MARVEL //one-shots

033 || Steve Rogers

Título: Encajar
Partes: 1

La música retumba en los oídos de Steve, y la gente que baila canta y chilla.

Steve frunce el ceño mientras coge su vaso de agua (porque, ¿de qué sirve el alcohol si no puedes emborracharte).

Observa a todo el equipo bailar. Al principio, intentaron que Steve se uniera. Natasha fue la que más trató de que pasara un buen rato, sin embargo, Steve se negó, y después llegó Clint y Nat se olvidó completamente.

Así que ahí está en ese bar repleto de gente pasándoselo bien, mientras él siente que no encaja. Está fuera de lugar.

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Muerdes tu labio mientras pasas la página del libro, emocionada. No sabes cuánto tiempo llevas leyendo. ¿Horas, minutos? No importa.

A pesar de que pensaste que un bar no es el mejor lugar para leer tu novela (ahora) favorita, te encuentras ignorando por completo a la música y a los gritos de los demás.

Tus dos mejores amigas insistieron en que te arreglases un poco para ir de fiesta, aunque tú, por supuesto, las ignoraste.

También te dijeron que no te llevases un libro a un bar. Sin embargo, tú no eres como ellas. Ellas quieren cantar, bailar con cualquier tío y tomar una que otra copa. A ti simplemente no te va eso.

Asi que continúas leyendo, ignorando el ruido y a un par de ojos azules mirándote desde la barra.

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Steve observa el bar, aburrido. Entonces, su mirada se posa en ti. Estás en una esquina, esta iluminada levemente por una lámpara. Tú aprovechas la luz para leer las páginas, aunque frunces el ceño levemente.

Steve te mira fijamente, admirando tu precioso rostro. Él se fija en que muerdes tus labios rosados, y piensa que son los labios más atrayentes que ha visto nunca.

Se fija en tus ojos, recorriendo velozmente las palabras. Steve piensa que tus ojos reflejan completamente lo que sientes, en este momento emoción.

Se fija en tu pelo, recogido en un moño descuidado, con algún que otro mechón cayéndote por el rostro.

Steve se fija en tu postura. Estás sentada en la silla, ligeramente incómoda, e inclinada hacia el libro.

Se fija en tu ropa. No vas vestida como las demás chicas, que llevan vestidos provocativos y faldas cortas. Tú llevas unos vaqueros y una camiseta blanca. Simple, y aún así, Steve piensa que eres la chica más hermosa que sus ojos han visto jamás.

Te observa y entonces, algo hace clic en su mente.
No encajas.
Estás fuera de lugar.

Justo como él.

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Estás leyendo el final de un capítulo cuando un líquido se derrama en el libro y en tus manos.

Sueltas un pequeño chillido al ver las páginas mojadas y levantas la vista para ver quién ha sido el culpable.

Un hombre alto, con pelo azul hasta la barbilla y barba de pocos días te sonríe de lado.