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Las gradas estaban repletas de mucha gente viendo el campeonato estatal de Esgrima, estaban muy emocionados por aquel campeonato, más que todo los hermanos Horan. Siempre habían vivido en el mundo del esgrima desde pequeños pero el que se emocionó por aquello fue el intermedio de los hermanos. Niall Horan. Desde que su padre lo llevó junto a su hermano, Dylan y su madre quien lamentablemente murió al dar a luz a su hermana menor, Eleanor. El padre de los Horan es muy trabajador y dedicado como nadie a su trabajo pero allí existe un problema, es muy controlador. Dylan sigue por los pasos de su padre. Eleanor es una chica muy divertida, cariñosa y tiene su carácter pero el pequeño problema es que siente que fue la causante de la muerte de Maura, su madre, ya que Bobby, su padre, se lo recuerda muy a menudo. La familia Horan estuvo de acuerdo con la orientación sexual de Niall, cuando el le confesó que sentía atracción por los hombres, pero Bobby no quiere cualquier hombre para su hijo, tiene que ser uno escogido por él. La historia de la familia Horan no es muy bonita, pero con todo y los problemas han podido salir adelante.

El sonido del pito se escuchó cuando el arbitro dio la señal de que el último encuentro comenzaba. Niall se colocó en su posición blandiendo su espada. El otro competidor también colocado en su posición blandió su espada y se preparó para atacar. 

El arbitro dio la orden de que podían comenzar.

Niall puso un pie al frente dando inicio a la batalla mientras su oponente hizo un movimiento rápido con su espada quedando en posición. Niall caminó y enseguida atacó. El otro sujeto se defendió chocando sus espadas mientras caminaba hacia delante y Niall daba traspiés. Niall vio venir un movimiento y se agachó mientras su oponente lanzaba la punta de su espada contra su pecho fallando su maniobra.

Niall rodó por el piso y se paró rápidamente para que cuando el oponente se diera la vuelta su espada tocara el pecho de éste y diera fin su batalla.

Niall sonrió para él mismo y se quitó la mascara dejando que los espectadores celebraran y algunos bufaran mientras el oponente suspiraba y se quitaba la mascara también.

—¿Qué tal eso? —sonrió quitándose sus guantes.

—No está nada mal, Horan. Nada mal. Creo que esta vez me impresionaste, de hecho. Pero necesitas más que eso si quieres derrotarme en el campeonato nacional.

—He estado practicando —sonrió—. Tú tampoco estás mal, Harry.

—Creo que subestimé tu táctica esta vez, Horan. En fin. Te veré en las nacionales, y espero que puedas enfrentarte a mí —tendió la mano para estrecharla con Niall quien sonrió más grande al ver que Harry había tomado la derrota como buen perdedor.

Escuchó el grito de Eleanor y se giró hacia las gradas alzando los brazos al aire sintiéndose orgulloso de haber ganado las estatales. Eleanor corrió hacia los brazos de su hermano y lo estrujó fuerte.

—¡Sabía que podías hacerlo! —literalmente la emoción brotaba de los poros de la chica.

—Gracias por estar aquí, eh. ¿Dónde están Dylan y Olivia? —preguntó Niall.

—Allá vienen. Están tan emocionados como yo por tu victoria, eh.

Dylan y Olivia bajaron de las gradas tomados de la mano. Olivia sostenía un refresco mientras Dylan tenía su chaqueta en su mano y sonreía a su hermano para luego soltar la mano de Olivia y darle un merecido abrazo por haber obtenido la victoria.

—Enano, te felicito por derrotar a ese tipo. Espero que no haya sido grosero contigo cuando estuvieron hablando, porque no voy a soportarlo más y voy a tener que tomar medidas.

—Oye —llamó la atención de Eleanor—. ¿Desde cuando es tan protector, eh? Nunca lo has sido —Niall medio sonrió y caminaron hacia el locker de Niall.

—Quiero ser el hermano mayor que siempre quisiste, seré tu mejor amigo desde ahora —dijo Dylan colocando su brazo sobre los hombros de Olivia.

—Si sabes que ya tengo un mejor amigo ¿Verdad? —Niall rió.

—Diablos. Olvida eso, enano. Mejor vístete rápido, Olivia y yo te tenemos una sorpresa —Niall los miró y vio cuando los ojos de Olivia se iluminaron.

—Cierto, Ni. Te tenemos una sorpresa, era para cuando ganaras pero si perdías igual te la íbamos a dar así que...

—Liv, no eches a perder la sorpresa, por favor —Olivia miró a Dylan y se mordió los labios intentando no decir nada.

—Lo siento, es que estoy emocionada. ¿No podemos decirle?

—¿Decirme qué? —preguntó Niall cuando se quitó el traje blanco y se colocó su camisa que estaba en el locker—. A ver, ¿qué diablos están tramando?

—Listo, lo diré aunque tu hermano se enoje conmigo. Nos invitaron para una pelea y queremos llevarte porque seguro habrán chicos sexys.

—¿Dylan y tú me quieren llevar a una pelea a conocer chicos? Esto debe ser una broma ¿verdad? —rió.

—Dije que quería ser como tu mejor amigo, lo siento —Dylan rió.

—De acuerdo. Vamos antes de que me arrepienta.

[...]

El lugar era cerrado, había mucha gente para un lugar tan pequeño como aquel. Niall se sentía apretado entre ese mar de gente, literalmente. Olivia y Dylan encontraron a un chico, quien fue el que los invitó y los llevaron a un sitio que estuviera cerca del ring y que se pudiera ver absolutamente todo. Eleanor se encontraba al lado de Niall mirando todo, hasta que vio a un chico junto con otro salir de una puerta y dirigirse al ring.

—Niall, ve allá.

Niall siguió la mano de Eleanor y vio a un castaño de ojos marrones musculoso, con guantes en las manos y un tatuaje de cuatro flechas en su brazo derecho. Estaba sin camisa, y caminaba hacia el ring junto a otro castaño de ojos azules que alentaba a la multitud y estos gritaban un nombre: Payno.

El castaño de ojos marrones entró en el ring y se detuvo en la esquina izquierda dándole la espalda a la multitud, allí Niall pudo observar un gran tatuaje que éste poseía. Unas alas de ángel.

—Wow. ¿Quién será ese chico? —preguntó Eleanor sacando a Niall de sus pensamientos.

—No sé. Creo que es Payno.

—Veamos la pelea a ver quien gana, aunque tú quieres que Payno gane ¿No es cierto? —dice Eleanor mirando a Niall pícara.

—No se de que me hablas —Niall sonrió y miró el tatuaje de Payno.

El otro contrincante llegó al ring rápidamente y preparandose mientras Payno estaba en su esquina mirando alrededor del recinto hasta que su mirada se detuvo en un rubio de ojos azules como el oceano. Ese chico. ¿Cómo podía existir tal belleza? se preguntó el castaño para sí mismo. No podía creer que tal hermosura estuviera concentrada en una sola persona.

—Liam —escuchó la voz de su compañero—. Es hora de pelear ¿estás listo? —dijo el otro castaño colocando su puño frente a él.

—Estoy listo, Louis. Pero antes de todo, quiero que ese rubio de ojos azules no salga de aquí sin antes yo haber hablado con él. ¿Podrías hacerme ese favor nada más?

—Por mi hermano, lo que sea —sonrió y sintió el puño de Liam chocar contra el suyo para luego darse un abrazo y bajar del ring.

—Esto se pondrá bueno ¿no crees? —dijo Dylan cuando miró a Niall, quien estaba concentrado en Payno mirando el tatuaje en su espalda—. ¿Niall?

—¿Sí? —miró a Dylan.

—¿Qué tanto miras a Payno? Oh. ¿Te gustó? —comenzó a burlarse de Niall.

—Claro que no. Solamente admiro su tatuaje.

—Creo que admiras otra cosa —dijo pícaro y volvió a su antigua posición abrazando a Olivia.

Niall miró por última vez el tatuaje de alas de ángel para ver como se comprimía la espalda del chico y escuchar la campana del ring sonar. Diablos. Esto se iba a poner bueno.

The Payno | Niam.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora