Carta sin enviar Nº7.
Querida Jenna:
Esa noche recibí un mensaje, ¡un mensaje tuyo!
Me pedías que fuera a tu casa, que era urgente.
Me preocupé bastante, siempre lo hago si se trata de ti porque tu bienestar es vital para mí.
Llegué a tu casa en seguida, saludé a tus padres y tu madre me pidió que subiera, pues me esperabas en tu alcoba.
Estabas hecha bolita, acurrucada en ti misma, cubriendo tus piernas con tus brazos, tenías la vista perdida en la pared, pero no veías nada en particular realmente.
''Tuviste una pesadilla'', deduje.
No era difícil de notar, si no estaba contigo en esos momentos siempre era igual: tomabas hasta tres tazas de café, que preparabas a escondidas de tus padres, sin importar que sea de madrugada y simplemente decidías no volver a dormir, por miedo a retomar las pesadillas, por miedo a revivir ese episodio.
Me sentía impotente, tan inútil por no poder hacer nada más que cantarte y acunarte hasta que retomas el sueño.
Te dije que estaría siempre para ti, que te cuidaría.
Y te calmaste en mis brazos otra vez.
Pero luego recordé a ese chico y me sentí estúpido por dejar que los celos me arroparán en un momento como ese. No pude evitarlo y tú te diste cuenta.
Me preguntaste qué tenía y te mentí al responderte ''nada''. Pero me conoces demasiado bien y no me creíste. Me volviste a preguntar por mi repentino cambio de humor.
Entonces te contesté con la pregunta que estuvo carcomiendo mi mente durante todo el bendito día: ¿quién era ese chico?
Me sorprendió que soltaras una pequeña carcajada y negaras levemente con la cabeza.
¿Qué era tan gracioso?
¿Acaso era yo tan obvio?
Sin embargo, tu tardía respuesta fue más tranquilizante de lo que había pensado: "Es mi primo Daniel, llegó de intercambio y me la he pasado de allá para acá con él mostrándole todo".
¡Dios!
Soy un tonto, y no cualquier tonto, sino uno enamorado.
Supongo que estaría demás decir que pasé esa noche contigo, finalmente sintiéndome mucho mejor que cuando llegué.
-M.
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Querida Jenna ©
Fiksi RemajaUna decisión qué tomar, cartas qué enviar y café para el olvido. Sí, olvidar, porque es más sencillo que amar, porque la amistad es demasiado complicada, ¿cierto? - | Libro 1 de la serie "Café para el olvido" |