Dos niños corrían al rededor del sofá en la sala de estar de aquella casa que tenía un estilo muy acogedor y hogareño, el mayor perseguía al menor, el cual tenía una cara de pánico. A lo lejos se escuchaba la risa divertida de una niña muy linda al ver como sus dos hermanos peleaban, algo que ya era parte de la rutina diaria.
Los tres hermanos eran demasiado atractivos, y al ser los hijos de Harry y Ginny Potter, se podía decir que los niños emanaban belleza como si fuera algo completamente natural.
Lily Luna Potter era la menor con 8 años de edad, y también la única niña Potter, así que por lo tanto era la princesa de sus hermanos y su padre, había sacado el cabello pelirrojo de su madre y sus ojos castaños, unas pequeñas pecas adornaban sus pálidas mejillas haciéndola ver adorable. Tenía una cara tierna y llena de inocencia, pero en realidad Lilianne podía llegar a ser un demonio, porque el adjetivo pequeño no iba con ella.
Albus Severus Potter era el mediano, tenia 9 años y él era la viva copia de su padre, había sacado ese cabello azabache y los ojos color esmeralda, como dos bellas y preciadas piedras, era hermoso y solía ser alguien tranquilo cuando no estaba James revoloteando a su al rededor como una molesta mosca que por mas que tratabas de alejarla con la mano buscaba la forma de volver a joderte la vida.
James Sirus Potter es, como ya sabrán, el mayor de los Potter con 11 años recién cumplidos. El cabello de su padre y los ojos de su madre, como todo el mundo solía describir a su padre Harry cuando este era más joven. Solamente que James se parecía más a su abuelo — al cual le hubiera encantado conocer — que a su propio padre. Con el cabello azabache, los ojos de un color avellana demasiado intenso y, gracias a dios, no tenía la «ceguera extrema» (como él le decía a su padre que tenía) y no tenía que preocuparse por usar aquellos anteojos redondos que él tanto odiaba. Era malditamente guapo y esos últimos días estaba más hiperactivo de lo normal, ansioso esperando la llegada de su carta de Hogwarts. El mejor colegio de Magia y Hechicería en todo el mundo.
Harry se había encargado de contarle a sus hijos todos los buenos momentos que pasó en Hogwarts, y también en todos los problemas que se metió junto con Ron y Hermione. Sabían desde la piedra filosofal hasta la segunda guerra mágica. Harry igual se había encargado de decirles que aunque Hogwarts es una escuela, para él fue su primer hogar. Porque Hogwarts siempre estará ahí para darte la bienvenida a casa.
Ginny no tenía tantas historias extravagantes e interesantes que contar como las de Harry, ni mucho menos había salvado tantas vidas como él, aunque haya participado en unas que otras guerras y encuentros con mortifagos. Lo que sí les había contado era como se había enamorado de Harry desde antes que ella estuviera en Hogwarts, y que lo esperó. Lo esperó años, esperó a que él se diera cuenta que estaba ahí. Les contó como tuvo que soportar verlo con Cho y que ella empezó a salir con otros chicos (uno de ellos antiguo compañero de Harry) y a pesar de haber pasado años y años, él al fin se fijó en ella, él dejó de verla como la hermana pequeña de su mejor amigo, él la eligió como la mujer con la que quería pasar el resto de sus días .
– ¡Damela, Severus!
– ¡No me digas Severus, Sirius!
Lily rió aún más fuerte al ver cómo su hermano Albus volteaba para ver qué tan cerca estaba James de él, pero al voltearse nuevamente chocó contra el librero haciendo que varios libros de defensa, pociones, encantamientos y también literatura muggle se cayeran al suelo.
Una Ginny furiosa apareció en la sala de su hermosa casa situada y en el Valle de Godric y Lily se calló de golpe al ver la cara de absoluto enfado de su madre. Una pelirroja enojada en verdad daba miedo, y era mejor no tentarla más.
– ¡Niños!
– ¡Fue James! – acusó Albus señalando a su hermano mayor, este lo miró ofendido.
– ¡No es cierto! ¡Esta vez yo no tuve la culpa!
– Sí, y yo no tuve la culpa de tenerlos como hijos pero no me ando quejando ni corriendo por toda la casa.
– ¡Mamá! – se quejaron los dos hermanos al unísono. Lily volvió a reír.
– Callense y arreglen ese desastre. Y tú Albus devuelvele esa escoba a James – Albus maldijo por lo bajo y le devolvió la escoba a su hermano mayor, el cual ahora sonreía –. Y tú James, nada de andar por la casa volando, ¿Entendido?
– Entendido, mamá.
– ¡Ahora ponganse a recoger! – se dió media vuelta para salir del cuarto mientras susurraba por lo bajo –: Y así quieren ir a Hogwarts, James pasará por el despacho de Filch y McGonagall todos los días, no durará nada.
– ¡Te escuché traidora!
Y con movimientos flojos los dos hermanos empezaron a acomodar los libros de nuevo en su lugar, mientras que la niña pelirroja los miraba sin quitar esa pequeña sonrisa divertida de su rostro.
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Ya llevaba tiempo escribiendo esto y al fin me alegro de poder subirla. Yo misma estoy enamorada de esta historia y espero que les guste tanto como a mi.
La tercera generación es una historia la cual no ha sido contada, al menos por el momento, e inventar personajes e imaginarme como seria todo me emociona muchísimo.Voten y comenten que les pareció. ❤️
Besos,
Pamme, xx.
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Juntos por el destino » James Potter.
FanfictionEl destino es incierto pero, sin embargo, este ya está escrito. No podemos escapar de el ni mucho menos evitarlo, tarde o temprano las cosas que están hechas para ti llegarán a ti. Malia Malfoy y James S. Potter nunca se cayeron bien, años de proble...