La Muda

25

Ana's POV

El ataúd, las flores, su foto y la gente callada.

Llegaban y al verme solo había lástima en sus ojos. Unos solo sonreían con tristeza e iban a ver el cuerpo de mi madre.

Mis conocidos estaban ahí, ninguno había cruzado palabra conmigo. Solo recibía a la gente y como si estuviera programada decía "Gracias por estar aquí". Pasaban las horas y veía a más gente, unos conocidos, amigos de ella o ejecutivos; Inclusive estaba la madre de Luke, Eva, y Nathan.

El ataúd era blanco justo como ella había dicho una vez. Nunca me ha gustado que la gente hable de su muerte y nunca me gustará.

Todavía escucho la voz de aquel hombre Inglés que llamó y preguntó por mí. Tenía que ir a reconocer el cuerpo de "la señora Aline". Un accidente aéreo fue el motivo de su muerte, nadie sabe que paso realmente solo que se estrelló.

Creo que debo de ser agradecida, muchas de los familiares de las víctimas solo recibieron partes de su ser querido...

Ya era medianoche y la gente se empezó a ir, una vez ya estando sola "apagué" aquella máquina la cual solo recibía a la gente y se mantenía seria. Mis piernas parecían de gelatina, sentía presion en mi pecho, no podía respirar, solo observe el ataúd en silencio y caí al suelo. Un golpe en seco sono en la habitación.

1, 2, 3, 4, 5...

Las lágrimas caían y mojaban el piso, ningún sonido salía de mi boca. Las imágenes de momentos juntas pasaron tan rápido y solte un grito. Golpeaba el piso con todas mis fuerzas y dejaba que todas las lágrimas salieran. Una mano se apoyó en mi hombro.

Luke estaba ahí. Paso su mano a mi espalda y recargo su cabeza en mi hombro. Sinceramente no sé como no se quedo sordo por tantos gritos. Nathan y Eva habían tenido que retirarse pues Nathan tenia clases al día siguiente pero Eva me abrazó y dijo que era su nueva hija.

Toby estaba incado a mi lado sosteniendo una de mis manos.Andrew estaba ahí pero el solo veía en silencio.

Melody estaba ahí, podía escuchar de vez en cuando sus suspiros. Lilly al igual que Andrew observaba en silencio.

En cierto punto decidí alejarlos de mí, no quería a nadie conmigo en ese momento.

-- Aline, te dije que era peligroso viajar tanto.-- una voz se escuchó.

  Esa voz la reconocería siempre.

-- Tú..-- susurre todavia en el suelo.

-- Ana, ¿Qué tal?-- maldito hombre.

-- Lárgate-- dije con mis pocas fuerzas

-- No seas tan grosera, ¿Aline no te educó?-- él.

-- ¡Largate!-- grité con todas mis fuerzas.

Un empleado de la funeraria entró para preguntar si todo estaba bien.

-- Mi madre esta muerta, claro, todo esta de maravilla.-- sonreí

Él joven solo me vio nervioso

-- No dejes que este señor entre, ¿Me escuchas?.-- dije y él solo asintió. Le pidió que se fuera y Él solo suspiró y se fue.

--¿Ana, él quién---?-- oí a Luke preguntar pero Melody interrumpió

-- Nadie importante-- dijo y se acercó a mí y me abrazó. Melody y yo ya no hablabamos y tampoco nos llevabamos tan bien pero en ese momento realmente me alegraba que estuviera ahí.

Se separó y busco algo en su bolso.

-- Ten-- dijo y extendió una barra de chocolate que siempre comiamos de niñas. Sacó otra para ella.

--Abrela-- la abrí con las manos temblorosas y ella la suya. --Por Aline-- acerco su barra a la mía. --Por... Aline-- lentamente conteste y choque mi barra contra la suya.

Era estúpido pero de niñas al siempre ver que los adultos brindaban pensabamos que era algo genial así que al no poder beber alcohol solo lo hacíamos con las barras de chocolate. Eso fue mi niñez.

La comimos y me relaje más. Intente dejar de llorar, todavía estaba desvastada pero sé que mi madre me esta viendo así que intentaré no mojar más el piso, no quiero que me haga limpiarlo.

A la 1 de la mañana decidí que debía dormir. Arregle asuntos sobre el entierro y al estar listo me fui a casa. Luke me acompaño.

Llegamos a la casa y un poco avergonzada por el gran desastre, abrí la puerta. Solo vio el desastre pero no dijo nada.

--Vamos hermosa-- me condujo por las escaleras. Llegamos a mi habitación y me desvesti, no me daba vergüenza con él. Me arropo como si fuera una niña,acarició mi cabeza y se fue.

-- Espera-- dije y él se giró. -- Quédate conmigo, por favor-- mis ojos se humedecieron y el regresó. Se desvistio y se acostó a mi lado. Me pegué a él y una lágrima se escurrio por mi mejilla; sus brazos me rodearon y me abrazó firmemente. Intente calmarme y cerre mis ojos, cayendo en total oscuridad en cuestión de segundos.