Maddy despertó pensando que todo aquello que había pasado el día anterior era un sueño.
Pero cuando se levantó y vio a su mejor amiga dormir en el sofá, sonrió, y se dio cuenta que todo este tiempo fue real.
No solo el ayer, sino que toda su amistad también lo era. Tantas veces soñaban en conocerse. Tantas veces quisieron abrazarse y no pudieron; y finalmente, aquel sábado por la mañana pudieron hacerlo luego de la larga espera.
Lo malo fue que, Zoe no estará junto con Maddy desde el lunes, pues iría con sus familiares a conocer un poco más el sur del país y luego, se hospedaría en un hotel en Bristol, mas no en el departamento de Maddy.
Momo, no el menos importante, se había quedado dormido junto a Zoe, haciendo a Maddy casi gritar de alegría, pues ella se encontraba observando a dos de sus mejores amigos, no queriendo despertarlos.
Pero luego de unos minutos, se lanzó sobre la muchacha.
— ¡Levántate, Zoológico! Tenemos un largo día para pasarla juntas. Después no te veré hasta la siguiente semana, y cuando lo sea, será por ratos. ¡Vamos!— Exclamó la muchacha.
—Si no te llamases Maddy no me levantaría nunca. Pero como ese es tu nombre y quiero pasar todo el día contigo, lo voy a hacer —respondió Zoe con voz somnolienta.
Ahí fue cuando Maddy comenzó a hablar con energía, explicándole a Zoe todo lo que tenía planeado para para el día. A pesar de que ambas sabían que el sur del país era bastante aburrido, se divertirían pues, estarían acompañadas y eso era todo lo que importaba.
Fueron a pasear a Momo, mientras conversaban de cosas sin sentido hasta llegar a aquel tema.
—Pensé que ya estaban juntos, y estaba a punto de golpearte por no haberme contado —rió Zoe—. Además, parece como si lo estuviesen. ¿Han salido de nuevo después de ir al cine?
—No —contestó Maddy—. Pero sí hemos estado pasando más tiempo juntos. De vez en cuando, él va a cenar a mi departamento o Momo y yo vamos para el suyo.
—Invítalo a almorzar —sugirió Zoe, haciendo sonar aquella oración como una orden.
—No, gracias. Paso.— Maddy se había sonrojado de tan solo pensar aquella situación y sus manos habían comenzado a sudar de un momento a otro.
— ¿Cómo no?— Gritó Zoe, sorprendida—. No tiene que ser necesariamente en un restaurante, tonta. Puedes cocinar tú misma con esas recetas que dijiste que ibas a preparar para mí cuando nos conozcamos —espetó la muchacha intentando que Maddy recuerde aquella promesa que le había hecho ya hace varios meses—. Pero no es broma. ¡Ah, ya sé! ¿Cómo se llamaba ese lugar en el que almuerzas en la secundaria? Le puedes llevar ahí a almorzar.
—No tiene nombre, y no creo que sea buena idea llevarlo para allá —contestó Maddy cuando terminó de batir los huevos y verterlos en la sartén.
—Qué pesimista, Microondas. Míralo así: Te obligo a que lo hagas.
Maddy bufó, y lo pensó
—Solo porque lo quiero.
(...)
— ¡Maddy, no seas pesada! Me los mostraste por cámara, ¿no me los puedes mostrar en directo? Estoy segura de que Calum también quiere ver uno, por lo menos.
Él solo miraba a ambas muchachas discutir, pues él no tenía nada que ver. Obviamente, hasta que Zoe lo metió en la discusión mencionándolo. Simplemente, se puso incómodo y se encogió de hombros.
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Momo ➳ calum hood
Hayran Kurgu"Perdona, ¿puedo ver al cachorro?" cinderblockcalum 2016 © #CarrotAwards2017 gracias a hemmingsdevotee por la portada ly