Capitulo 16. Las rubias.

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Tocan la puerta, Danielle y yo nos miramos cuando yo bajo mi tostada al plato para dejarla allí e ir a abrir la puerta. Estaba sin remera, ya que adentro hace calor, mientras que afuera hace un poco de frío. Al abrirla Evangelina estaba parada tras la puerta.

-Hola Carl. –Me sonríe, yo solo le asiento. -¿Te molesta si paso? – Le negué con la cabeza y me moví para que pueda entrar, al estar en la cocina donde yo estaba desayunando con Danielle justo después de que haya sido guiada por mí nos mira a ambos. –Si estuvieron en la Alexandría de Deanna deberán saber que todos aquí tienen un trabajo. – Asentimos.- Aunque como recién llegaron, pueden esperar una semana si quieren para comenzar a trabajar.

-Yo iré con el equipo de búsqueda de supervivientes. –Dijo Danielle.

- Yo también. No voy a separarme de Danielle en ningún momento. –Evangelina nos sonrió.

-Bien, entonces irán con Logan y Kate. ¿Ya recorrieron la ciudad? Puede que haya algo de vuestro interés. –Sonríe un poco.

-Todavía no la hemos recorrido. –Danielle niega con la cabeza. –Después de desayunar iremos a caminar un rato.

-Entiendo. Bueno, comenzarán a trabajar en dos días cuando Logan vuelva a salir a buscar supervivientes.- Nos vuelve a sonreir. –Ahora los dejaré seguir desayunando, que tengan un bonito día.

Luego de cerrar la puerta cuando Evangelina se fue, volví a la cocina donde Danielle estaba tomando un té con una tostada y me senté al lado de ella, le dirigí una mirada de tranquilidad para llevarme un poco de café a mi boca seguido de una tostada.

-¿Cómo te hiciste eso? –Pregunta la castaña tocando una marca que tengo en mi abdomen.

-¿Esto? –Asintió- Me dispararon cerca de la granja de tu mamá. Un tal Otis, este guió a mi papá para que me lleve con Hershel y allí los conocí a todos. Me contaron que esa noche convulsioné y que casi muero ese día, mi papá me dio mucha sangre, apenas y podía mantenerse de pie.

-¿Otis te disparó? Que viejo tonto. –Ríe.- ¿Vamos a ver la ciudad?. –Dice poniéndose de pie, yo la sigo y me le acerco.

-¿Y si mejor nos quedamos durmiendo abrazaditos?- Ella rió y negó con la cabeza. –Está bien, vamos. –bufé.

Nos vestimos y luego salimos de la casa, comenzamos a caminar tomados de la mano por el vecindario, aquí también había gente mayor, estos nos miraban con una sonrisa, gesto que yo no les devolvía pero Danielle sí. ¿Cómo se le hace tan fácil sonreírle a alguien que no conoce? No puedo culparla, son viejos y no saben cuánto tiempo seguirán aquí.

Llegamos al gran lago y nos sentamos en la orilla, hacía algo de frío así que Danielle se abrazó a mí. Le dirigí una mirada tranquila e inexpresiva y ella solamente se dedicó a observarme a mi único ojo.

-Hola. –Dijo alguien detrás nuestro, solo me di la vuelta para observar quien era. Era una mujer rubia, de ojos azules. Se me hacía algo conocida. –Hola Carl.

-¿Andrea....? –Abrí los ojos como platos y corrí a abrazarla. No era la persona que más quisiese de mi antiguo grupo, pero como no la veo desde el incidente de gobernador, un abrazo es lo mínimo que puedo hacer por ella. -¿Cómo es posible? ¿El gobernador no te había asesinado?- Ella negó con la cabeza.

-Me dejó encerrada con su "mejor amigo", yo estaba esposada a una silla, pero logré desatarme antes de que me mordieran y lo maté. Luego salí de Woodbury cuando vi entrar a tu papá. Pero no me di la vuelta dado que había bastantes caminantes siguiéndome.

Regresando de la muerte // Carl Grimes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora