Max Hunter

180 19 2
                                    

La puerta de entrada suena y su olor inunda mis fosas nasales en cuanto pone un pie dentro de la casa.

-Creo que es mi hija.- Anuncia el padre de Taylor y me limpio las manos con la toalla de cocina.

-¡Papá!- Grita Taylor y corre a abrazarlo.

Me asomo por la puerta y ella se queda paralizada.

-Qué...

-Vine a ver si estabas aquí pero me encontré con tu padre y me invito a pasar.

-Así es, no me habías contado que había un nuevo chico detrás de ti, Taylor.- Alterna miradas entre ella y yo y entonces salto.

-¿Disculpe? No... creo que lo ha mal interpretado. Taylor sólo es... una compañera de clase.

-Oh. Perdonen, es sólo que te vi bastante interesado y emocionado por verla y...

-No. Sólo vine a preguntarle acerca de un trabajo y eso es todo.- Miento.

La verdad, quería verla de nuevo. Es demasiado extraño, cuando estoy cerca de ella me siento totalmente diferente a como me siento cuando nos encontramos lejos el uno del otro. Es más fácil si no la tengo cerca, pero no puedo contenerme. Algo dentro de mí me obliga a acercarme y no puedo resistir.

-Será mejor que me vaya.

Le doy un apretón de manos al padre de Taylor y salgo.

Empiezo a caminar rápidamente y me entra una furia intensa a la que no le encuentro una razón.

Mis ojos empiezan a arder y siento como se tornan violetas una vez más.

-¡Hey, Hunter!- Escucho la voz de Taylor llamarme por mi apellido y suspiro.

-¿Qué?

-¿A qué has venido?- Pregunta y se acerca a mí despacio.

-No lo sé, probablemente quería asegurarme de que no estés molesta.

-Vete al diablo.

Me rio y doy la vuelta para seguir caminando.

-¡Deja de hacer eso!

-¿Hacer qué?- Sé exactamente qué, pero quiero escucharlo de ella.

-Ser tan indiferente. Actuar como si no te importara nada de lo que estuviera pasando. Ocultarme todo.

-Deberías entrar, está haciendo mucho frío. – Le cambio de tema repentinamente y enarca una de sus cejas.

-No, espera. ¿A dónde vas?

-No lo sé, Taylor.

-Llévame contigo.

-No.- Contesto sin pensarlo dos veces.

-¡Por favor!

-Dije que no.

Giro hacia un callejón y corro rápidamente hacia el techo de una casa a mi costado.

Observo desde allí a Taylor, quién se queda extrañada al girar y no encontrarme para seguirme insistiendo. Camina unos cuantos pasos más y cuando no me ve en ningún lado vuelve a su casa.

Lo único que se me ocurre hacer en ese momento es aullar. Aullar porque justo ahora es lo único que quiero, aullar porque es lo único que me distrae de lo que no puedo hablar.

Me recuerdo un par de veces que Taylor no es la chica que quiero ni la que necesito, ella no es mi tipo ni nada por el estilo. Además es una humana. Taylor y yo no tendríamos futuro, es más, a lo mejor ni me gusta, sólo estoy confundido y siento envidia porque Nathan quiere conseguir algo que yo no puedo.

NIGHTFALL (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora