009 ➳ you play the drums don't you?

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La mañana pasó bastante rápido. Luego del almuerzo, tres de los muchachos estaban sentados en el patio trasero, observando a los niños que jugaban en el patio de la casa de en frente.

El móvil de Ashton emitía música, de la cual Calum y Maddy también disfrutaban.

Ashton tenía un par de baquetas en las manos, y golpeaba una pequeña almohada al ritmo de la canción. Calum dejó de observar a lo niños para mirar a Ashton con detenimiento.

—Maddy, solo por curiosidad... ¿Le preguntaste a Ashton si quería unirse a mi banda? —susurró Calum a Maddy. A muchacha negó.

Entonces, Calum tomó aire, y se acercó a Ashton, hipnotizado por el movimiento de las baquetas.

—Hey, Ash —espetó Calum, llamando la atención del chico—. ¿Tocas la batería, no es así?

Calum se arrepintió de aquella pregunta segundos luego.

—Sí, sí —rió Ashton. Su risa era tan contagiosa, que Calum comenzó a reírse también—. ¿Por qué la pregunta?

—Uh, me preguntaba si querrías tocar en mi banda uno de estos días —dijo Calum una vez que tuvo toda la atención de Ashton en él—. No tenemos baterista y pues, no lo sé, si quieres...

—Claro, me encantaría —sonrió el chico—. Solo avísame cuando y dónde, y estaré ahí.

—Bien, bien —contestó Calum con una sonrisa—. Yo te llamaré. Gracias, Ashton.

—No hay de qué —sonrió Ashton de vuelta. En verdad, Calum pensaba que él era el baterista ideal para su banda.

Minutos luego de seguir sentados en el mismo lugar, Ashton dejó sus baquetas a un lado, y se dedicó a disfrutar de la música que emitía por su móvil.

—Oye, Maddy —dijo Ashton llamando a la muchacha, sin quitar la mirada del vacío—, ¿pensaste en tu respuesta?

—¿Qué respuesta? —interrogó Maddy, confundida por la pregunta de Ashton.

—Ya sabes, si quieres tus pinturas en el museo —aclaró Ashton, con una sonrisa. Ya había pasado un buen tiempo para que Maddy pudiese pensar.

—Oh, esa respuesta —rió Maddy, ruborizándose. No sabía qué es lo que iba a pensar Calum. Y si sabía que sus pinturas eran buenas, tendría más curiosidad por entrar a su estudio.

—Sí, esa respuesta. Mi amigo tiene varios espacios en el museo, y necesita llenarlo lo antes posible —complementó Ashton. Calum solo escuchaba en silencio.

—No lo sé, Ashton. Supongo que... no —respondió la muchacha en un susurro audible jugando con sus dedos. Ashton ahogó un grito exageradamente.

—¿Por qué no? Vamos, Maddy. Tus pinturas son fantásticas. En especial aquella del león. Esa es mi favorita, definitivamente. Aunque la de las dos niñas es bastante bueno, también. Me gusta tu retrato con las flores... ese es fabuloso.

—¡Ashton, para! Simplemente no quiero mis pinturas en un museo todavía. No me siento preparada aún, eso es todo —interrumpió Maddy antes de que el chico continuara con la descripción de algunas de sus pinturas. No quería que prosiguiera.

—Bien, está bien. Le comunicaré a Tom.

Después de unos segundos, Calum se acercó a Maddy y le susurró en el oído.

Momo ➳ calum hoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora