Quiero ser, Quiero que seas.

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¿Por qué la gente se daña? ¿Acaso no ven el dolor que provocan en los demás que estan a su alrededor an dañarse ellos mismos? Nathaniel lo había hecho en algún momento; el tomar una navaja y dejar gotear el dolor y desesperación que llevaba dentro, ese que se acumulaba en sus venas y surgía en un líquido espeso color rojo, pero ahora tenía razones por las cuales seguir luchando.

Siempre las tuvo, pero fue en el borde del acantilado de la locura que se dió cuenta de que tenía muchas personas por las cuales luchar, se lo agradecía a Lex. Solto un suspiro, guardo las navajas que anteriormente le había quitado a Susykyu y siguió caminando la noche era hermosa, no tenía prisas de ir a donde ahora vivía.

¡Estaba en la Reserva! Aún no lo podía asimilar, ver a día a día machos NEs y el poder haber hablado con Fury y Elli, la mejor parte eran los cotilleos ¡Ellos podían embarazar a las mujeres! ¿Por qué Nuria y Lluvia le habian ocultado algo así?

Solto un suspiro, sonrio y se adentro a lo que vendria siendo la zona salvaje, adoraba entrar ahí. Muchos Especies de esa zona eran amigables con él, en especial ese de manchas rojas en la piel. Ese macho quería algo con su nena y su deber como padre era: investigar los antecedentes del fulano. Por ahora todo íba al cien.

Frunció el ceño al escuchar ha alguien tras de él y era nada menos que1030, ese chico parecia mago (salia de la nada).

El corazón de Nathaniel se acelero, no podia evitarlo y es que ese macho le hacia cosas locas a su sistema, a todo él. Los ojos ambar parecían llamas bajo la luz de la luna y las sombras que acariciaban su cuerpo lo ponían un tanto celoso, ¿Qué rayos le pasaba?

- No deberías venir a esta zona. -comentó 1030 acercándose a él, haciéndolo jadear al contemplar su cuerpo ahora cuidado y sano, la luz blanquecina de la luna le daba un toque misterioso al macho.

- Sí, bueno, tampoco debería ser unos centímetros mas bajo que Gabriel, pero las cosas son así.

- Te pueden atacar los de esta zona, Justice te lo advirtio la primera vez que llegaste. -continuó, como sí él no hubiera hablado.

- Los están juzgando mal. -susurro irritado, abrazándose así mismo.- Roman no es malo ni mucho menos Leo, él se los ha demostrado y aún así los siguen apuntando como sí fueran malos.

- ¿Quién es Raman? -le gruño el macho, acercándose a él hasta que solo hubo centímetros entre ellos.

La respiración de Nathaniel se corto de cuajo, tener tan cerca a 1030 era tan embriagador que hasta los pensamientos perdían claridad o cordura, simplemente lo dejaba en blanco y temblando. Trago seco, bajo la mirada (cosa que suele calmar a los NEs, ya que era una demostración de respeto y sumisión) y se abrazó aún más fuerte.

- ¿Quién es Roman, Nathaniel? -la pregunta en aquel timbre de voz ronco le puso la piel de gallina.

- Es un Nueva Especie. -susurro respondiendo lo obvio.

- No estoy bromeando, contesta lo que quiero saber.

- ¿Por qué debería? -alzo la mirada, encarandolo. No volvería a recibir ordenes, nunca más y pelearía contra aquellos que quisieran pasar por encima de él. -Es mi vida, mía para decidir con quien entabló una amistad o no. Tú no me vas a decir como vivirla, cabrón.

- ¿Así que es tu amigo? Eso esta bien. -dijo calmado, se dio la vuelta y comenzó a caminar, dejándolo boca abierto.

- ¿Fué lo único que escuchaste? Te acabó de mandar a la mierda y ¿Eso es lo único que dices? -alzo la voz, estaba confundido y la piel le hormigueaba, ¿Por qué me pasa esto?

Nathaniel (Nuevas Especies 8)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora