30- El juicio final, parte 2

345 22 7
                                    

   —Avatar Korra... —dice "Opal" con una voz profunda y siniestra, siempre sonriendo—. ¿En verdad estás dispuesta a sacrificar el futuro de la humanidad por un deseo tan mundano y egoísta? ¿Para simplemente vencerme a mí?

   —El mundo ha sobrevivido antes sin un Avatar. Podrá superar mi muerte y mi no reencarnación —dice Korra, con todos quedándose boquiabiertos al no entender a qué se refiere—. ¡Azelleb! —Grita entonces, con "Opal" frunciendo el ceño—. Acepto tu trato... —dice, momento en el que todo su cuerpo comienza a brillar en un fuerte color blanco, elevándose lentamente desde la superficie.

   Molestándose, Ratnack desaparece de los ojos de Opal y esta vuelve a caer inconsciente en brazos de su madre.

   Ya levitando lejos del barco, lejos de sus amigos, y dejándolos así lejos del peligro, Korra ve cómo "Bolin" se acerca levitando hasta ella. Él, en cambio, brilla en fuertes tonos rojizos y luce muy enfadado. Ella se lamenta que aquello deba suceder así, preferiría dejar a cualquier inocente fuera de peligro, pero el poderoso Ratnack no parece que vaya a dejar ir el cuerpo del maestro lava...

   — ¿Por qué no ocupar el cuerpo del Aniquilador? —Le cuestiona Korra—. ¿Dónde ha quedado él en todo esto? ¿Tan fácil se ha rendido?

   —Hm, El Aniquilador, conque así se dio a conocer ese inútil de cabello blanco... —dice Ratnack a través de Bolin—. Lo deseché tan pronto su mente no soportó una buena estrategia militar. La Niebla de las Almas Perdidas es un sitio que tú y los tuyos conocen ¿no? —Le dice, con Korra manteniéndose seria.

   —No harás lo mismo con mi amigo Bolin —dice Korra, alzando sus puños.

   —No será necesario, ya que no recibiré ni un solo golpe. Ya he ganado... —dice "Bolin", con Korra manteniéndose firme en su posición. —Vamos, última Avatar, golpéame por donde puedas —Le invita Ratnack.

   —No hace mucho tiempo, estuviste en una situación similar —oye Korra, con sus ojos llenándose de lágrimas al reconocer su voz.

   — ¿Aang? —dice, sonriendo muy emocionada.

   —Guardémonos el reencuentro para luego querida, es momento de que esto termine —oye Korra, siendo esta la voz de su vida pasada el Avatar Roku.

   — ¿Pero cómo? —Pregunta Korra, con Ratnack confundiéndose.

   —Tal y como Unalaq pudo separarte de Raava, tú puedes separar a tus amigos de Ratnack —Le dice una voz femenina y gruesa. Kyoshi...

   — ¡Suficiente! ¡No sé a qué intentes jugar, pero se acabó! —Grita el espíritu oscuro, momento en el que los ojos de Korra brillan intensamente.

   —Sí... Se acabó —dice Korra, avanzando en el aire y posicionando sus manos sobre el pecho de Bolin.

   Pronto el cuerpo de su amigo comienza a brillar en tonos blancos, con las luces rojos que lo poseían siendo removidas de su interior. Un grito desgarrador, de Ratnack, se oye y desaparece en el aire... Es entonces cuando Korra debe sujetar con fuerza a su amigo antes de que caiga al vacío.

   — ¡Korra, por aquí! —Oye la misma, girándose y viendo a Tenzin volando hacia ella con Oogi. Bumi, en la parte de atrás, recibe al joven maestro lava.

   — ¿Qué pasó con Ratnack? ¿Dónde está? —Pregunta Tenzin.

   —Logré disolver su presencia en el mundo físico. Ahora queda en manos de Azelleb... —dice Korra, con Tenzin y Bumi no entendiendo.

   Es entonces cuando sus ojos dejan de brillar y con estos todo su cuerpo. Korra cae sobre la montura y rápidamente pide que vuelvan con los demás...

La Leyenda de Korra y la Sociedad de RatnackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora