1 mes pasó desde que Gokú volvió a Japón, él ya había entrado en un gimnasio, claro que aún su presencia de nuevo en los campeonatos de artes marciales se manejaban con mucha discreción, pues según el manager cuando la prensa se entere de su retorno tenía que darse por la puerta grande y esa sería cuando se anuncie su presencia en el campeonato nacional de artes marciales.
Gokú en ese tiempo busco a Milk, pero no la encontró, resignado decidió esperar a que se cumpla lo que la anciana mujer le había dicho. Un día se encontraba caminando por uno de los parques de la ciudad, cuando de repente una pequeña pelota rodo por sus pies él se agacho a recogerla y miro a todos lados para encontrar al dueño de la misma, cuando de repente un pequeño lo zarandeaba de su pantalón
Señor pelota mía, decía el pequeño niño con una inocente mirada y lenguaje muy claro
Gokú se agacho a su nivel y le devolvió la pelota mientras le acariciaba la cabeza. ¿Tú mamá pequeño?, pronunció el joven mirando que alguna mujer se acercara a recoger al pequeño, pero nadie lo hizo, ante ello agregó con una cálida sonrisa: ¿Cómo te llamas pequeño?
Gohan, dijo el niño sonriendo.
Al escuchar el nombre de su abuelo, Gokú sintió una inmensa alegría en su corazón y aun más cuando miraba la inocente carita del pequeñín.
Gohan, hijo, llamaba con preocupación un gigantesco hombre.
Abuelito, pronunció el pequeño corriendo hacia el gigantesco hombre que se encontraba a algunos metros de distancia de Gokú.
¡Qué lindo niño! pensaba Gokú. Me recuerda mucho a alguien, dijo con una mano en la cabeza, continuando su andar al ver que el pequeño era tomado de la mano de hombre y volteaba a despedirse de él con la manito.
3 horas después: Mansión de los Son
Gokú se encontraba recostado en su cama pensando en aquel niño, que desde que lo vio no podía quitárselo de la mente, cuando de repente la imagen de Milk, apareció en su cabeza.
¡Te extraño preciosa! ¡quiero volver a verte!, pensaba el joven.
Casa de Milk:
La bella pelinegra se encontraba colocando los platos en la mesa para que Vegueta, Gohan y ella puedan comer.
¿Y tu padre?, pregunto Vegueta.
Fue a ver a un amigo, dijo la pelinegra, mientras le servía a su pequeño hijo.
Huele delicioso, agregó el joven cabello de flama mientras veía servir a la pelinegra en su plato.
Gracias por siempre decir cosas lindas, dijo la joven.
Mañana son las inscripciones para el torneo nacional, dicen que este año un gran participante que se retiro por motivos desconocidos regresa, añadió Vegueta.
Que interesante dijo Milk, mientras llevaba la cuchara de sopa a su boca.
Me gustaría que me acompañes a las inscripciones Milk y después pasamos por Gohan para almorzar en mi casa ¿Qué te parece?, respondió el joven.
Está bien, no hay problema, contesto la joven pelinegra mientras sentía una ligera opresión en el pecho.
Contigo a mi lado en este torneo, serás mi inspiración para ganarlo por tercer año consecutivo, dijo el joven.
Mientras Milk solo se limitaba a sonreír al tiempo que le daba de comer a Gohan.
Mansión Son:
Entonces si puedo acompañarte, decía alegremente la peli azul.
Si Bulma, por mi no hay problema, respondió el joven de cabello alborotado.
Entonces voy a preparar un hermoso vestido para mañana decía feliz la peli azul mientras subía las escaleras tarareando una canción.
Mañana es el gran día, por fin volveré hacer lo que tanto me gusta, pronunció el joven con una bella sonrisa.
Casa de Milk:
Entonces mañana paso por ti, decía el joven cabello de flama mientras se despedía de la pelinegra y subía a su auto.
Al día siguiente:
Pero que bello estás primito, decía la peli azul, mientras le daba un beso a la mejilla a Gokú.
Tu también estas bellísima Bulma, respondió el joven con una sonrisa.
No nos olvidamos nada, agregó la peli azul, revisando su cartera.
No lo creo prima, vámonos, contesto Gokú saliendo de la mansión seguido por la peliazul.
Casa de Milk:
Te encargo mucho a Gohan papá, dijo la pelinegra.
No te preocupes hija, vete sin cuidado, respondió el gigantesco hombre mientras se despedía de su hija.
Hasta luego señor Ox, pronunciaba el joven cabello de flama.
Hasta luego hijo, dijo el gigantesco hombre.
Minutos después, Vegueta y Milk iban en el auto, cuando de repente el joven cabello de flama noto que la pelinegra se mostraba inquieta.
¿Te pasa algo Milk?, pronunció el joven estacionando su auto frente a un gran local donde se llevaría a cabo las inscripciones.
No es nada Vegueta, solo que hace unos días me estado sintiendo algo inquieta, pero no es nada no te preocupes, respondió la joven dándole una linda sonrisa a su prometido.
Está bien pero si te sientes mal solo dímelo, para retirarnos, dijo el joven dándole un beso antes de bajar al auto e ingresar al local.
Minutos después otro auto se estaciono y de este bajaron Gokú y Bulma.
Al fin de nuevo estoy aquí, para recuperar mi medalla, dijo el joven con una sonrisa, ingresando junto a su prima a el local.
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SIEMPRE TU
RomantikMilk Ox una bella joven a tenido una mala experiencia con su primer amor, dejándola destrozada y sin ganas de volver amar, cierto día conoce a un joven que le devolverá la ilusión de volver a creer en el amor, pero el destino se encargara de volver...