Capítulo 8: "Una nueva vida: Gohan"

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Dos horas pasaron desde que Milk, fue llevada al hospital, un par de jovencitos estaban sentados esperando alguna novedad sobre la joven, en eso un gigantesco hombre llegó y al mirar al jovencito que estaba junto a la rubia, su mirada se torno furiosa y se acerco al joven y lo tomo con fuerza de la camisa.

Miserable, recién decidiste aparecer, decía el enfurecido hombre, mientras el jovencito realizaba algunos movimientos para liberarse del fuerte agarre.

La rubia al ver lo sucedido, intento aclarar la situación inmediatamente.

Señor Ox, Vegueta es un amigo mío, no es el padre del bebé que espera Milk, él me ayudo a traerla al hospital por eso está aquí, pronunció la joven calmadamente.

El gigantesco hombre soltó al joven y muy avergonzado de su actitud le pidió disculpas.

Discúlpeme joven, yo...

No se preocupe señor yo en su lugar hubiese reaccionado igual, y no sabe cómo me hubiese encantado ser el padre de ese bebé dijo el joven con sinceridad.

Disculpe, pronunció una enfermera,  agregando: Familiares de Milk Ox.

Yo soy su padre, dijo el gigantesco hombre.

Su hija tuvo un hermoso varoncito, ambos se encuentran descansando en su habitación, pueden pasar a verla, respondió la enfermera antes de retirarse.

El gigantesco hombre fue seguido por el par de jovencitos que caminaban a unos metros tras de él.

¿No crees que se moleste si me ve?, decía preocupado el joven cabello de flama.

No tiene porque molestarse, tu me ayustaste a traerla, sino fuera por ti no se que habría hecho respondía con una sonrisa la rubia.

En la habitación del hospital:

Tiene suerte de tener un esposo tan joven y responsable, decía una robusta enfermera, mientras le ayudaba a cambiar al bebé, al tiempo que agregaba: ¿Y qué nombre le piensa poner a esta hermosura?

Milk en ese momento se acordó de un nombre que alguna vez menciono Gokú.

-.Recuerdo.-

Sabes hermosa, el día que tenga un hijo varón lo llamaré como mi abuelo "Gohan", decía el jovencito de cabello alborotado con una bella sonrisa.

-.Fin del recuerdo: Tiempo actual.-

Se llamará "Gohan", dijo la pelinegra, mientras pensaba al tiempo que una lágrima rodo por su mejilla: Será lo último que haga pensando en ti Gokú.

Es muy lindo nombre, respondió la mujer mientras llenaba el nombre del bebé en una ficha.  Tras algunos segundos la mujer agrego: ¿El apellido del padre?

El es Gohan Ox, dijo la bella pelinegra, mientras la mujer la miro con tristeza y termino de registrar los datos del niño y coloco la huellita del pie en la ficha.

Disculpe mi error por confundir al muchacho de afuera con su...

No se preocupe debe ser el novio de mi amiga, pronunció la pelinegra mientras miraba y acariciaba a su hermoso bebe.

En eso la puerta se abrió y un gigantesco hombre entro seguido de un par de jovencitos.

¿Cómo estas mi niña?, dijo el hombre acercándose a la joven, al tiempo que posaba su mirada en el bebé que su hija sostenía, para agregar: ¡Qué bello es mi nieto!

Me retiro, pronunció la enfermera dejando pasar a los jóvenes.

Dieciocho se acerco a ver al bebé y le dijo: ¡Es muy bello amiga!

En eso Milk, levanto la vista pensando que el otro joven que estaba junto a su amiga era Krilin y se encontró frente a ella con el jovencito de cabello de flama que la miraba embelesado. Justo cuando Milk, iba a decir algo, la rubia la interrumpió.

Amiga Vegueta fue quien me ayudo a traerte, de no ser por él no habría sabido que hacer, pronunció con una sonrisa la rubia.

Al escuchar eso Milk, no dijo nada y solo continúo observando a su bebé, mientras el jovencito cabello de flama se acercaba más a la cama donde estaba la pelinegra.

¡Es muy lindo igual que tú!, pronunció  el jovencito sin ningún temor a que el padre de la pelinegra lo oyera.

Milk, solo se ruborizo ante sus palabras y continúo arrullando a su bebé.

Al día siguiente:

Milk, ya le habían dado de alta y ya se encontraba en su casa junto a su bebé. Su padre mientras ella se recuperaba se hacía cargo solo de la tienda.

Amiga, no sigas molesta conmigo, me parece un buen muchacho y te quiere de verdad, imagínate que le dijo a tú padre que le hubiese gustado ser el padre de tú bebé, decía la rubia.

Me molesta que hayas ocultado que te veías con él a mis espaldas para informarle sobre mí, respondió molesta la jovencita.

Ya amiga discúlpame, no le vuelvo hablar más si quieres, dijo con tristeza la rubia.

No es para tanto, pero con que no le hagas que se ilusione conmigo me conformo, pronunció la pelinegra.

Eso si no puedo amiga, el está enamorado de ti, me lo confeso y me dijo que si tu le das una oportunidad el amaría a tu hijo como suyo, dijo la rubia.

Milk, iba a responder, cuando en eso el timbre de su departamento sonó. 

Ring ring ring.

Yo abro dijo la rubia, mientras Milk, arrullaba a su bebé en sus brazos.

Después de unos minutos la rubia volvió, con un canasto de flores, un globo y una cajita con un lazo celeste, son para ti y el bebé, pronunció la rubia entregándole la tarjeta a la pelinegra.

¿Quién las envía?, pregunto la pelinegra intrigada.

No lo sé amiga, abre el sobre dijo la rubia.

Milk, abrió el sobre con timidez y leyó la nota.


"Para la mamá más bella del mundo".

Firma: Vegueta Ouji.


La bella pelinegra miro a su amiga y le entrego la tarjeta.

Te dije que te ama Milk, deberías al menos darle la oportunidad de ser tú amigo, piénsalo amiga, añadió la rubia.

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