Mal final para una buena noche

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Corro detrás de Taylor y me doy cuenta de que ella está sin aliento.

-¡Vamos, Taylor corre!- La intento animar.

-Yo no... no puedo.- Suelta en un susurro exhausto y con el montón de disparos que escucho a nuestras espaldas, lo único que se me viene a la mente es cargarla. -¡No, no!

Deslizo mi brazo por debajo de sus piernas y el otro detrás de su espalda y empiezo a correr. ¿Si no tuviera súper fuerza, velocidad y visión nocturna, cómo se supone que sobreviviría?

Los disparos dejan de escucharse en cuánto llegamos a casa de Taylor y para cuando estamos dentro, nos llevamos otra sorpresa.

-Vaya, vaya, vaya....- Se enciende la lámpara de la sala y una madre furiosa nos recorre con la mirada.

Demonios, vayan ustedes a lidiar con padres furiosos.

Sí, padres. El papá de Taylor acaba de salir de la cocina con una taza de café y una mirada asesina también.

-Puedo explicarlo –Excusa Taylor nerviosa y luego todos me miran a mí –yo...no es lo que parece.

Sus ojos encuentran los míos y frunzo el ceño al ver sus manos jugueteando una con la otra gracias a los famosos nervios.

-Queremos una buena explicación señorita, ¿has visto la hora?- Su padre interrumpe el silencio incómodo y suspiro.

-Sólo la invite a tomar un café, platicamos y se nos hizo tarde sin darnos cuenta, fue mi culpa.- Explico y en ese momento deduzco que los silencios incómodos con Taylor han sido de familia –Lo lamento.

-¿La invitaste a tomar un café?- Empieza a reír su madre y su padre niega con la cabeza.

-No exactamente.- Miente Taylor deprisa.

¿De qué me estoy perdiendo?

-Es decir, sí.- Se corrige –pero no fue una cita así que no sean exigentes.

¿Qué? Repito, ¿De qué me perdí?

-¿Ah no?- Pregunto yo recordándole que estoy a su lado, parece que se le olvidó.

-¡No! ¡No fue una cita!- Me regaña –Fue una... distracción. Scott quiso ayudarme a despejar la mente con la desaparición de Nathan y todo ese lío y la verdad creo que lo necesi...

-¿Cómo?- La interrumpen ambos al unísono.

-¡Dios!- Grita ella frustrada –Olvidé...

No sé por qué rayos lo hago ni que es lo que me pasó, pero por algún motivo, tomo entre mis dedos uno de sus mechones sueltos y los coloco detrás de su oreja. Eso la calma unos segundos y luego me mira confundida, yo sólo le sonrío y me encojo de hombros.

-No quiero interrumpir –Empieza su padre mientras se acerca a nosotros –pero Taylor, vas a sentarte aquí ahora y vas a contarnos todo, creo que hemos sido muy malos padres y tal vez necesitas que te escuchemos.

-No, no, la verdad ya me escuchó Scott y...

-Siéntate.- Ordena él.

-Papá de verdad, no hace falta que...

-Sién-ta-te.

Ella le hace caso y se sienta en el sofá junto a su madre y luego su padre al lado. Me quedo ahí de pie como un idiota sin saber qué hacer y cuando volteo a ver, la madre de Taylor me hace un gesto con las manos para que me una a ellos.

-Yo no creo que sea buena idea, señora Winfrey.-Susurro y ella niega con la cabeza.

-No te preocupes, siéntate.- Invita y le hago caso.

NIGHTFALL (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora