Nathaniel (Nuevas Especies 8)

Perder

Lo lamentable del ser humano es no darnos cuenta de lo que tenemos hasta que lo perdemos... de hecho: todo ser vivo pasa por esto.

Gael golpeo la pared del cuarto que compartía con su compañero, este pego un salto del susto, pero bajo la mirada y eso enfureció más al zorro. ¿Cómo creía que iba a tomar aquello? ¡Su pareja se iba a morir! Le gruño cuando intento acercarse a él, los ojos verdes de su pareja se veían más oscuros de lo habitual, aun así el dolor no lo dejaba pensar. Esas palabras por parte de su pareja un resonando en su cabeza, haciendo la herida cada vez más grande...

- Tomen asiento, por favor. –Gael se había preocupado enormemente al ver los ojos llorosos de su pareja, pero aun así obedeció su petición...aunque siguiera un poco enojado con él por haber desaparecido por dos días. –siéntate a mi lado, Gael, por favor. –frunciendo el ceño cumplió el capricho de su compañero.

En la sala de la casa de Gabriel se habían estado todos los de la familia Beck, inclusive sus respectivas parejas y eso no era normal, claro que había reuniones, pero no tan grande como esta. Con la mirada el zorro había analizado los que ahí se encontraban, parecían confundidos ante la actitud de su compañero, menos Gabriel. El solo había mantenido la cabeza baja y parecía luchar contra el llanto, ¿Por qué?

- ¿papá? –Nuria había sonado bastante preocupada. – ¿Qué ocurre?

- Tengo tanto que contarles a todos. –susurro su compañero a un nivel de voz que todos pudieran escuchar, inclusive el viejo Athos. –no lo quise decir porque...tenía miedo, aun lo tengo a decir verdad.

- ¿De qué hablas tío? –Demmon entrelazo los dedos con su compañera Ángel.

- Demmon, no interrumpas a tu tío. –Gabriel sonó herido, ¿Qué le pasaba al gemelo menor? –les pido a todos que guarden sus preguntas, todo...se les explicara todo.

- Gracias hermano. –Nathaniel sonrió, una sonrisa triste, lo vio por un momento a los ojos y eso asusto al zorro, ¿Qué significaba aquella mirada triste? –Cuando era joven pase por mucha mierda, debo contarla sí no lo hago, no entenderán...

Y a cada palabra, cada relato de parte de su compañero se sintió como una puñalada ¿Por qué no pudo haber estado ahí para él? Para poder defenderlo, ayudarlo a levantarse y seguir adelante, aunque a pesar de no haber estado ahí su compañero logro alzarse de una forma impresionante.

No negaría el zorro que sintió celos de Felicia, la madre de Nuria y Lluvia, pero lamento la muerte de ese hermosa mujer que ayudo a su amado y más porque esas dos pequeñas lloraban por una mujer que apenas recordaban. Nathaniel les explicaba todo, sin dejar nada en las sombras y eso al zorro lo asusto, ¿Cómo era capaz de decir todo aquello? El corazón de Gael se detuvo en cuanto su compañero comento sobre una droga que le habían inyectado cuando su hermano y él salvaron a los Voraces.

- Aquel día Lex, quien fue el doctor que me atendió, me comento que no logro sacar toda la droga que había en mi sistema, ambos pensamos que con el tiempo mi cuerpo la expulsaría...

- ¿no fue así? –pregunto Lluvia con los ojos llenos de terror.

- No, ahora es peor que antes. –cerro con fuerza las manos. –Está devorándome completamente, mi corazón albergo una pequeña cantidad de la droga y como es quien se encarga de llevarla a todo mi cuerpo la ha ido distribuyendo, queda muy poca de mi sangre...

- Nathaniel. –la voz dulce de la Voraz Alegría lo hizo alejar la vista del hombre que amaba, la hembra parecía dolida y afectada, era de entenderse ya que Nathaniel y ella se querían mucho, eran como confidentes. –Dilo ya, por favor.