Un lindo desconocido

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Las diferentes caras que vemos el día a día son esenciales y aportan algo a nuestra forma de ser, aúnque no nos demos cuenta lo hacen.

Ya han pasado los años y Nathaniel ya era tio de unos tiernos mini Voraces, seguía sin poder creelo.

Las "personas" que su hermano y él habian salvado eran algo similar a las Nuevas Especies que habian salido a la luz gracias a una organización. Ellos habian estado siendo usados por empresas Marceli,ahí les hacian experimentos y los torturaban. Cosa contraria a los Voracez ya que estos no habian sido maltratados unicamente entrenados para la pelea, pero sus cuerpos eran pequeños y musculosos a comparación de aquellos seres bien hechos.

Lo que habian entendido e investigado al pasar de los años era que los Voraces tenían capacidades diferentes a los NEs. Su agilidad y fuerza surgia cuando peleaban o se sentian en peligro, y su creación sólamente para la pelea los hacían seres a temer, sí  bueno eso era para reir porque la verdad esas cosas eran muy monas.

En cambio los NEs eran jodidamente atractivos y peligrosos: altos de una belleza exótica, musculosos, indomables... él era su fan. Más de aquel macho que se había puesto frente su compañera para recibir aquellos disparos, Fury era su nombre y él queria un yerno así para sus nenas.

Lo divertido de todo aquello era que los Voraces y Especie se habian encontrado, no en las circunstancias correctas, pero lo hicieron. ¿Gracias a quién? A su hija Nuria, quien había ingresado a los dieciséis años como ayudante de medicina y ahora era una Doctora roconocida entre los NEs, ella habia ayudado a su tio y primo, Demmon, a encontrar a Erendi.

Además de que gracias a ella un crío habia sobrevivido, su hija no le había comentado mucho del como lo había hecho, pero estaba muy orgulloso de ella. De sus dos nenas que ahora trabajaban en la Reserva.

Cosas locas pasaron después de eso, peleas, emparejamientos (a de esto incluía que Demmon parecía ya haber encontrado a su alma a fin), incendios...¡Su sobrina en coma! Lamentablemente no habia tenido la oportunidad de ir, ya que sus tratamientos aún no finalizaban. El día que salvaron a los voraces él había salido herido, resulta que le habían disparado una ampoyeta que contenía sangre alterada de un voraz y eso su cuerpo no lo asimilo del todo bien: Fiebre, tos con sangrado, vomito...de todo.

Gracias a Lex lograron desintoxicar la gran mayoría de la droga de su cuerpo, pero donde no pudieron hacer nada fue de la sangre contaminada que había tomado de refugio en su corazón. Dolia todos los santos días, era como la cocaína después de que el efecto pasara y aún así aquí estaba él, en busca de su sobrina Dysis, hija de una voraz y de un Hoppi.

Ahora que lo pensaba un Hoppi no estaría mal, hace tanto tiempo que quería con uno y no más no se dejaban, hizo un puchero por su mala suerte. Gabriel le habia llamado con anterioridad, diciéndole que necesitaban encontrar a unos gilipollas que tenia planeado herir a la hija de su sobrina Erendi y Noble (quien no conocía lamentablemente), su hija se llamaba Damara. De seguro era una cosita linda que abrazar.

¿Por qué lo llamaba a él?  Fácil, él era muy conocido y más en lugares con criaturas exóticas, ya que la verdad la idea de que hubieran Voraces o NEs esclavizados le daban náuseas, era por ello que ya sabía donde encontrar a quien tenía en amenaza a la hija de su sobrina.

Una ancha sonrisa se extendió por su rostro cuando a lo lejos vio a su Dysis... ¡oh por el amor hermoso! Un gladiador. El corazón se le hacelero, por fin conocería a un Nueva Especie en persona y al ver como miraba a su sobrina era obvio que se pertenecían.

...

Hace horas que su sobrina y Torrent se fueron, estaba preocupado de pies a cabeza y era por ello que necesitaba una distracción ¿Qué mejor que el mesero del restaurante del hotel? Se encontraba en su habitación, esperando su distracción carnal y ya estaba comenzando a aburrirse, ya debía sentar cabeza.

Nathaniel (Nuevas Especies 8)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora