MARVEL //one-shots

017 || Steve Rogers

Título: Te quiero
Partes: 2/2

Ha pasado una semana desde...bueno, desde que Steve rompió mi corazón, y tan solo he salido de mi habitación para comer.

No he visto a mi mejor amigo en todo ese tiempo, y aunque me cueste admitirlo, le echo de menos.

Sin embargo, no quiero verle, al menos no aún. Siento como que, si le miro a los ojos, no podré aguantar las ganas de llorar.

Pero, a pesar de que no quiero encontrarme con él, al universo parece darle igual.

Cuando entro en la cocina para comer algo, le veo ahí parado, de espaldas a mí.

Pienso en volver a mi habitación sigilosamente, pero Steve ya ha oído mis pasos y se gira, mirándome.

Nos quedamos unos segundos en silencio hasta que digo con la voz quebrada:

- Hola.

Steve se acerca despacio y yo retrocedo unos pasos instintivamente.

- T/N...te he echado de menos -susurra.

Yo sonrío amargamente y no contesto.

Él sigue observándome. En su mirada hay algo que no puedo descifrar, aunque sé que no es malo, al menos, no para mí.

De pronto, oigo unos pasos y una voz dice:

- ¡Steve!

Oh, no, ella no.

Me giro para ver a Sharon correr hacia nosotros. Antes de que las lágrimas acudan a mis ojos, doy un paso para largarme de aquí.

Pero acabo tropezándome no se sabe cómo y caigo hacia Sharon.

Oh, mierda.

Yo me levanto del suelo enseguida.

- Lo siento -murmuro.

Sharon se levanta con una mirada asesina y me espeta:

- ¿Acaso no eres una super espía? Se supone que no debes ser torpe.

Yo, aguantando su mirada, respondo:

- ¿Acaso no eras una buena sobrina? Se supone que no tienes que tirarte al amor de tu tía.

Sharon se queda boquiabierta antes de decir:

- Oh, ¡serás perra!

Y a pesar de que soy una agente de S.H.I.E.L.D. (y de las mejores) no veo su puño volar hacia mi mandíbula.

Retrocedo por el impacto, aunque enseguida me recupero y avanzo un paso para darle su merecida a esa guarra.

Sin embargo, choco contra un cuerpo grande y familiar.

Steve.

Él extiende sus brazos delante de mí, a forma de escudo, antes de que Sharon llegue a pegarme de nuevo.

- No la toques -dice Steve seriamente.

Yo sonrío levemente y siento algo en el pecho.

Oh Dios, cuánto le quiero.

Sharon, boquiabierta, chilla:

- ¿Ahora estás de su lado?

Steve se acerca más a mí.

- No estoy del lado de nadie. Solo la estoy protegiendo. Le has pegado -dice tranquilo.

- ¡Porque me ha insultado! -grita ella.

Yo doy un paso a la izquierda para ver a Sharon y digo:

- Primero: no te he insultado. Y segundo: ¿acaso lo que he dicho no es verdad?