Carta sin enviar Nº10

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Querida Jenna:

¡No sabes cuánto deseo poder entenderte!

Pero eres más complicada que mi tarea de matemáticas.

Bueno tal vez ese no fue un buen ejemplo, disculpa. Es solo que, es estresante para mí no saber lo que pasa por tu mente.

No conversamos tanto como antes, estás ahora más callada y reservada que de costumbre.

¿Es que ya no confías en mí?

¿O es que estás en tus días y Don Andrés no ha tenido piedad de ti?

¡Por favor dime qué está mal!

¿Qué no ves que tu indiferencia me desespera tanto que me causa insomnio?

¿O es que mis ojeras no son prueba suficiente?

¡Por favor dime lo que te tiene tan disgustada!

¿Qué no ves que tu silencio me quebranta?

¡Ya no aguanto esa manera vana y monótona en que me hablas!

¿Acaso ese libro que lees es más interesante que yo?

¿O es que ese café ciertamente te alegra más el día?

-M.

Querida Jenna ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora