Y

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Esta clase de dolor es inmensurable.

Y mis ojos se llenan de lágrimas, aprieto ambos puños, intento repetirme que quienes están mal son ellos.

Intento por enésima vez en mi vida, convencerme a mí misma de que el problema no soy yo, de que nada anda mal conmigo.

Y pasan los años, y pienso que acabó, que soy libre, que no va a perseguirme más. Y me equivoco, y me trago mis palabras, mis auto-promesas se quiebran, y como niebla se apodera de todo a su paso, de cada color, de cada forma, todo desaparece tras el grueso manto gris.

Y entonces todo se repite. El miedo, el dolor en el pecho, las risas tristes... las miradas vacías. Y me siento como en cámara lenta, y me sofoca.

Y me ahogo.

Y me pierdo.

Y muero poco a poco.

Y cuestiono todo, me doy por vencida, no quiero seguir intentando. No quiero levantarme por las mañanas y todo lo que quiero hacer por las noches es dejar de pensar.

Todo lo que quiero ahora es dejar de pensar.

¿Y si no fui hecha para esto? ¿Y si se suponía que no debía llegar hasta aquí?

Es que tantas derrotas me quitan el aliento y no estoy segura de querer pelear más. No estoy segura de querer pasar por todo ello de nuevo.

Y la decepción.

Y la angustia.

Y el frío.

Cada día tengo más frío. Es como si me congelara por dentro, como si mi cuerpo supiera lo que pasa, como si intentara advertirme.

¿Y será que las cosas realmente mejoran para alguien o nos pasamos la vida esperando que así sea? ¿Y es que esa espera vale la pena? ¿De verdad vale la pena?

Cada bocanada de aire que trago duele más. Cada vez que escucho mi nombre no lo reconozco. Cada vez que me miro al espejo no estoy ahí.

Y me aterra.

Y me acecha.

Y me hace perder el control.

Y es que cuando pienso que las cosas han mejorado es solo porque están a punto de ponerse peor. Ya estoy acostumbrada a caer antes de llegar arriba. Ya estoy acostumbrada a perderles poco a poco.

Ya me hice la idea de que las personas no son para siempre, sin embargo, cada vez que alguien se va, duele más.

Y es que me hago ilusiones. ¡Tantas ilusiones! Todas en vano. Todas, meros cuentos que me invento para no largarme a llorar en momentos inoportunos.

Y me parte el alma.

Y lastima.

Y está acabando conmigo.

Y todo lo que quiero es dejar de sentirme así. 

Escritos cortosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora