Capítulo 10: "Una nueva oportunidad"

368 43 5
                                    


1 año después:

No puedo creerlo que hoy cumplas un año pequeño Gohan, decía Milk, mientras sostenía de sus bracitos a su hijo y le ayudaba a dar pacitos.

¿Y cómo está mi ahijadito bello?, preguntaba la rubia, que venía del brazo de su novio.

Cada día está más grande se parece mucho a ti Milk, pero también a ....

Cállate Krilin dijo la rubia, metiéndole un codazo en el estómago a su novio.

¿Por qué siempre eres así de agresiva?, se quejaba el calvo.

Eso te mereces por andar de boca floja, dijo la rubia, mientras Milk sonreía divertida.

No te preocupes Dieciocho, ya supere lo que me pasó con él, pronunció la pelinegra.

Qué bueno amiga, yo creo que mereces darte una nueva oportunidad de amar, respondió la rubia.

Si yo también lo creo Milk, en todo este tiempo Gokú no ha dado señales de vida, es como si se lo hubiese tragado la tierra, pero lo más extraño es que haya dejado lo que más lo apasiona "Las artes marciales", dijo el calvo con tristeza.

Si Krilin, creo que eso es lo único que amaba en la vida, pronunció con melancolía la pelinegra.

Mejor no hablemos de él, que no merece que perdamos tiempo con su nombre, dijo la rubia. Cuando en eso un joven cabello de flama ingresaba por la puerta de la tienda, y al ver al grupo de jóvenes se acerco rápidamente a ellos.

¡Hola chicos, hola Milk!, dijo el joven acercándose a darle un beso en la mejilla.

¡Hola! respondió la pelinegra.

¡Feliz cumpleaños pequeño Gohan! agregó el joven entregándole un presente al niño, que inmediatamente empezó a romper la envoltura.

Alemania:

Tu evolución ha sido sorprendente Gokú, pero aún no puedes esforzarte mucho decía el médico.

Y ¿Cómo para cuando doctor cree usted que podre estar completamente sano?, decía el pelinegro de cabello alborotado que se sostenía con ayuda de muletas.

Recuerda que estuviste más de un año en profundo sueño, es un milagro que hayas despertado y no tengas secuelas mayores, respondió el médico.

Si ya lo sé, pero ya no quiero andar con esto, ¿quiero volver a los combates?, decía el jovencito.

Mira todo es que vuelvas a tener confianza en ti y volverás a andar sin muletas, luego ya veremos lo otro, respondió el médico.

Está bien doctor, dijo el joven de cabello alborotado mientras salía del consultorio, al tiempo que su mirada se tornaba entristecida y un pensamiento vino a su mente: Milk, ¿Qué será de ti mi niña?

3 meses después:

Dos jóvenes se encontraban platicando mientras degustaban sus helados en una heladería de la ciudad.

Qué bueno que pienses estudiar en la universidad, pronunciaba Vegueta mirándola a los ojos a la pelinegra.

Si Dieciocho me convenció, dijo con una sonrisa la pelinegra.

¿Y qué piensas estudiar?, respondió el jovencito.

Enfermería, contesto la bella joven.

¡Qué bueno¡, así tendré una bella enfermera que me cure mis heridas, dijo con una sonrisa el joven, haciendo ruborizar a la joven pelinegra.

Qué cosas dices Vegueta, respondió Milk.

Luego que acabaron sus helados, Vegueta llevo a Milk en su auto hacia un lugar fuera de la ciudad.

¿Se puede saber a dónde me llevas?, dijo la pelinegra preocupada.

Te estoy raptando, con el permiso de tu padre, pronunció el joven cabello de flama mientras conducía el auto.

Ahora entiendo porque mi papá me dijo que se quedaba con Gohan, contesto fingiendo molestia la jovencita.

No te molestes con tu padre, yo se lo pide y él solo accedió a ayudarme, respondió el joven cabello de flama.

¿Y se puede saber a dónde exactamente vamos?, recuerda que tengo un hijo pequeño, dijo la pelinegra.

Ya estamos por llegar, no te desesperes y por Gohan, no te preocupes tu padre y Dieciocho lo cuidaran bien, respondió el joven cabello de flama, mientras estacionaba su auto en una lujosa mansión.

¿Y quién vive aquí?, dijo la pelinegra.

Quiero que te conozcan mis padres, dijo el joven con una sonrisa, mientras bajaba a abrir la puerta para que la bella pelinegra bajara del auto.

¡Tus padres!, pronunció la pelinegra.

Si, mis padres, quiero que te des cuenta que mis sentimientos son sinceros, yo no quiero jugar contigo, te quiero de verdad y si tú me das la oportunidad de amarte yo solo viviré para hacerte feliz, dijo el joven.

Milk conoció a los padres de Vegueta, que resultaron ser unas personas muy amables y sin prejuicios, ella les hablo de su pequeño Gohan y ellos se mostraron muy contentos con la idea de conocerlo. Vegueta le mostró cada rincón de su casa junto a su hermano menor Tarble, quién le cayó bastante bien Milk y en más de una oportunidad mientras cenaban daba a entender que le gustaría tenerla de cuñada.

Después de pasar un momento agradable con la familia de Vegueta, el joven llevo a Milk en su auto de regreso a su casa. En el camino la bella pelinegra iba muy callada pensando en si sería bueno darse una nueva oportunidad, con aquel joven que poco a poco iba ganándose con cada una de sus acciones su herido corazón.

¿En qué piensas linda?, pregunto el joven mientras estacionaba su auto frente al lugar donde vivía Milk.

En ti, respondió la pelinegra.

¡En mí!, dijo sorprendido el joven.

Si, en todo este tiempo has sido un buen amigo y poco a poco has ido ayudándome a superar mis temores, respondía nerviosa la joven.

Tus temores, dijo el joven tomándole el rostro con ambas manos, mientras Milk bajaba la mirada avergonzada.

Sí, pronunció despacio la pelinegra.

El joven cabello de flama no necesito que ella siguiera hablando se acercó a ella y muy suavemente empezó a besar esos labios que llevaba deseándolos tocar desde el día que la vio por primera vez. 

Una vez que se separo de ella le dijo: ¡Te amo, linda!, ¡gracias por permitirme amarte!, luego de ello la volvió a besar.


SIEMPRE TUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora