Capítulo 8.
Hermanos Celosos.Malia Malfoy se encontraba en la biblioteca acompañando a Brooklyn, la cual estaba con la cabeza metida entre libros para poder sacar la información necesaria que el profesor Longbottom había dejado acerca de una planta extraña que había en el invernadero 3. Se trataba de un ensayo de medio metro de pergamino y Brooke siempre tuvo la mala costumbre de tener la letra demasiado pequeña.
Malia había terminado el ensayo el mismo día que el profesor lo dejó, parecía impresionante pero ella se esforzaba mucho en sus tareas y en sacar buenas notas, ya que fuera la profesión que escogiera una vez fuera de ese castillo en el que había pasado tantas maravillosas cosas, necesitaba un alto rendimiento para esas en las que ella estaba más interesada. Notas altas y mucho esfuerzo.
Se aburrió de ver como los ojos negros de su amiga se movían rápidamente conforme leía y como su mano escribía y escribía sin parar causando un horrible pero ya común sonido del rasgar de la pluma contra el pergamino. Para su suerte pudo ver como su hermano Scorpius se encontraba unas mesas mas allá junto a Rose Weasley, su mejor amiga.
Su cercanía era notoria así que Malia se paró de la mesa sin recibir siquiera una mirada de Brooke y se acercó a paso decidido a la mesa donde los dos tórtolos charlaban por lo bajo para no ser regañados por Madame Pince, la bibliotecaria que ya estaba más vieja y gastada que los libros de la sección prohibida.
Agarró la cabeza de los dos chicos alejándolas y colocó una silla entre ellos, en la cual tomó asiento aún con su típica sonrisa en la cara. Scorpius la miraba ceñudo mientras que una Rose sonrojada la miraba con algo de miedo, porque vaya que Malia Malfoy daba miedo.
— Hola, hermanito — saludó mirando a Scorpius, llevó la vista a Rose y su sonrisa cambió de divertida a burlona —. Futura cuñada.
Rose, sorprendentemente, se sonrojó aun más de lo que ya estaba mientras que Scorpius se limitó a bufar y cruzarse de brazos al tiempo que llevaba la vista a su hermana.
— ¿Pasó algo, Malia?
— Sí, ¿Desde cuándo creciste tanto y te volviste un guapo rompecorazones?
Preguntó mientras miraba con una ceja alzada a un grupo de chicas que soltaban risitas tontas al pasar junto a la mesa, pero que apresuraron su paso al ver la mirada que Malia les estaba dando.
Y no se equivocaba en lo que su hermano era guapo, a pesar de tener solamente 14 años Scorpius estaba empezando a cambiar: su rostro dejaba de ser tan inocente mientras que sus músculos y espalda empezaban a tomar forma, claro que no eran tan notorios ya que apenas estaba en crecimiento, sin embargo ya no eran esos brazitos escuálidos de un niño de once años. También había crecido bastante y estaba a punto de alcanzar a Malia, lo cual le molestaba muchísimo.
Su hermanito estaba creciendo y ella se hacía vieja.
— Desde siempre soy guapo, Lia — y ahí estaba ese tonito arrogante que representaba a los Malfoy.
— Cierra la boca, todos sabemos que siempre fui la más guapa de la familia.
— Estoy de acuerdo con eso — aportó Albus Potter, mientras tomaba asiento frente a ellos y dejaba un libro de encantamientos avanzados en la mesa —. Hola, Lia.
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Juntos por el destino » James Potter.
FanfictionEl destino es incierto pero, sin embargo, este ya está escrito. No podemos escapar de el ni mucho menos evitarlo, tarde o temprano las cosas que están hechas para ti llegarán a ti. Malia Malfoy y James S. Potter nunca se cayeron bien, años de proble...