Un corazón que reparar

111 19 4
                                    

                  

-¿Sólo se besaron y...?

-Sí.

-¿La herida se...?

-Exactamente.

-¿Todo volvió a la normalidad?

-Así parece.

-¡Imposible, Taylor!- Grita Thalía incrédula mientras yo mantengo fija mi mirada en el techo.

-¿Tienes algo  que decirme?- Pregunta sabiendo que le escondo algo.

Me levanto hasta quedar sentada sobre la cama y respiro profundamente para decírselo.

-Estoy esperando.- Insiste.

-¡No lo diré!- Fallo y me dejo caer hacia atrás de nuevo para después esconderme bajo las cobijas.

Prometí no decir a nadie. Esto es algo demasiado confidencial ¿verdad? Es decir, un hombre lobo no puede ser conocido, no puede ser descubierto. Yo no puedo decírselo, aunque sea mi mejor amiga, no puedo.

-¿Qué? Taylor, nunca nos hemos escondido nada, ¿Qué más da si es un mago curador de heridas, o un brujo o algo por el estilo?

Me echo a reír.

-¿Brujería? ¡Demonios, no!- Rio de nuevo –Más bien es un monstruo.

Me lo repito a mí misma de nuevo, ¿un monstruo? No, no lo es.

-Sabes que puedes decirme, sabes que yo jamás te defraudaría.- Y vaya que lo sabía, Thalía sabe guardar bien los secretos. Pero, tengo miedo.

-Si te lo digo, ¿me creerás?

-Si dices que es un vampiro o algo así, ¡Ni hablar!- Dice entre risas.

-Es un hombre lobo, Thalía.

El silencio inundó mi habitación por un rato, no se lo esperaba, nadie estaría preparado para ese tipo de... revelaciones.

-¿Estás totalmente segura?- Asentí con la cabeza.

-Sí, ¿por qué?

-No, nada.

-¿Prometes guardar el secreto?- Su expresión se volvió totalmente seria y parecía estar pensando en algo.

-Por supuesto, Taylor.- Accedió.

-Debo confesar algo –Thalía me mira inmediatamente a los ojos y me muerdo el labio inferior –Por alguna razón, cuando estoy cerca de él o de Nathan o de Liam, me siento un tanto... diferente.

-¿Nathan?

-Sí, y a veces, me pregunto si yo también soy uno de ellos, ¿Tú crees que es posible?

-No.- Responde distante, como si estuviera enfadada.

-Thalía, ¿estás bien?- Pregunto con preocupación.

-Eh, sí.- Con una sonrisa falsa dibujada en su rostro, se levanta de la cama y toma su bolso –Debo irme, nos vemos más tarde ¿bueno? Prometo guardar el secreto.

-Adiós, Thalía.

-¡Hasta luego!

Me levanto de la cama, desayuno con mis padres que milagrosamente están en la mesa leyendo el periódico con la televisión encendida y finalmente vuelvo a mi habitación para tomar una ducha.

-¡Nena, tu padre y yo iremos al centro comercial!- Grita mi madre desde abajo. -¿Quieres ir?

-¡No!- Grito mientras me seco un poco el cabello con la toalla.

NIGHTFALL (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora