10.

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El timbre de la casa resonó en toda la sala de estar por lo que Olivia se levantó y corrió a la puerta a abrirla encontrándose con un sombrero enorme y una placa de Sheriff.

—Buenas noches, necesito ver a Niall Horan, Eleanor Horan y Dylan Horan.

Niall, Eleanor y Dylan se miraron entre ellos con el ceño fruncido mientras dejaban a Bobby allí con la palabra en la boca y se iban hacia la puerta.

—¿Qué sucede, Sheriff? —preguntó Dylan.

—¿Hay algún problema? —esta vez Niall habló.

—Sí que lo hay. Un inmenso problema en el que están involucrados ustedes cuatro y por eso me los tengo que llevar a la comisaría.

Niall abrazó y miró a Eleanor y a Dylan mientras los cuatro chicos quedaban sorprendidos por aquella cosa que acababa de decir la Sheriff.

—¿A qué se debe esto, Sheriff? —preguntó Dylan tomando la mano de Olivia con fuerza.

—Será mejor que vengan conmigo a la comisaría y allá les explico a qué se debe esto. Adelante, suban a mi patrulla.

—¿Qué diablos sucede aquí? —la voz de Bobby se escuchó hasta la otra calle por lo fuerte que había hablado. Al ver a la Sheriff se puso nervioso por su comportamiento y carraspeó acomodando su corbata como si nada hubiera pasado—. Sheriff, ¿Qué sucede? ¿Algún problema con mis muchachos?

—Sí, señor Horan. Hay un grave problema en el que sus hijos están metidos y tengo que llevármelos a la comisaría ahora mismo. ¡Suban!

Los cuatro chicos caminaron arrastrando los pies hasta la camioneta Merú de Sophie. Bobby Horan no sabía que hacer al respecto, esa mujer era la ley y sus hijos debían ir con ella y por más que él intentase impedirlo no lo lograría.

[...]

—Vamos, Sele, te llevaré a tu habitación mientras Liam se queda aquí a descansar —Louis miró a Liam con una mirada acogedora mientras subía hacia la habitación de Selena con ella.

Liam miró como Louis se llevaba a Selena lejos de donde él estaba para finalmente colocar sus manos en su cabello y empezar a tirar las cosas que estaban colocadas en el mesón que era parte de la cocina, tiró una mesa de madera donde descansaba un jarrón de cristal muy hermoso haciendo demasiado ruido.

Las lágrimas no las podía contener de la impotencia que sentía. 

—¿Por qué? —se preguntaba él mismo—. ¿Por qué tiene que pasar esto? ¿Por qué tuve que involucrarme con La Sombra? ¿Por qué esto nos tiene que pasar a nosotros?

—¿Qué pasó? —la voz de Louis lo trajo de vuelta a la realidad en la que vivían—. ¿Qué fue lo que pasó, Liam? ¿Por qué todo está así?

—Lo siento —dijo pasando su antebrazo por su nariz quitándose los mocos y las lágrimas que habían allí—. Esto es mi culpa. Nunca debí involucrarme con La Sombra. Nunca debí aceptar ese maldito trabajo. Nunca debía asociarme con él.

—Liam relájate, lo único que sé es que de algo estoy seguro —Liam lo miró esperando su respuesta—. Nada de esto es tu maldita culpa. Lo hiciste porque les convenía tanto a Selena como a ti. No te eches la culpa de algo que no ha sido causa tuya. Sí es cierto que no debiste aliarte a ese malnacido pero eso fue lo que pasó y ahora debemos encontrar la manera de salir de este enredo.

—No lo entiendes, Louis. ¡Te iba a matar por el amor de Dios! —gritó mientras se sentaba en un taburete que, por alguna razón, no estaba patas arriba—. Todo lo que nos suceda de ahora en adelante es toda mi maldita culpa. De no haberme metido con La Sombra nunca le hubiera sucedido esto a Selena. Ella nunca habría intentado suicidarse desde la primera vez. Esto nos está pasando por mi miserable y maldita culpa. Ninguno de ustedes merece esto. Ninguno de ustedes. Sólo yo.

The Payno | Niam.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora