Dale murió por mi culpa. ¡Todo esto es mi culpa, Mary!-gritó desesperado. Miré para todos lados por si había alguien cerca que nos podía escuchar pero no había nadie por suerte.
Claro que el no lo había matado. Esas cosas podían pasar más en estos tiempos.
Carl empezó a temblar hasta caer en mis brazos y juntos nos unimos en un gran abrazo.
-Nada de esto pasó por ti.-susurré despacio acariciando su espalda mientras el lloraba en mi hombro.¿Que podía hacer para calmarlo? Era muy grave que se culpara de una muerte, más si era  la del santo de Dale.
Hasta que se me ocurrió contarle a Rick. No quería ser una buchona pero Carl necesitaba ayuda y si yo no se la podía dar, quien mejor que su propio padre para hacerlo.
Dejé a Carl sentado en la escalera reflexionando sobre lo que me había dicho hacía unos instantes para buscar a Rick.
Estaba inspeccionando el granero.
Me acerqué a el tomándome unos instantes para saber si de verdad era el momento.
-Rick.-dije en voz alta para que me viera y bajara hasta donde yo estaba.- Carl está muy mal, tienes ique hablar con el.
Me miró pero siguió con el que estaba haciendo.
-Lo haré después, ahora no tengo tiempo.-contestó como si nada causando la gota que rebalsó mi vaso. Esto era inaceptable. Puede que sea más chica pero viví cosas que ninguno de ellos había vivido a mi edad.
-¡Rick! Es tu hijo. Yo desearía tener un padre como el te tiene a vos.-grité desesperada yéndome de ahí.
Pasé bruscamente golpeando el pasto por al lado del árbol de Daryl dónde el se encontraba y se dirigió a mi.
No podía prestarle atención ya que estaba algo ocupada llorando, gritando y pateando.
-¿Estás bien? ¿Necesitas algo?-me preguntó Daryl viniendo hacia mi con su ballesta al hombro. Lo miré mal.
¿Porque se metía en mi vida cuando yo no lo llamaba?
-¡No me molestes!-le grité sentándome en el pasto a una distancia moderada de el.
Las lágrimas brotaban de mis ojos como el agua fluía sobre el río.
El se acercó y me giró quedándome frente a mi.
-Puedes decirme, te puedo ayudar.
Siguió insistiendo hasta que yo no resistí más.
-¡¿Por que te importa siquiera?! ¡Estás alejado de todos y ahora me vienes a hablar! Creo que ya tienes una vida demasiado complicada como para preocuparte de la mía Daryl.
No me había dado cuenta de que estaba gritando tan fuerte. Me callé de repente para no causar un alboroto y hacer que una horda se acercara a nosotros.
-¿Por que no dejas a nadie saber más de vos?-el estaba gritando también. Creo que había colmado su paciencia.
-¿Por que siquiera te importa mi vida?-repetí más fuerte. La conversación se volvió un griterío que nadie podía parar.
-¡Por que me recuerdas a mi!-siguió gritando.
¿Qué? No entendía nada. Primero me gritaba y luego me decía que le recordaba a el. Segundo, no somos comparables ya que yo era una niña de 15 años y el era un hombre que sabía lo que hacía.
-No tiene sentido.-logré decir con un hilo de voz. Nuestras respiraciones ya eran más calmadas y nos tomamos un minuto para recuperar el aire de tanto gritar.
-Lo que escuchaste. Perdí a mi hermano, igual que vos. Mis padres eran unos alcohólicos lo cual nunca estaban conmigo y tuve que cuidarme por mi solo, igual que vos. Eres unas de la primeras personas que encuentro que me entienden.
Yo asentí. Tenía razón. En muchos aspectos nos parecíamos pero eso no quiere decir que seamos iguales. Pero teníamos una cosa en común, estábamos solos.
-¿Tenías un hermano?-dije más tranquila. Ahora nos encontrábamos sentados en el pasto mirando hacia el camino. Era relajan te porque no se escuchaba nada y podías pensar sin ser interrumpido por distintos ruidos molestos.
-Se llamaba Merle. Era más grande que yo. Estuvimos juntos un tiempo pero cuando Rick llegó al grupo lo perdimos. No se si está muerto o no pero era todo lo que tenía.
-Yo tenía dos hermanos más grandes.
Los  dos sonreímos y volvimos la vista atrás porque escuchamos unos gritos provenientes de la casa. Nos levantamos rápido y no miramos. Daryl puso su ballesta al hombro y me indicó que lo siga detrás de el.
Llegamos a donde venían los gritos y vimos a Rick y a Herschel discutiendo, no muy después se unieron todos los demás.
-No nos puedes hacer esto.-gritaba desesperado Rick.
-Es mi granja.-respondió Herschel tratando de mantener la tranquilidad pero veía que era imposible.
-¡Entiende que no nos podemos ir!
-¿Por que no?-gritó más enojado todavía el viejo.
-¡Por que Lori está embarazada!-gritó en un intento de susurro Rick pero obviamente que por la desesperación le salió mal. Así que ella ya se lo había contado.
Miré a Glenn que estaba igual de sorprendido que el resto. La cara de Shane era indescriptible, la de Carl menos y la de Herschel era de arrepentimiento. Nadie dijo nada luego de que Herschel se diera vuelta y entrara a la casa seguido de sus hijas. Dixon me miró sorprendido pero yo solamente asentí para darle a entender que ya sabía eso.
Nada iba a ser igual ahora que todos ya sabían acerca del bebé de Lori. No le iban a querer dar trabajos pesados ni que se esfuerce mucho, cosa que iba a enojar a Andrea mucho. Pero bueno era un problema con el que teníamos que convivir.
Me fui a preparar todo para el almuerzo cuando vino Glenn caminando bruscamente y empezó a ayudarme pero obviamente quería hablar con alguien y no encontraba a quien. Con el tiempo nos habíamos vuelto muy amigos.
-Oh oh. ¿Problemas en el paraíso?-pregunté con una sonrisa. Era evidente que el y Maggie estaba en algo.
-No quiere ni hablarme. Por lo del granero y ahora esto.
-Va a estar todo bien.
Sonrió tocándome el hombro y se fue a buscar algunas cosas que faltaban en el campamento.
Me di vuelta y vi que salía Herschel de la casa seguido de Maggie, ya que Beth estaba descansando.
Todos se acercaron preocupados a ver la escena.
-Pueden quedarse. Pero no así. Entren sus cosas, se mudan hoy a nuestra casa.
Todos teníamos una amplia sonrisa en el rostro que nadie podía ocultar. No más noches congelándonos, ni temiendo que aparezca algún caminante. Por fin.
Nos olvidamos del almuerzo y nos la pasamos guardando todo en la casa.
Me acerqué a Rick repasando mentalmente una disculpa aunque no sabía que me diría el.
-Rick.-lo llamé en voz alta. Dirigió la mirada hacia mi y se acercó. Estaba serio y no hablaba mucho.-Creo que te debo una disculpa. No estuvo bien lo que hice.
-Gracias.-me dijo sonriendo sintiéndome realmente aliviada de que me perdonara.-Descuida, ya hablé con Carl.
Yo asentí y me fui tratando de ayudar a los demás con las cosas.
Terminamos cerca del atardecer. Herschel insistió en que Lori, Rick y Carl durmieran en su cuarto y el dormiría con Beth.
Yo por un lado fui con Andrea, ya que nos habíamos hecho amigas, a un rincón que tenía dos sillones. Al lado nuestro estaba Daryl con T-Dog.
Luego de eso intenté buscar a Carl pero no obtuve resultado. Ni el ni Rick aparecían y estaba oscureciendo. Entonces no me quedó mas remedio de ir a sentarme a la galería y esperar a que aparezcan.
-¿Preocupada?-preguntó Glenn a mis espaldas interrumpiendo mi análisis de las estrellas que estaban apareciendo en el cielo. Me di vuelta hacia el y vi que ya estaba al lado mío.
-¿Hablaste con Maggie?-le pregunté evitando su pregunta. No quería pensar en eso ahora, era mejor que me hablara de amoríos imposibles, como el suyo con la hija mayor de Herschel.
-Todo resuelto.-cuando Glenn terminó de decir esa oración se escuchó un disparo proveniente del campo que había antes de llegar al bosque. En un abrir de ojos el cielo ya estaba negro.
Y lo siguiente fue ver una horda viniendo hacia la casa y el granero en llamas.
De la casa salieron Lori, Herschel, Maggie, Beth, T-Dog, Andrea y Daryl.
Y ahí me di cuenta que no solo faltaban dos sino que Shane no estaba por ningún lado.
Andrea y Herschel empezaron a disparar a todos los caminantes que venían. Maggie y Glenn fueron a por la camioneta, Daryl por su moto mientras que T-Dog iba por un auto.
Carol salió de la casa también con todas cosas necesarias pero Lori no se podía sacar de la cabeza a Carl.
-No lo encuentro por ningún lado. ¡¿Que voy a hacer?!-gritaba desesperada. Carol trataba de calmarla diciéndole que por ahí estaba con Rick.
Empecé a disparar cuando Carol salía corriendo de ahí.
Todo pasó muy rápido. Vi correr a Lori, Beth y T-Dog hacia una camioneta. Glenn y Maggie ya salían de la granja.
Escuché un motor atrás mío mientras disparaba. Me di vuelta y me encontré con la moto de Daryl.
-¡Sube!-me gritó haciéndome un ademán con la mano. Yo negué con la cabeza y seguí disparando. No me iba a ir sin Andrea o Carol. Por suerte Carol apareció y pude convencer a ambos de que se fueran sin mi.
Seguí buscando a Andrea bastante tiempo pero no la encontraba por ninguna parte hasta que decidí que era el momento de partir.

"Survive"-The walking dead. Carl Grimes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora