Po se encontraba relativamente tranquilo, pese a estar con el Chi activo. Su cuerpo emitía una luminiscencia suave de color dorado de energía pura; en ese estado aguantaría dos minutos como máximo, arriesgándose a morir, si aumentaba el poder y entraba en el estado en que aparecía su traje, un minuto y eso siendo generoso.
El zorro que había intentado matar a Tigresa se recompuso del puñetazo, poniéndose de pie en la pared cercana, a dos metros. Po pasó la mirada hacia la leopardo de las nieves que estaba cerca, se hallaba impertérrita, con los ojos de pozos negros fijos en él, mirándolo con extrañeza. Verla le dio grima, esa mirada (todo en ella) no parecía animal. Vivo.
Dio un paso atrás sin bajar la guardia y estiró una pata hacía atrás, Tigresa se la tomó con un gruñido. En su palma sintió la sangre de ella.
—¿Son los Inmortales? —le susurró a Tigresa cuando se puso de pie.
—Sí —dijo ella, cansada—. El zorro es Conocimiento y la leopardo es Dimensión. No necesito decirte qué habilidades tienen, ¿o sí?
—Ella es quien rompió el aire y él... ¿sabe? —No tenía ni idea de qué poder se le atribuía al conocimiento.
—Analiza, Po. —Tigresa le pasó un brazo por el cuello y se afincó en él, para mantenerse de pie. Le vio los brazos ensangrentados—. Te analiza como si fueras un sujeto de pruebas, descubre tus estadísticas y las usa contra ti mismo. Es duro. —Suspiró; Conocimiento caminaba hacia ambos, Dimensión no se movía—. ¿Y qué haces usando el Chi? —susurró.
El tono preocupado de su voz no le pasó desapercibido a Po, aquello lo hizo sonreír.
—Oye, no sé, tal vez salvarte la vida, digo yo. ¿Tú qué crees?
—Muy gracioso, Po —gruñó—. Sólo no te excedas, no quiero que te mueras. ¡Por los Cuatro, sería muy cruel que al fin acepte mis sentimientos por ti y te termines muriendo! No puedo perder a mi pareja, ¿entendido?
Po sonrió como un bobalicón.
—¿Qué? —preguntó Tigresa.
—Lo que dijiste.
—Pareja...
—Es lo que somos.
—Lo sé, Ti, pero es que suena tan bonito...
Tigresa bufó, aunque lo hizo con diversión.
—Prométeme que no morirás.
—Haré mi mejor esfuerzo. ¿Me das un beso de la buena suerte?
Tigresa negó con la cabeza y se soltó, caminando encorvada protegiéndose los brazos. Se irguió, se volvió y sonrió con aquella bella sonrisa pequeña que tanto amaba.
—Regresa vivo y me lo pensaré.
Asintió, con aquella promesa de un beso, ¿cómo no cumplirle? Soltó el aire que tenía en los pulmones y relajó los hombros, dando unos saltitos a los lados, era hora de ser bárbaro. El zorro, Conocimiento, se detuvo al lado de la leopardo, Dimensión, sosteniéndose la mandíbula con una pata. Acto seguido, escupió un colmillo.
—Oso pansa, de cien a ciento quince kilogramos. Doscientos setenta y cinco kilogramos/fuerza por golpe. Agilidad reducida por la contextura. Estilo de pelea inferior a la tigresa. Cinco ataques posibles.
Po frunció el ceño, ¿aquel zorro calibró su peso? Vale, que no pesaba ciento quince kilos, eso sería estar gordo, y Po sabía que no estaba gordo, sólo era esponjoso. Sus ciento doce kilos lo demostraban, ciento doce kilos de esponjosidad. Claro que sí.
Conocimiento saltó y atacó con una velocidad destellante, casi que parecía un borrón; era increíble, sólo que esos ataques no servían contra él. Po sacó la panza hacia adelante y le dio de lleno al zorro, haciéndolo tambalearse, momento exacto que el panda aprovechó para estamparle un puñetazo al zorro. Conocimiento gruñó y atacó con un puñetazo al pecho que Po detuvo con la palma abierta, cerró la pata en torno a su muñeca y tiró, sin embargo, Conocimiento se empujó hacia Po, desconcentrándolo. En ese instante de sorpresa, Conocimiento se giró lacerándose la muñeca para poder conectar tres patadas sucesivas en el costado de Po. Al soltarlo, el zorro le hizo un placaje seguido de un barrido y Po cayó al suelo.
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Los Ocho Inmortales
RastgeleLuego de la batalla con Kai, Po, quien ahora es el nuevo maestro del palacio de Jade, se sorprende al leer una profecía en una piedra que cayó en un rayo en el jardín del palacio. Él, los cinco y Shifu emprenderán un viaje en busca de los tres guerr...