En cuanto se abren ambas puertas, Mako abre rápidamente su boca y expulsa un feroz aliento de fuego. Ghazan retrocede y cae al suelo. Desde que perdió uno de sus brazos en aquel intento de suicidio, su poder se ha visto muy reducido. Sin embargo el maestro lava lleva guardias, y estos logran cerrar nuevamente las puertas.
Esta vez desde la ventanilla del piloto uno de los protectores de Ghazan introduce sus manos, atrapando así la cabeza de Mako y envolviendo su boca con grilletes de metal. Rápidamente proceden a abrir ambas puertas y lo sacan, encerrándolo en una carreta con las ruedas bastante oxidadas. Mako se queja, pero no consigue nada.
Pocos segundos después, en cuanto los guardias suben sobre aquella carreta y Ghazan a uno de los caballos avestruz que la impulsan, comienzan a introducirse en aquella pradera en la cual era imposible meterse con la camioneta blindada. Mako sigue forcejeando, pero no consigue nada. En ese momento lo están tratando como a una vaca que están llevando de una granja a otra. No sabe cómo, pero debe escapar antes de que suceda algo peor.
. . .
Tenzin se cruza de brazos, impaciente. Hace ya dos horas que le avisaron que llegarían. Teme que algo malo pudiese sucederles. A su lado se encuentran Bumi y Kai, viendo las calles del Distrito Dragón desde las alturas. Están sobre un edificio perteneciente a Industrias Futuro.
De repente se oye el rugido de un bisonte y al elevar las miradas ven a Oogi buscando aterrizar. En cuanto así es, Jinora, Ikki, Meelo, Rohan y un grupo pequeño de maestros aire se presentan, con Jinora siendo la primera en acercarse.
—Supondré que no tuvieron ningún tipo de problemas.
—En ese aspecto me temo que te equivocas. Tuvimos un retraso en la frontera. La seguridad ha aumentado demasiado en cuestiones militares y casi nos quedamos fuera. Gracias a un llamado de Lin logramos entrar. —Le explica Jinora, bastante seria y con postura firme.
Bumi nota la seriedad de todos los presentes y decide intervenir.
—Ah, ¡rompan filas! —Exclama, para alivio de todos.
En ese instante Jinora y Tenzin respiran aliviados y se dan un tierno abrazo, al cual rápidamente se unen los demás hijos del monje, y aunque nadie lo citó, también Kai.
—¡Te hemos extrañado mucho, papi! —dice Rohan, sonriendo.
—Yo también les he echado de menos... Han pasado dos años. —dice Tenzin, viendo a su hija mayor besar tiernamente a su novio, Kai—. Bueno, tampoco es que haya sido para tanto. —añade, logrando separar a los tortolitos.
—Embajador, es un honor volver a verlo. —Dice uno de los Maestros Aire mayores, sonriendo con gran entusiasmo. —Mi nombre es Li. Soy descendiente directo de la Acólita Xing Ying, presidente del Club de Fans del Avatar Aang poco después del fin de la Guerra de los 100 años. —Le explica aquel hombre, realmente muy emocionado.
—Creo recordar historias que mi padre me contaba antes de irme a dormir. Aventuras que vivió junto a ella en su juventud. Es un gusto ver que has seguido sus pasos. —Le dice Tenzin.
—Yendo a lo importante... —dice Jinora, al parecer incomodando al acólito. —En cuanto supimos lo de Raiko, nos quedamos perplejos. ¿Realmente intentó bombardear la ciudad?
—Lamentablemente sí. Korra y el Señor Zuko llegaron cuando Raiko estaba movilizando a los dirigibles y colocándolos en posición sobre los distritos. Logramos intervenir y lo destituimos. Hace un par de noches íbamos a darle una previa al juicio que tendría en Omashu, pero sus partidarios nos tomaron por sorpresa y lo ayudaron a escapar. —Explica Tenzin.
ESTÁS LEYENDO
La Leyenda de Korra y la Sociedad de Ratnack
Fiksi PenggemarDos años tras la caída de Kuvira, Korra debe volver a Ciudad República, la cual está siendo destruida por su corrupción interna. Allí se encontrará con La Sociedad, una poderosa red secreta de líderes mundiales que responden al nuevo gran villano de...