capítulo 14

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Son las tres de la tarde. Hace hora y media que llegue a casa y después de cortarme he conseguido dormir un poco. Ha sido un medio día muy duro. Sólo hace unas nueve horas que estoy despierta y ya estoy deseando que se acabe el día. Se que Laura necesita ayuda pero tengo miedo de que me delate a mi también, eso traería muchos problemas a mi vida... más de los que hay ya.
Miró las fotos que hay pegadas por mi habitación y no se que me ha pasado, Yo antes era feliz con mis amigos y mi familia y en cambio ahora sólo soy feliz con una cuchilla en la mano. O con Adrián pero el nunca querría estar conmigo y además... esta enfadado ahora mismo.
Alguien interrumpe mis pensamientos llamando a la puerta de mi habitación. Espero a que quien sea que este al otro lado de la puerta entre.

- Hola, bichejo.

Reconozco esa voz y en especial ese saludo al instante. Me doy la vuelta y sonrio a mi amigo.

- Hola Javi, ¿qué te trae por aquí?

- He venido a ver a mi mejor amiga. Si, esa que pasa de mi. - Se pone muy serio pero enseguida sonríe mientras saca algo de detrás de la espalda- Vengo en son de paz. Traigo chocolate caliente y churros.

- Es justo lo que necesito ahora mismo.

Me tiro a sus brazos y el se ríe mientras me devuelve el abrazo.

Nos tiramos toda la tarde hablando como en los viejos tiempos. Recordamos anécdotas, cotilleamos sobre cosas del curso, hacemos el tonto... No me había dado cuenta de todo lo que echaba de menos a mi amigo. En un ataque de cariño hacia Javi me tiro encima suyo y le abrazó. Nos quedamos así cinco minutos largos, hasta que me siento y el apoya la cabeza en mis piernas, justo cuando Javier se ha acomodado entra Adrián por la puerta y se queda quieto mirando la escena. Nos mira a los dos de arriba abajo y con cara de pocos amigos sale de la habitación.

-¡Adrián!

Me levantó corriendo para ir en su busca pero el ya está saliendo de mi casa. Subo a mi habitación para hablar con Javi.

- ¿Y a ese que mosca le ha picado?

Me preguntó lo mismo... Entre Adrián y yo no hay nada, el es guapo, agradable... ¿Qué le puedo ofrecer yo? No entiendo por que se comporta así, como si fuese mi padre.

- Tengo que ir a hablar con el, ¿te importa si quedamos otro día?

Me mira con mala cara pero acepta.

- No se que te traes con el pero no nos dejes de lado a los de siempre.

Dicho esto, Javi sale de la habitación enfadado y me deja a mi reflexionando sobre lo que acaba de decir.
Me pongo las zapatillas y pongo rumbo hacia la casa del chico que me tiene loca.

- ¡Helena cariño!- me sonríe con cariño y es imposible no fijarse en el parecido que tiene con su hijo- ¿Puedo ayudarte en algo?

- Si, estaba buscando a Adrián. ¿Está en casa?

- Está en su habitación. ¿Sabes ir sola no?

Asiento con la cabeza mientras noto como me ruborizo. Alcanzó las escaleras y las subo de dos en dos. Me paró en la puerta de la habitación de Adrián y cojo aire, no se que decirle así que entró antes de que me arrepienta.
Esta de espaldas a la puerta golpeando un saco de boxeo que no estaba aquí antes. Me quedo un segundo mirándole y parece que nota movimiento ya que se gira y da conmigo. Se queda mirándome muy serio unos segundos y luego se dispone a quitar el saco de boxeo del techo para meterlo en el armario.

- ¿Quieres algo? -su voz me deja muy claro que esta enfadado- Se te veía muy ocupada con tu amigo.

Me ofende recibir ese trato por su parte, Javi es sólo mi mejor amigo.

- Has venido a mi casa antes. ¿Qué pasaba?

-Pasaba que iba a pedirte perdón por mi comportamiento de esta mañana. Pero estabas tan bien acompañada que he visto lo mucho que te afectaba que estuviéramos así.

- Javi es mi mejor amigo, ha venido a verme a casa por que apenas le veo desde que entraste tu en mi vida. Pasó más tiempo contigo que con todos ellos juntos ¡Así que no te atrevas a enfadarte conmigo!
Me siento mal al ver la cara que pone cuando le acabó de gritar así que me doy la vuelta para irme. No voy a empeorar esto.

- ¡Espera! No te vayas por favor. -me quedo dándole la espalda esperando a que diga algo- Siento todo esto Helena, es sólo que a la mañana no has confiado en mi y cuando voy a pedirte perdón te encuentro tumbada en la cama con Javi como si nada... y yo me sentía super mal por haberte tratatado así. -hace una pequeña pausa y añade- Lo siento.

Me doy la vuelta y miró directamente a sus ojos para ver algún rastro de mentira en ellos, parece arrepentido, le sonrío.

- Lo siento, debería haber confiado en ti. Y entre Javi y yo no hay nada no se por que piensas todo el rato eso.

Se acerca y me da un abrazo mientras noto como aspira en mi cabeza para olerme. A mi también me gusta como huele el, es único.

Acabamos de pasar la tarde encerrados en su habitación hablando de cosas sin sentido y riéndonos de algunos vídeos que pone de risa. A las nueve nos damos cuenta de lo tarde que es así que se ofrece a llevarme en coche a casa.

- Mañana aquí a las siete y media como siempre.

Asiento con la cabeza y me preparó mentalmente para la bronca de mis padres. Aún no he cerrado la puerta de casa cuando oigo los zapatos de tacón de mi madre acercándose a mi.

- ¿Tu te crees que son horas de llegar? Son las nueve y diez de la noche y no te hemos visto en todo el dia. Que tengas diecisiete años no te da derecho a hacer lo que te venga en gana. ¡Si vas a llegar tarde nos avisas! - Se arregla el pelo y añade una cosa mas antes de irse susurrando cosas al aire, esta loca- No se que he hecho mal contigo. Deberías de ser más responsable.

Mi padre pasa por mi lado y ni si quiera me mira. ¡Que asco de familia! Paso de cenar así que subo las escaleras y me encierro en mi habitación de un portazo. Me pongo los cascos para relajarme con sia de fondo. A los diez minutos estoy mas tranquila y me voy quedando dormida poco a poco mientras escucho breath me.

Tras mi oscuridad, estabas tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora