Capítulo cinco.

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Antonio en multimedia

Valeria.

Esta noche vienen a cenar los gemelos y su numerosa familia, por lo que mi madre está eufórica. Que si mantel blanco, que si gris porque se mancha más dócilmente, que si no va con las sillas...

La dejo sola y voy hasta mi habitación preparo el vestido que me voy a poner esta noche encima de mi cama y entro a mi baño a ducharme.

Más tarde me le seco y me le plancho, me maquillo poco, ya que no tengo muchas ganas de maquillaje y me pongo unos aros pequeños.

Después me pongo el vestido que he elegido y no me pongo medias, ya que no quiero morir de calor.

Después me pongo el vestido que he elegido y no me pongo medias, ya que no quiero morir de calor

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En clanchas, bajo a ver cómo va mi madre y ya está todo listo, como si de una boda se tratase. Miro a mi padre que esta en la planta de arriba observado la misma escena que yo y al mirarnos nos entendemos.

-Que le vamos a hacer - dice y se va para su habitación.

Miro el gran reloj que cuelga encima de la chimenea y veo que no quedan más que unos minutos para que vengan, con lo cual voy a mi habitación y me pongo los tacones que tenía preparados. Mi familia y yo nos solemos arreglar bastante para cenas típicas pero no sé, es algo corriente.

Me siento en la cama y hablo con Olivia un rato para hacer hora, y no se cree que el gemelo buenorro que vio venga a cenar, pervertida. Me tomo una pastilla para el dolor de cabeza casi a escondidas ya que mi madre se piensa que ya estoy bien, y que sólo ha sido el estrés.

El timbre suena y oigo los tacones de mi madre a toda prisa por la tarima. A los segundos se oye abrir la puerta, la velocidad de las madres.

Dejo el teléfono y salgo que de la habitación, bajo con mi padre por las escaleras y mi hermano ya está abajo y se están presentando.

Hay un chico de unos veinte, que es bastante guapo. El padre tiene cara de salao' y Eva, pues guapísima.

-Hola - saludamos mi padre y yo a la vez haciendo que centren la atención en nosotros, ya que no nos habían visto.

-¡Oscar esta es Eva! - presenta mi madre a mi padre - Él Juan Carlos y él Juan Carlos el hijo. Esos son Daniel y Jesús - dice emocionada y después Eva hace lo mismo con su familia.

Tras mil doscientos besos, los mayores se van a la cocina mientras charlan de como se han conocido y yo me quedo con los gemelos y mi hermano en el salón

-¡Qué guapa te has puesto morena! - me dice Dani sonriendo.

Siempre está sonriendo, ¿no le dolerá la boca? Se acerca y me da dos besos y un fuerte estrujon. Mi hermano lo mira alzando una ceja y una cara extraña que no logro descifrar.

-Vaya casaza tenéis - dice Jesús mirando a todos lados.

Mi hermano y yo nos miramos y nos encogemos de hombros a la vez.

-¿Os gusta la play? - les pregunta mi hermano - bueno, que tontería, obviamente sí, ¿queréis que juguemos antes de cenar?

No hace falta ni un segundo para que los tres mosqueteros estén subiendo la escalera rumbo a la habitación donde mi hermano tiene su play y otros de sus muchos vicios. Resignada subo junto a ellos.

-GTA V - dicen los tres mirándome y asiento, nada más porque me gusta coger un coche y atropellar a media calle.

Mi hermano se tira en un puff, Jesús en otro y sólo queda uno, vaya mira tu que suerte.

-¿Lo compartimos? - pregunta Dani con una sonrisa.

-No, tranquilo, toma - le dice mi hermano dándole el suyo y dejando el otro para él y para mi.

Daniel asiente con una expresión rara pero finalmente nos sentamos y empezamos a jugar. Más tarde bajamos a cenar y cuando voy a por la cena con mi hermano le pregunto varias cosas extrañas que estoy viendo.

-¿Daniel te cae bien? - me pregunto y asiente - ¿y por qué te pones así cada vez que se acerca a mi?

-Porque yo quiero que estés con Juan, no con él - dice y pongo una cara mucho más extraña que las anteriores.

-Antonio, te falta un aire, ¿como voy a salir con él? ¡Lo conozco de una semana! - rechisto - además es mi vida, y no puedes decidir si quiero salir con Juan y si no.

-Lo sé - admite - pero esta muy pillado y joder es mi mejor amigo.

-Lo siento, pero sólo vamos a ser amigos, ambos lo sabemos - le digo y asiente.

-Bueno, vamos - dice cogiendo los platos.

Volvemos a la mesa y la verdad es que la cena es bastante entretenida, los padres de los gemelos nos cuentan en que trabajan, Juan Carlos hijo nos explica que está estudiando y como viaja y demás. Nosotros hablamos de las universidades a las que ir, y las pruebas de acceso que hemos hecho. Y también sale el tema de las pruebas de fútbol que ha hecho mi hermano para el equipo del Real Madrid.

-¿Por qué no salimos a tomar algo? - dice Juan Carlos cuando terminamos de cenar - unas copitas.

-Por mi perfecto - dice mi padre.

-Y por mi - contesta mi madre y Eva a la vez.

-Sólo mayores - puntualiza mi padre y me quedo algo alucinada ya que tenemos dieciocho, ya somos mayorcitos.

-Vale - dice mi hermano - a ver que hacéis...

-Yo me voy a casa, mañana a primera hora tengo un vuelo a Londres y tengo que hacer la maleta, la cena estupenda, gracias por invitarme - dice el hermano mayor de los gemelos.

-¡Ven cuando quieras! - le dice mi madre con un abrazo.

Sí, mi madre siempre ha sido así de cariñosa estando una noche con alguien, es muy confiada y coge relación muy rápidamente.

Nos despedimos de todos y se van. Los chicos otra vez vuelven a la sala de mi hermano. Y por puro aburrimiento voy con ellos aunque esta vez me siento en el sofá que hay en la sala y estoy con el móvil.

Aunque no recuerdo nada más, porque me quedé frita, frita, frita.

__________

-Buenos días - digo bostezando cuando bajo a la cocina.

-Dormilona - me dice y me hermano y me encogo de hombros - ayer te dormiste como un tronco.

-Ya ves, sólo me acuerdo de tumbarme en el sofá con el móvil - le digo y se ríe.

-Dani te llevo a la cama - me dice.

¿Dani? ¿Y estas confianzas? ¿A la cama, mi cama? Me miro y veo que estoy en pijama, y cuando ayer me tumbe en el sofá estaba con el vestido aun, dios mio de mi vida creo que me muero y a él lo mato.

Creo en ti ||gemeliers||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora