011 || Thor Odinson

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Dedicado a @Sheblunar

Título: Caballos
Partes: 1

Resoplas mientras recoges el heno del suelo con la pala.

Después de estar haciendo ese trabajo durante al menos dos horas, pones una mano en tu espalda y te sientas en la colina, admirando la vista.

Siempre has pensado que Asgard es probablemente el más bello de todos los reinos, aunque no puedes saberlo con certeza, pues nunca has salido de tu hogar.

En estos instantes, cuando los pájaros cantan, la alta hierba se mueve a merced de la suave brisa y el sol poniente da un aspecto cálido al reino, piensas en lo bonita que es la vida en Asgard.

Aunque no siempre has pensado así. Cuando eras pequeña, le dijiste a tu padre que querías alistarte en el ejército para luchar contra gigantes de hielo y proteger al reino.

Pero él te dijo que eso no iba a pasar por dos razones. La primera, porque eráis campesinos (y lo seguís siendo), lo que hacía muy difícil poder entrar en el campo de batalla, ya que solo unos pocos de la realeza luchaban. Y la segunda, pero no menos importante, porque dijo que era demasiado peligroso.

Tu padre siempre os protegió a tu hermano y a ti. Él intentaba protegeros todo lo posible, de parte de tu madre y la suya.

Tu madre murió dándote a luz, por lo que no la llegaste a conocer. Sin embargo, a veces parece que sí lo hiciste, pues tu padre te contaba constantemente anécdotas e historias sobre ellas. Y al parecer has salido bastante parecida a ella.

Tu parte favorita del día era la noche, cuando tu padre te contaba cada día cómo se conocieron tus padres. Amabas escucharle y ver el brillo en sus ojos.

Por eso cuando él murió, quedaste devastada. Al principio no creíste a los guardias que te lo comunicaron.

Ellos pasaban por allí cuando oyeron un grito. Entraron a tu casa y descubrieron a tu padre en el suelo, sin vida.

Tú estabas en la escuela, y al volver junto a tu hermano, te dieron la noticia. Dijeron que, extrañamente, había sido un infarto.

Tu hermano y tú llorasteis durante toda la semana. Y a la siguiente.

Mientras tu hermano, que en aquel entonces ya era mayor de edad, salió adelante. Compró una granja con el dinero heredado y empezó a trabajar, durante día y noche, mientras tú caías cada vez más profundo.

Entonces, un día, decidiste salir de la cama, y así, poco a poco, rehiciste tu vida junto a tu hermano.

Y ahora, durante el día, te encargas de limpiar la granja y cuidar a los animales.

Estás tan ensismada en tus pensamientos que casi no oyes unos gritos masculinos, acompañados por el sonido de unos cascos.

Te giras y ves a un caballo negro galopar hacia ti, perseguido por un hombre montado en otro corcel, este color canela.

Te levantas y extiendes los brazos, con intención de pararle.

El caballo disminuye la velocidad, cosa que aprovechas para ponerte junto a él.

Le acaricias en el cuello y el animal se detiene por completo.

Acaricias su hocico y sonríes.

- Tranquilo, pequeño.

El hombre montado a caballo se acerca y baja del animal, poniéndose a tu lado.

El hombre tiene el pelo largo y rubio, del color del sol. Sus ojos, azules como el mismo cielo, te miran fijamente, y una barba de pocos días cubre parte de su rostro.

Tú miras sus brazos, musculosos, y es entonces cuando te das cuenta de su vestimenta: armadura plateada y capa roja.

Es de la realeza.

Y crees saber exactamente quién es. Las chicas y las mujeres de la parte de Asgard donde vives siempre parlotean sobre lo atractivo que es, lo fuerte y musculoso que es, cómo lucha y su valentía.

¿Y quién es él?

Pues es Thor, el hijo de Odín, el futuro rey de Asgard.

Te saca de tus pensamientos cuando dice con voz grave:

- Le agradezco lo que ha hecho, Lady...

- T/N. T/N T/A, majestad -respondes haciendo una leve reverencia.

- Llámeme Thor -responde sonriendo.

Tú sonríes de vuelta al ver su amplia sonrisa, aunque bajas la cabeza ante su mirada.

Y entonces te das cuenta de la ropa que llevas.

Una camisa de tu hermano, manchada de tierra, pantalones vaqueros remangados hasta las rodillas, descoloridos, y la hierba suave acaricia tus pies descalzos.

Sientes el color acudir rápidamente a tus mejillas y levantas la mirada.

Thor te mira divertido y tú solo te sonrojas más.

- ¿Puedo preguntar por qué te encontrabas aquí? -comenta.

Tu apartas un mechón de tu pelo de tu cara y dices:

- Yo...uhm...trabajo en esa granja.-señalas la pequeña granja posicionada a tan solo unos metros.-Estaba descansando y oí un caballo.

Thor asiente, sonriendo.

A pesar de que intentas evitarlo, preguntas con curiosidad de todas formas:

- ¿Y qué hacías persiguiendo a un caballo?

Thor suelta una leve carcajada.

- Es el caballo nuevo de mi hermano Loki. Tratamos de meterle en la cuadra, pero escapó. Pensé que lo peor del mundo sería tener que perseguir al corcel, pero aquí estoy, mirando a la asgardiana más bonita que mis ojos han visto.

Tú, sintiendo tus mejillas arder más que nunca, sonríes.

- ¿Se te dan bien los animales, entonces? -pregunta.

Tú asientes y dices:

- Siempre he tenido un don con ellos. Cuando era pequeña, mi madre tenía un caballo. Era mi mejor amigo.

Thor sonríe y, para tu sorpresa, coge tu mano suavemente.

- ¿Te gustaría dar un paseo a caballo conmigo, Lady T/N?-pregunta antes de besar delicadamente tu mano.

Tú sonríes y dices:

- ¿Con Thor, el hijo de Odín, el valiente guerrero y el fututo rey de Asgard?

Él ríe.

- Por supuesto -contestas.

Te separas de él y corres hasta llegar al corcel del color del azabache.

Te subes a su grupa con cuidado y gritas:

- ¡Una carrera!

Oyes la risa de Thor detrás de ti antes de empezar a galopar colina a través.

Siento mucho la tardanza, pero no he tenido tiempo por los exámenes. Espero que te guste, aunque no estoy muy contenta con el resultado. De todas formas, gracias por comentar y votar💜

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