Sensaciones

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-Mis padres te advirtieron, Nathan.- Suelto con un tono de voz bastante serio mientras recuerdo con exactitud lo que le habían dicho aquel día que mi hermano intento quitarse la vida.

"Si te le acercas más de lo necesario, sufrirás las consecuencias de la luz de la luna."

Analicé esas palabras en mi mente una y otra vez y a pesar de que no logré descifrar su significado, supe que era una amenaza, una amenaza especial dicha por los líderes de la manada.

Me mira sonriente y mueve su cabello intencionalmente. Yo solo lo fulmino con la mirada y me guardo las ganas de golpearlo y clavarle algo de plata en su corazón.

-¿Desde cuándo obedezco a tus padres, Hunter?- Suelta una carcajada y miro sobre su hombro a Taylor discutiendo algo con Jane.

Gruño con fuerza al afinar mi oído y escuchar a Jane torturar a Taylor con palabras.

-Hey, calma.- Se vuelve a reír –Ya me encargaré yo de mi hermana.

Me da un empujón "amistoso" para luego darse vuelta e irse.

Me acerco a las dos chicas y me doy cuenta de que Taylor tiene los ojos inyectados de sangre.

-Largo.

-Amor, sabes que es cierto.

-Cállate, Jane- Le digo al oído –Ya vete.

Ella sonríe victoriosa y se va detrás de su hermano.

Intento hacer contacto visual con Taylor pero ella no me lo permite. Seguramente no quiere que la vea llorar.

-Era de esperarse.- Taylor no me mira pero puedo notar como frunce las cejas con curiosidad.

-¿Qué?- Pregunta inocentemente y las comisuras de mis labios se elevan en un intento fallido de sonreír.

-Eres como la luna- Busco su mirada una vez más y entonces sus ojos verdes se encuentran con los míos –Siempre ocultas una parte de ti.

Taylor suelta una risita que parece más un susurro.

Entonces me doy cuenta de que estamos parados justamente en medio de un centro comercial, entonces me paro detrás de ella y la tomo por los hombros.

-¿Qué haces, idiota?- Indaga y niego con la cabeza por su forma de tratar a las personas cuando está de mal humor –¡Scott!

-¿Puedes callarte y caminar?- No me responde, sin embargo, se deja guiar por mis manos; las cuales empujan suavemente sus hombros para que avance.

-Scott.- Menciona mi nombre y me detengo.

-¿Qué?

-¿Por qué de pronto te acercas y te comportas como...?

-¿Cómo si me importaras?- Completo por ella y agacha la cabeza.

Estamos en el parqueadero justo fuera de mi auto.

-Quería decir... como si no hubiera sucedido nada, pero no te preocupes, lo que dijiste también podría ser una pregunta.- Sé que se ofendió, esa no había sido mi intención, sinceramente.

-Sube al auto. – Ordeno.

-¿Perdona?

-Que subas, Taylor.- Entro en el asiento del conductor y ella se queda de pie fuera del auto, cruzada de brazos.

Pongo los ojos en blanco y salgo de nuevo.

Me acerco a ella hasta quedar tan solo a centímetros de su rostro y puedo escuchar su corazón latir como si hubiera corrido durante horas. Me remojo los labios y su mirada automáticamente se fija en ellos y por instinto, veo los suyos también.

NIGHTFALL (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora