Hoy y Siempre

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Hay gente que cuando se le pierde el celular u otro aparato o material suelen actuar de una forma tan desesperada que pareciera que su vida dependía de aquello, pero ellos no conocen nada de lo que es la verdadera desesperación. Ese momento, cuando lo que se te ha perdido es la persona que quieres, que amas...es ahí cuando realmente tu mundo ha caído.

Gael paseaba en su sala de un lado a otro, con los puños apretados y la respiración pesada, hace horas que no sabía de Nathaniel. Le intento llamar, pero el celular solo sonaba y nadie contestaba, estaba realmente preocupado por su pareja. No tuvo que haberlo dejado ir con aquel tipo, ¿Qué tal si ese tipo era un acosador? ¿Y sí lo secuestro? Gruño bajo al imaginar a su compañero asustado y herido, eso no lo permitiría.

Se dirigió a la puerta a paso rápido, tomo el pomo y se quedó de hielo cuando otro pensamiento le cruzo por la cabeza, trago seco. ¿Qué tal sí Nathaniel había decidido dejarlo? Su cuerpo templo ante aquella pregunta con tantas más tras de ella, aquello no podía ser. Él lo amaba, daría su vida por su compañero y Nathaniel había jurado muchas noches hacer lo mismo por él, entonces ¿Por qué se preocupaba?

Porque no eres perfecto...

Cerró los ojos ante el ataque de su propia voz, soltó el pomo de la puerta y dio tres pasos tambaleantes hacia atrás, antes de dejarse caer al suelo. Aun no confiaba en él lo suficiente como para ser pareja de aquel humano que tan valiente y descarado se había portado contra él la primera vez que se habían conocido, aquella vez que esos ojos verdes oscuros lo habían consumido por completo.

Se abrazó las rodillas, viendo la puerta y esperando (rezando) porque su pareja volviera con él, que lo abrazara y calmara aquellos miedos tan aterradores y dolorosos que lo comían desde dentro, sentirse así de mal solo por la ausencia de un ser amado no debía ser sana. Soltó un suspiro y apoyo la barbilla en sus rodillas, intentando calmar sus acelerados latidos los cuales amenazaban con ser más dolorosos a cada segundo que pasaba.

Y entonces ocurrió, el pomo de la puerta comenzó a moverse y después la puerta se abrió dejando ver a su pareja, quien tenía la cabeza baja. Eso significaba que aún no lo veía, pero no pudo ni hablar ni moverse, seguía congelado por su autodestrucción. Nathaniel cerró la puerta tras de él, se quitó los zapatos como siempre hacia (cosa que no sabía el ¿Por qué?) y cuando aquellos ojos verdes se encontraron con los suyos, aquella sonrisa cálida apareció.

¾ Hola, hermoso ¿Qué haces en el suelo, eh? ¾ no respondió, solo se le quedo viendo a los ojos antes de desviar la vista al reloj sobre el televisor, en este se podía leer 2:34 a.m. escucho a Nathaniel soltar un suspiro y volvió su atención a él, este se acercó a él sentándose en el suelo a su lado. ¾ Perdón por preocuparte, Gael.

¾ No respondías el teléfono. ¾murmullo en respuesta.

¾ Hace mucho que no veía a mi amigo, Gael...recordamos muchas cosas y nos hemos puesto sentimentales, el teléfono lo he dejado a un lado.

¾ Tardaste mucho.

¾ Y te pido perdón, Gael. El tiempo se me ha pasado volando.

¾ Sí, bueno, aquí no ha sido así. Parecía eterno, pero dejando mi preocupación a un lado, ¿De que hablaron?

¾ De cosas que pasaron hace mucho tiempo. ¾le tomo la mano, entrelazando sus dedos y sonrió, Gael frunció el ceño. ¾ ¿te cuento un secreto?

¾ Si. ¾susurro, ya que la mirada de Nathaniel se había puesto obscura, no había verde en aquellos ojos y su respiración era pesada, amaba cuando se ponía así.

¾ Te extrañe mucho y me hiciste falta, siempre me haces falta cuando no estas a mi lado.

Gael parpadeo repetidas veces antes de tomar la parte trasera del cuello de Nathaniel y atraerlo a un beso apasionado, lo escucho gemir y eso avivo la llama...creando un incendio. Le soltó la mano para tomarlo de la espalda baja y atraerlo a él, poniéndolo a horcadas sobre su regazo sin cortar aquel beso que compartían. Su compañero se alejó para quitarle la camisa y la suya, recorrió el fuerte y cincelado pecho de su pareja, bajando hasta su abdomen.

Nathaniel (Nuevas Especies 8)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora