Only you (kyuhyun) <3

XXI Kyuhyun el enfermero

Kyuhyun paso todo el resto del dia cuidando de mi, me preparo el almuerzo y me lo llevo a la cama, el estaba cumpliendo con lo que dijo, ni siquiera me deja levantarme para ir por un vaso de agua.

 

el la tarde estaba muy aburrida, ya que me sentía un poco inútil, es por esto que kyuhyun me dijo:

 

-¿estas aburrida?-

 

-muy… no me dejas levantarme-

 

-mmm... sabes que no puedo ahcer eso, me comprometi a ser tu enfermero- dicho esto puso una cara de pensativo y luego dijo- pero se me ocurre una idea, espérame aquí -

 

una sonrisa malvada apareció en su rostro y salió de la habitación, después de algunos minutos volvió con la mochila que traía en la espalda en el aeropuerto.

 

del interior sacó una caja y de inmediato reconocí de que se trataba, di un grito de emoción.

 

era la última versión de mi juego favorito, "mario Kart" siempre e sido una fanática de los videojuegos, pero no e podido disfrutar mucho de mis gustos desde que llegue a Corea debi adoptar una personalidad de adulta seria y responsable, lo que no me agradaba mucho, pero era algo que ya había aceptado hace muchos años antes, cuando acepte que mi futuro sería ocupando el lugar de mi tío en este país.

 

Kyuhyun no dejaba de verme con unos grandes ojos abiertos, estoy segura que nunca imaginó que yo conocía el juego.

 

-tu...tu... tu lo conoces- me dijo levantando la cajita mientras pronunciaba las palabras tartamudeando.

 

-claro que lo conozco. le respondí mientras me acercaba rápidamente a él que estaba sentado en el extremo de mi cama- esta es la última versión de mario kart-

 

-princesa ¿te gustan los videojuegos?-

 

-¿que si me gustan? ¡me encantan!-

 

-¡woo! lo dices en serio, hay...- se toco el corazón con ambas manos mientras su sonrisa seguía creciendo- Nikol, en este momento siento que te amo aun mas- rápidamente me tomo el rostro con ambas manos y me dio un rápido beso - solo en mis sueños más preciados y locos imagine que la mujer a la que amo también le gustarian los videojuegos-

 

-bueno...se supone que soy una ejecutiva y que me gusten los videojuegos a la mayoria no le parece lógico... mas cuando trabajo con tantos hombres de 40 o 50 años- dije mientras reía-

 

-eso no importa, ahora si se que estamos echos el uno para el otro, pero...juguemos, ¿no que estabas aburrida?

 

comenzamos el juego y sin que nos hubiéramos dado cuenta, habían pasado cerca de tres horas, hace mucho tiempo que el sol se había ocultado, pero estábamos tan concentrados que ninguno de los dos hizo pausar el juego para encender las luces.