NIGHTFALL (EN PAUSA)

Explícame

-¡Tiene que morir, Scott!- Escucho a Jane gritar una y otra vez mientras intento ponerme de pie.

Me friego los ojos para poder mirar mejor y cuando se me aclara la vista, veo a Scott con una navaja en la mano que parece ser de plata.

-¡Qué estás haciendo!- Le grito pero el sólo me lanza una de esas miradas que te hacen sentir como el peor ser humano del mundo.

Me tapo la boca con una mano y ahogo un grito en cuánto Scott le clava la navaja en el estómago.

-¡Scott, no!- Mis ojos empiezan a arder y se me escapan un par de lágrimas.

-¡Tan pronto como se enteré tu padre de esto va a matarte!- Amenaza Jane tranquila como si lo que le acabaran de clavar en el abdomen fuera tan sólo una espina.

-Tienes suerte de que no te maté de una vez, Jane.- Susurra Scott y yo no puedo entender lo que estoy presenciando.

De un solo movimiento, Scott levanta a Thalía en brazos y sale de la oficina mientras yo aún sigo en shock.

Salgo yo también un poco mareada por el golpe de Jane y antes de cerrar la puerta la miro.

Está luchando por quitarse la navaja del abdomen.

-¿Me ayudarías?- Pregunta entre risas.

Y cuando estaba a punto de decir que sí, la señorita perfección susurró:

-Cómo podrías. Ni siquiera puedes ayudarte a ti misma.

Me enfurezco y doy un portazo. Corro detrás de mi mejor amiga inconsciente y de Scott, quiénes están subiendo en un auto deportivo negro.

Vaya auto.

-¡Hunter!- Grito -¡Espera, por favor!

Él pone los ojos en blanco y camino lo más rápido que puedo. Subo en el asiento del acompañante y nos quedamos en silencio durante todo el trayecto hasta el hospital.

Cuando llegamos, Scott lleva a Thalía con las enfermeras y luego desaparecen por el corredor. Me siento en la sala de espera y me friego la cara con preocupación.

Thalía, por favor que no se te ocurra morirte ahora porque en serio te necesito.

-Te llevaré a casa.- Se ofrece Scott y sale del hospital.

Me quedo analizando un segundo el problemón en el que me estoy metiendo.

¡Al diablo!

Salgo por la puerta detrás de Scott y lo observo caminar hacia el auto.

-Suéltalo.

Scott se da vuelta y empieza a reír.

-Sube al auto, Taylor.- Ordena.

-No.

-Bien.- Dice y rodea al auto para llegar al asiento del conductor.

-¿Por qué no me dejas saber?- Pregunto -¿Crees que no soportaría la verdad? Porque he soportado muchas cosas, en serio.

-¿Muchas cosas?- Se ríe con nerviosismo –No, estás cosas; chica lista, no son como "soportar" el dolor de un corazón roto, "soportar" el rompimiento de una amistad, "soportar"...

-La muerte de mi hermano.- Complete antes de que siguiera pensando que no he soportado suficiente.

Se quedó en silencio por un momento.

-¿Quieres que te lo diga?- Se acerca a mí despacio pero frenético -¿Qué tal si te digo que tu vida no es lo que parece ser? ¡Que la gente que te rodea te quiere ver muerta! Que tú no eres común y corriente.