Capítulo 3: "Así empezó nuestra historia de amor"

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Dos semanas pasaron desde la fiesta en la casa de Dieciocho donde ambos jóvenes se conocieron y empezaron una gran amistad. Gokú todos los días iba a esperar a Milk, a la salida de sus clases, ya sea para pasear, ir por un helado o alguna otra actividad que no demande mucho tiempo.

Hola preciosa, dijo el joven de cabello alborotado, mientras le daba un beso en la mejilla, al tiempo que agregaba:  ¿Te parece bien si vamos a comer algo, es que muero de hambre.

Está bien, respondió la bella pelinegra, subiendo al auto de su amigo.

¿Y tu padre cuando vuelve?, pregunto con preocupación el joven.

En una semana, este ha sido el viaje más largo que ha tenido, dijo con tristeza la jovencita.

No te pongas triste, lo bueno es que ya volverán a estar juntos, pronunció el jovencito.

Sí, pero no por mucho tiempo, como te dije siempre para viajando, agrego la pelinegra.

Bueno no quiero que estés triste, dime ¿Te dejaron muchos trabajos?, acotó Gokú.

¿Por qué quieres saberlo, me piensas ayudar?, respondió la jovencita con una linda sonrisa.

Si quieres puedo hacerlo, pero tendría que ir a tu casa, dijo el joven de cabello alborotado con una gran sonrisa.

¿A mi casa?, respondió la bella pelinegra.

Si preciosa, ni modo que hagamos tus trabajos en un restaurante, dijo el joven de cabello alborotado sonriendo.

Pero...

Mira hoy no tengo entrenamiento, terminamos de comer y nos vamos a tu casa, luego salimos a ver una película, la que tu desees, añadió con esa sonrisa a la que la bella pelinegra nunca podía negarse.

Está bien tu ganas, dijo la pelinegra.

1 hora después:

Dos jovencitos se encontraban ingresando dentro de un modesto departamento.

Este es mi hogar, dijo la pelinegra con una gran sonrisa.

Es muy lindo y cómodo, pronunció el joven de cabello alborotado mientras se sentaba en uno de los muebles y Milk dejaba sus libros y mochila sobre la mesa.

Voy a mi dormitorio a traer lo que necesito para hacer el trabajo, dijo la jovencita ingresando a uno de los cuartos.

Luego de unos minutos, la joven volvió, con algunos otros libros y tomo asiento en una de las sillas que estaban junto a la mesa, mientras sacaba sus cuadernos de su mochila.

Gokú se acerco a ella y coloco una silleta a su lado, mientras sin que ella lo notase observaba con la mirada cada facción de su rostro.

¿Y qué tan bueno eres para las matemáticas?, pronunció la jovencita.

¡Muy bueno¡, el hecho de que estudie por sistema abierto porque me dedico al deporte no quiere decir que sea un mal alumno, respondió el joven mirándola a los ojos, haciendo una breve pausa para agregar: ¡Eres muy bella¡

 Milk al escuchar ello de los labios de la persona que creía su amigo y quien no le era indiferente,  se puso nerviosa, tanto así que sus mejillas se tiñeron de carmín y dejo caer su estuche con bolígrafos al piso, la jovencita ante ello se inclino para recoger el mismo, pero ella no era la única que intento recoger los bolígrafos,  Gokú al ver caer el estuche de bolígrafos, también se agacho a recoger los lápices regados por el piso pero sin siquiera haberlo planeado resulto cogiendo la delicada mano de su amiga, acción que hizo que ambos jóvenes posaran la mirada en el otro, y notaran lo cerca que tenían sus rostros aumentando así el palpitar de sus corazones. Gokú no lo pensó más y acorto la distancia que le separaban de los finos y carnoso labios de la bella pelinegra, y la beso. Fue un beso dulce, pero no duro mucho, ya que la jovencita, se separo de él con las mejillas completamente rojas y la mirada baja.

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