—Ya sabes —dijo Zoe luego de explicarle a Maddy lo que ella debía hacer—. Le invitas al lugar ese, comen, lo besas y listo.
—Ya te dije que no lo voy a besar, zoológico —insistió Maddy, cruzándose de brazos y apoyándose en una de las paredes de metal del ascensor—. Pero lo de invitarlo a comer, sí. Es bastante probable. Solamente esperemos que no me ganen los nervios.
—Lo lograrás, microondas —sonrió Zoe dándole un fuerte abrazo de lado a su mejor amiga—. Me escribes y me cuentas con detalle todo lo que pasó, ¿sí?
Maddy asintió.
Zoe estaba yéndose con su hermano a ver a su familia. Probablemente la vería en un par de semanas, como también era probable que no.
—Voy a hacer todo lo posible para venir, lo prometo —susurró Zoe, sin soltar a Maddy—. Pero no voy a avisar. Vendré y listo.
Maddy rió; ayudó a Zoe a subir sus maletas al auto rentado de su hermano y se despidió de ella. Luego, vio como ella se alejaba cada vez más en aquel auto.
Subió hasta su departamento, y cuando abrió la puerta, Momo comenzó a ladrar. Ella intentó callarlo, pero el perro seguía dando vueltas por la sala del departamento persiguiendo su cola y saltando levemente. El perro quería salir a pasear.
Maddy sonrió, y se fue a colocar ropa un poco más abrigadora, pues estaban ya en noviembre y hacía frío afuera.
Se colocó un abrigo, unas botas y, cuando se abotonaba en abrigo, se percató de que Calum había olvidado su gorro de lana en su casa, y se lo puso.
Tomó la correa del perro. Le dio un poco de agua y un poco de comida, y se dirigió a la calle.
Ya afuera, veía a personas corriendo, personas charlando y una que otra fiesta siendo efectuada en casas más allá de su edificio.
Cuando Momo terminó de hacer sus necesidades, le quitó a Maddy la correa de la mano, lastimándola.
— ¡Momo!— Regañó Maddy al perro mientras le abrochaba la correa—. No se muerde. No.
— ¿Te ha mordido? —Preguntó una voz detrás de ella. Reconoció rápidamente la voz de Calum.
—Sí, lo hizo quitándome su correa —contestó la muchacha—. ¿Qué haces afuera tan tarde?
—Fui a comprar algo de comida y café. ¿Qué haces tú afuera? Hace mucho frío.
—Momo quería salir. Estaba desesperado.
Hubo un silencio un tanto incómodo, entra ambos muchachos que no sabían qué decir.
Maddy se puso nerviosa. Ella sabía que aquel era el momento perfecto para invitarlo. Solamente esperaba no echarla a perder o que Calum rechazara su invitación.
—Calum, yo... —dijo Maddy, preparándose para lo que se venía. Calum levantó las cejas indicándole de que continuara.
—Quería... quería invitarte a almorzar —sonrió Maddy con un poco de vergüenza—. Ya sabes, donde yo almuerzo.
A Calum se le iluminaron los ojos. No pensó que Maddy le invitara ahí; siempre pensó que ese lugar estaba simplemente fuera de su alcance. Y son pensarlo dos veces, aceptó.
— ¿Tengo que llevar mi almuerzo o hay comida allí?— Preguntó él, bromeando. Maddy le golpeó en el brazo—. ¡Estoy bromeando! Estoy bromeando.
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Momo ➳ calum hood
Fanfiction"Perdona, ¿puedo ver al cachorro?" cinderblockcalum 2016 © #CarrotAwards2017 gracias a hemmingsdevotee por la portada ly